10 de abril de 2007
Tal vez, sólo tal vez, podamos contar que ese 10 de abril, ese día D, hizo cambiar muchas cosas. Sin precipitarnos ni cantar alabanzas, sin anticipar el tiempo de la recolección, pero no es difícil apreciar que en pocas ocasiones se ha producido similar alineación de «astros».
En esta época que nos toca vivir, de incierto futuro para los ecosistemas, ubicados en una era que denominamos pos-posmoderna, en la que se cruzan, en un espacio infinito, la localización, la deslocalización y la globalización, en fin, en esta época en la que predominan los movimientos centrífugos, resulta que los médicos de familia, los médicos de Atención Primaria conseguimos un hazaña más propia de la mitología que de la realidad de los humanos.
Conseguimos tantos acuerdos como gobiernos, conseguimos tantas promesas como gobernantes. ¡Claro que estamos en época electoral! Pero no olvidemos que ya se cuentan por decenas las elecciones pasadas y que de poco sirvieron. Por tanto, y a pesar de los tiempos electorales, no desdeñemos este 10 de abril pasado, pues vocación tiene de labrarse una huella hacia el futuro.
Curiosidades de la vida: el santoral celebra en esa fecha la onomástica del profeta Ezequiel, morador del siglo V a.C. Según narran las leyendas, guió al pueblo judío en un período de crisis y «su misión fue la de salvar la crisis de conciencia nacional que siguió a la caída de la monarquía, orientándola hacia una nueva era teocrática de esplendor y triunfo definitivo». En fin, no deseamos salvadores mesiánicos, pero sí aspiramos al esplendor y al triunfo definitivo. ¡Que así sea!
Entramos en la nueva era, la era de hacer tangibles y contables tantas promesas recibidas. Para esta nueva era queremos ampliar nuestros recursos numéricos. A nuestro clásico 10 minutos proponemos añadir el práctico 25. A partir de ahora, el gobernante o el gestor que se declare «primarista» deberá hablar del 25%. Veinticinco por ciento de presupuesto para la AP, para las plantillas, para los sustitutos, para la formación, para la investigación, etc, etc.
Ya pensamos en la próxima década, en la década del 25%. Porque la memoria es frágil: nada hubiera sido posible sin el empuje de los que se movilizaron. Nada hubiera sido posible sin el apoyo de los ciudadanos.