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La propuesta de ampliación de la ficha de declaración SARS-CoV-2 sobre la exposición a la COVID-19, llega al Ministerio de la mano de la semFYC
Fecha de publicación: 06 de abril de 2020
La semFYC, junto con la Asociación de Enfermería Comunitaria y la Federación de Asociaciones de Enfermería Comunitaria y Atención Primaria, acaba de publicar una propuesta de ampliación de la ficha de declaración SARS-CoV-2 en los casos del personal sanitario. Dicho comunicado se hace a raíz del preocupante porcentaje de profesionales sanitarios/as que están resultando infectados/as y que representa una de las proporciones más altas en todo el mundo de sanitarios/as infectados/as. Se estima que en estos momentos dicho porcentaje es superior al 15%, aunque no se disponen de datos oficiales publicados sobre las circunstancias concretas de la exposición en el entorno sanitario y aun menos en el contexto extrahospitalario.
Según los protocolos actuales para clasificar el riesgo de la exposición de un/a profesional se tienen en cuenta los factores de riesgo individuales y el tipo de servicio en el que ejerce cuando este implica el trato con pacientes especialmente vulnerables (como hematología, UCI, oncología o unidades de quemados ), así como si la exposición ha implicado maniobras con alto riesgo de generar aerosoles (aspiración del tracto respiratorio, intubación, broncoscopia o maniobras de reanimación sin el equipo de protección adecuado.
La petición elevada al Ministerio de Sanidad y al Ministro de Sanidad por medio de esta carta indica que el enfoque que se está siguiendo en esta materia es fundamentalmente hospitalario y no que no se están teniendo en cuenta otras consideraciones de exposición más propias de la atención domiciliaria, ámbito en el que se producen gran parte de los contactos con pacientes menos graves o con aquellos que, aunque graves no son subsidiarios de ingreso hospitalario (muy ancianos, pacientes terminales…).
En la propuesta, la semFYC y las dos organizaciones de enfermería explican que las características de la atención domiciliaria hacen que haya que ser más escrupuloso para prevenir el contagio, puesto que existe una clara ausencia de control sobre el entorno y, además, se produce una inevitable cercanía con los/as pacientes.
El tipo de pacientes atendidos (ancianos, pluripatológicos, con dependencia…) estarían incluidos entre los más vulnerables para la patología que nos ocupa, pudiendo ser el/la profesional un potencial transmisor del patógeno a estas bolsas de población especialmente frágiles.
Por todo ello, las 3 organizaciones científicas lanzan la propuesta de revisar la Guía de actuación con los/as profesionales sanitarios en el caso de exposiciones de riesgo a COVID-19 en el ámbito sanitario cuya última versión es del 31 de marzo de 2020. Concretamente se propone actualizar los apartados C (Valoración del riesgo) y D (Manejo de los contactos), en este último de su supuesto 2 (Contacto estrecho con caso posible, probable o confirmado de COVID-19 sin EPI).
Consulta el comunicado completo aquí [+]
Consulta la Carta al Ministro de Sanidad aquí [+]
Según los protocolos actuales para clasificar el riesgo de la exposición de un/a profesional se tienen en cuenta los factores de riesgo individuales y el tipo de servicio en el que ejerce cuando este implica el trato con pacientes especialmente vulnerables (como hematología, UCI, oncología o unidades de quemados ), así como si la exposición ha implicado maniobras con alto riesgo de generar aerosoles (aspiración del tracto respiratorio, intubación, broncoscopia o maniobras de reanimación sin el equipo de protección adecuado.
La petición elevada al Ministerio de Sanidad y al Ministro de Sanidad por medio de esta carta indica que el enfoque que se está siguiendo en esta materia es fundamentalmente hospitalario y no que no se están teniendo en cuenta otras consideraciones de exposición más propias de la atención domiciliaria, ámbito en el que se producen gran parte de los contactos con pacientes menos graves o con aquellos que, aunque graves no son subsidiarios de ingreso hospitalario (muy ancianos, pacientes terminales…).
En la propuesta, la semFYC y las dos organizaciones de enfermería explican que las características de la atención domiciliaria hacen que haya que ser más escrupuloso para prevenir el contagio, puesto que existe una clara ausencia de control sobre el entorno y, además, se produce una inevitable cercanía con los/as pacientes.
El tipo de pacientes atendidos (ancianos, pluripatológicos, con dependencia…) estarían incluidos entre los más vulnerables para la patología que nos ocupa, pudiendo ser el/la profesional un potencial transmisor del patógeno a estas bolsas de población especialmente frágiles.
Por todo ello, las 3 organizaciones científicas lanzan la propuesta de revisar la Guía de actuación con los/as profesionales sanitarios en el caso de exposiciones de riesgo a COVID-19 en el ámbito sanitario cuya última versión es del 31 de marzo de 2020. Concretamente se propone actualizar los apartados C (Valoración del riesgo) y D (Manejo de los contactos), en este último de su supuesto 2 (Contacto estrecho con caso posible, probable o confirmado de COVID-19 sin EPI).
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