Café, salud y comunidad: la inspiradora iniciativa de 'Un café con la enfermera' en Checa
Decía el compositor italiano Giuseppe Verdi que “el café es un bálsamo para el corazón y el espíritu” y bien lo saben en Checa, una localidad de alrededor de 280 habitantes situada en la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha). Este pequeño pueblo, enclavado en el parque natural del Alto Tajo, destaca no solo por su entorno natural sino también por una iniciativa única de salud comunitaria que se realiza cada mes. Nos referimos a 'Un café con la enfermera', una iniciativa liderada por dos profesionales de la enfermería en Atención Primaria, María Ángeles Quesada y María de la Hoz García. Con esta última hablamos en este reportaje, además de con Concha e Isabel, participantes en esta iniciativa.
Este proyecto, que ha estado en funcionamiento desde noviembre de 2021, no solo se dedica a proporcionar información esencial sobre temas de salud a sus participantes, sino que también se erige como un espacio de encuentro para la comunidad de Checa. "Veníamos de un contexto de pandemia en el que la localidad había pasado mucho miedo y se habían aislado aún más. Por ese motivo, hicimos un encuentro fuera del Centro de Salud en colaboración con la Fundación Cepaim para el Día de la Salud Mental, en el que hablamos sobre la relación entre el contacto con la naturaleza y la salud mental. Tuvo una acogida espectacular, de unas 20 o 25 personas, teniendo en cuenta que son 280 habitantes", comparte María de la Hoz García.
De este encuentro surgió una necesidad palpable. "Cuando acabamos la charla nos quedamos tomando algo y se nos acercaban para hacernos preguntas sobre temas de salud”. En una localidad perteneciente a lo que se conoce como la España vaciada el acceso diferentes recursos es mucho más limitado que en una urbe. Siendo consciente de esto, María de la Hoz García no pudo evitar pensar en ello al acabar el encuentro. “Mientras regresaba a casa en coche estuve dándole vueltas y de ahí surgió la idea de 'Un café con la enfermera'. Contacté con María Ángeles, le propuse la idea y se apuntó de inmediato y así nació este proyecto”.
“Sabía que la iniciativa iba a tener una buena acogida. María Ángeles, lleva trabajando y viviendo en Checa desde hace más de 30 años por lo que la población tiene un vínculo emocional muy grande con ella y, además, es una persona maravillosa”, añade María de la Hoz García.
Un proyecto voluntario y colaborativo
Desde el principio, 'Un café con la enfermera' se ha llevado a cabo de manera voluntaria y colaborativa. Los encuentros se realizan mensualmente en el centro social de Checa, y las participantes contribuyen trayendo café y merienda para compartir. El grupo está formado por mujeres, la mayoría de ellas supera los 65 años. María de la Hoz García nos cuenta que han intentado que los hombres de la comunidad también participen en el proyecto, pero que, por la naturaleza de su carácter, está costando.
Una característica destacada de esta iniciativa es que los temas tratados en cada encuentro son, en su mayoría, seleccionados por las propias participantes. Esto mantiene el interés vivo, ya que se abordan asuntos de relevancia para la comunidad. No obstante, las enfermeras también proponen temas que pueden resultar de interés para enriquecer la dinámica de los encuentros.
“Hacemos que sean pacientes independientes con los conocimientos que les proporcionamos. Tenemos este espacio para que tengan más seguridad sobre su salud y así disminuyen su incertidumbre. Se sienten más empoderadas”, señala María de la Hoz García, al referirse a los encuentros. Además, destaca la importancia de fortalecer el vínculo entre las participantes y todos los agentes de la comunidad y los alrededores. Tanto ella como María Ángeles Quesada trabajan activamente en este aspecto durante las charlas, integrando la participación de profesionales del centro de salud local, responsables de los comercios locales y otros voluntarios de centros cercanos. Además, siempre proporcionan a las participantes un contacto de referencia en caso de que deseen obtener más información o tengan cualquier duda. “Somos enfermeras de Atención Primaria y, en nuestro caso, rurales. Proporcionar espacios y recursos en zonas en las que no hay fácil acceso es muy importante”, enfatiza la enfermera.
Una iniciativa con mucha fidelización
"Yo no me pierdo ni una charla", comparte Concha, una participante de 'Un café con la enfermera'. "Las charlas son muy amenas y los temas son interesantísimos; para mí, particularmente, también me sirve como terapia". Concha vivió una experiencia personal muy difícil, y junto con su marido, buscaron en sus raíces, en Checa, la tranquilidad y el refugio que necesitaban en ese momento.
Además de ser muy activa en otras actividades de la comunidad, Concha ha encontrado en 'Un café con la enfermera' un espacio que le brinda conocimientos sobre salud muy valiosos y donde compartir sus inquietudes y recibir apoyo.
“Es un espacio en el que podemos dar nuestra opinión y los que nos enseñan lo podemos aplicar en nuestra vida diaria”, apunta Isabel, otra de las participantes del proyecto. Nos pone el ejemplo de una charla que se realizó sobre el manejo de las preocupaciones y la relajación. “Yo soy la típica persona que si pasa algo le da 1400 vueltas a la cabeza. En esta charla nos explicaron que, si hay algo que no podamos solucionar, lo apartemos. Desde entonces, siempre que empiezo a pensar demasiado en algo, recuerdo ese encuentro y pienso “ya lo solucionará quien lo tenga que solucionar”.
Isabel coincide con Concha en que ‘Un café con la enfermera’ es más que un encuentro mensual, sino que también es algo importante para la comunidad. “Es tema de conversación para nosotras. Cuando nos encontramos hablamos sobre lo que se ha tratado en la anterior sesión y charlamos las unas con las otras sobre ello”. La participante también nos dice que, desde uno de los encuentros de esta iniciativa, que ha aprendido a valorar más lo que tienen alrededor. “Vivimos en un entorno privilegiado y a veces no nos damos cuenta de la suerte que tenemos de respirar aire puro cada día”, apunta.
Concha afirma que ha notado un antes y un después la comunidad de Checa desde que se inició ‘Un café con la enfermera’. “Noto cambios en todos los sentidos y en la forma de tratar los temas médicos. Yo veo que estamos más informadas que antes y nos sentimos más seguras de las decisiones que tomamos”.
Por su parte, la enfermera líder del proyecto, María de la Hoz García nos cuenta que, en cuanto a la metodología del proyecto, esta no ha cambiado, pero si ha notado una gran evolución en cuanto a la participación de los voluntarios. “Al principio solo venían a dar charlas conocidas mías del centro de salud, contactos que tenía…pero poco a poco otros agentes se han ido interesando más. Por ejemplo, ahora la farmacéutica del pueblo quiere dar una charla desde su perspectiva, sobre el uso adecuado de medicamentos y la automedicación. Tenemos programadas un montón de charlas, no sé si podremos hacer parón este verano”, señala riendo la enfermera.
Enseñanza y unión de grupo
“Si tuviera que quedarme con algo ‘Un café con la enfermera´ sería el grupo que hemos formado, la unión que hemos conseguido” explica Concha, destacando la importancia del vínculo que se ha creado. En esto coincide plenamente María de la Hoz García: “Para mí, el apoyo mutuo que veo en el proyecto entre las participantes y, entre ellas y María Ángeles y yo es lo más satisfactorio. Ese apoyo emocional que se ve me da mucha esperanza de que hay otra forma de funcionar” y añade que “la cooperación que tengo con mi compañera también es clave ya que, aunque no trabajemos en el mismo Centro de Salud, que hayamos conseguido romper esa barrera de que no importa que tu zona de atención sea distinta, sino que debemos cooperar. Si nuestra mirada como enfermeras es el cuidado, da igual donde trabajemos”.
“Yo me quedaría siempre con la parte de la enseñanza” comenta por su parte Isabel. “De cada charla sacamos algo positivo y, aunque no todos nos sirva de igual manera a todas, siempre nos es útil”.
Las dos participantes están muy agradecidas a las enfermeras y ponen en valor su trabajo. “Yo me emociono solo de pensar en ellas. Son el motor de ‘Un café con la enfermera’” nos dice Concha. ”Tanto María de la Hoz García como María Ángeles Quesada se preparan las charlas en sus horas libres buscan información, a personas interesantes y lo preparan para que nosotras lo entendamos”, añade Isabel.
“‘Un café con la enfermera’ es como una hija para mí”, nos explica la enfermera María de la Hoz García. “Es lo que más satisfacción me provoca a nivel profesional y encima viendo todo el bienestar que les genera a ellas”.
Más que salud comunitaria
En este rincón montañoso de la Serranía de Guadalajara, 'Un café con la enfermera' ha ido más allá de ser una iniciativa de salud comunitaria. Se ha convertido en un punto de encuentro donde la enseñanza se entrelaza con la fortaleza de esta pequeña gran localidad de 280 habitantes.
La comunidad de Checa ha encontrado en este proyecto no solo conocimientos valiosos sobre salud, sino también un refugio emocional y un espacio para compartir experiencias. Los encuentros mensuales, liderados por las enfermeras María de la Hoz García y María Ángeles Quesada, han trascendido la barrera de la información médica convencional para convertirse en una fuente de apoyo mutuo y empoderamiento.
Este proyecto no solo ha dejado una huella en Checa, sino que también puede resultar como ejemplo inspirador para abordar la salud en comunidades rurales. A través de la unión, la enseñanza y el compromiso, 'Un café con la enfermera' ha demostrado que el cuidado va más allá de la consulta médica, construyendo puentes hacia un futuro más saludable y conectado.