Combatir situaciones complejas en Medicina Familiar empleando la Comunicación, la propuesta del editorial de marzo de AMF
Conseguir que esas situaciones sean menos complejas es, en parte, cuestión de “entender a nuestro paciente y a nuestra sociedad”. Y para ello es importante y urgente aumentar la “comunicación bidireccional y mejorar la deliberación dentro de la consulta”, afirma la coordinadora del Programa Comunicación y Salud de la semFYC.
“Si somos capaces de dar valor a los síntomas, a las emociones, al sufrimiento y al pronóstico de forma conjunta con el paciente, podremos orientar las decisiones compartidas. El objetivo no es solucionar las situaciones complejas, sino más bien orientarlas y avanzar”.
Titulado Situaciones complejas en Medicina Familiar, el editorial también hace referencia al “no saber qué hacer”, porque no siempre se está actualizado en todos los aspectos y temas que nos podemos encontrar. En ese sentido, Barragán dice:
“Saber manejar la propia desinformación es una parte del manejo de la complejidad. Herramientas de valor son la humildad de reconocer que prefiero indagar más, saber posponer una decisión, no tener reparo en consultar con un colega, son aspectos de la madurez de un médico: sé que no sé y busco.”
Es importante hablar con sinceridad y claridad al paciente para que no merme su confianza en nosotros. Porque lo que debemos hacer es trabajar la complejidad con estudio y dedicación. Con ganas de aprender y trabajando en equipo.
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