Actualidad
El ejercicio físico como medicina: 26 enfermedades crónicas donde hay que prescribirlo

El ejercicio físico como medicina: 26 enfermedades crónicas donde hay que prescribirlo

Fecha de publicación: 03 de marzo de 2017

La  entrada «Poca cama, poco plato y mucha suela de zapato», publicada en el blog de la Guía Terapéutica de la semFYC, me ha gustado mucho. La idea de usar la actividad física como una medicina a utilizar dentro del arsenal terapéutico me parece buena, por lo menos como coadyuvante a la prescripción de fármacos ante los problemas de salud que vemos en la consulta.


Recordar solo el artículo de revision de 2015 “Exercise as medicine – evidence for prescribing exercise as therapy in 26 different chronic diseases". Esta revisión proporciona al lector la base actualizada, y basada en la evidencia, para prescribir el ejercicio como medicina en el tratamiento de 26 enfermedades diferentes: enfermedades psiquiátricas (depresión, ansiedad, estrés, esquizofrenia); Enfermedades neurológicas (demencia, enfermedad de Parkinson, esclerosis múltiple); Enfermedades metabólicas (obesidad, hiperlipidemia, síndrome metabólico, síndrome de ovario poliquístico, diabetes tipo 2, diabetes tipo 1); Enfermedades cardiovasculares (hipertensión, cardiopatía coronaria, insuficiencia cardíaca, ictus cerebral y claudicación intermitente); Enfermedades pulmonares (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, asma, fibrosis quística); Trastornos músculo-esqueléticos (osteoartritis, osteoporosis, dolor de espalda, artritis reumatoide); Y el cáncer. En cada enfermedad revisada nos informan del efecto de la terapia de ejercicio en la patogénesis de la enfermedad y los síntomas, los estudios que lo avalan,  y se discuten los posibles mecanismos de acción. También el tipo y la dosis óptima de ejercicio físico para cada enfermedad. No se olvidan de las contraindicaciones que en la mayoría de las enfermedades no existen, o son de sentido común como puede ser minimizar el riesgo de caídas en el caso de osteoporosis por ejemplo.



El artículo finaliza con una acertada visión del tema:“En el mundo de la Medicina es tradicional prescribir el tratamiento que se sabe que es el más eficaz, basado en la evidencia, y que conlleva el menor número de efectos secundarios o riesgos. La evidencia sugiere que en ciertos casos el tratamiento con ejercicio físico es tan efectivo como el tratamiento médico y, en situaciones especiales, más eficaz o aumenta su efecto. El conocimiento acumulado es ahora tan extenso que tiene que ser implementado. Aunque todavía hay una necesidad de definir el tipo y la dosis óptima de ejercicio, es el momento ahora de que los sistemas de salud creen la infraestructura necesaria para asegurar que el ejercicio supervisado pueda ser prescrito como medicamento”.


Artículo publicado en el Blog del PAPPS