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El impacto de las TIC en Atención Primaria: un editorial de la revista ‘Atención Primaria’

El impacto de las TIC en Atención Primaria: un editorial de la revista ‘Atención Primaria’

Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han irrumpido con fuerza en el ámbito de la Atención Primaria y Comunitaria, prometiendo transformar la prestación de servicios de salud. Estas tecnologías tienen el potencial de hacer que la atención sanitaria sea más efectiva, accesible y personalizada para todos, redefiniendo el panorama de la salud pública

Tiempo de lectura: 5 minutos
Fecha de publicación: 09 de julio de 2024

En el número de junio de la revista ‘Atención Primaria’, el especialista Josep Vidal Alaball ahora sobre esta cuestión en su artículo “Nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la atención primaria y comunitaria”.
El especialista señala el potencial que tienen las TIC tienen de transformar radicalmente la atención sanitaria, pero advierte que su implementación debe ser manejada con cuidado para maximizar sus beneficios y minimizar los riesgos, asegurando una atención en salud más equitativa y efectiva para todos.

La teleconsulta: una de las aplicaciones más destacadas

En el sector sanitario, una de las aplicaciones más utilizadas de las TIC es la teleconsulta. Este proceso permite que el usuario y el profesional sanitario se encuentren en diferentes ubicaciones físicas y se comuniquen a través de herramientas tecnológicas. La teleconsulta ha mejorado significativamente el acceso a la atención sanitaria, especialmente en zonas rurales donde los recursos son limitados. Sin embargo, su implementación requiere que los profesionales adquieran habilidades comunicativas específicas y que se adapten a las necesidades de los usuarios para minimizar la brecha digital. En España, las teleconsultas asíncronas, donde la comunicación no ocurre en tiempo real, se han vuelto habituales en la Atención Primaria desde la pandemia de COVID-19. No obstante, las videoconsultas, ampliamente utilizadas en la práctica clínica privada, no han logrado consolidarse de la misma manera. Además, los dispositivos de monitorización remota y los registros electrónicos de salud, que envían datos clínicos en tiempo real, tienen el potencial de mejorar el seguimiento de pacientes crónicos y fomentar la autogestión de su salud.

La IA: otra de las TIC emergentes

La inteligencia artificial (IA) es otra tecnología con el potencial de revolucionar los servicios de salud. Vista como una herramienta complementaria para los profesionales, la IA puede mejorar la precisión diagnóstica, el manejo de enfermedades crónicas, la redacción de notas clínicas y la eficiencia general de la atención sanitaria. Sin embargo, a pesar de su capacidad para procesar grandes volúmenes de datos rápidamente, la IA aún no puede reemplazar la experiencia y el criterio clínico de los profesionales sanitarios en la toma de decisiones, ni interpretar el contexto biopsicosocial del paciente u ofrecer el apoyo emocional necesario en muchas consultas.

El blockhain o ‘cadena de bloques’

El blockchain, una tecnología de registro distribuido también ofrece grandes oportunidades para la gestión segura de datos sanitarios. Aunque muchas de sus aplicaciones aún están en fase conceptual, el blockchain podría proteger los datos de salud, facilitar el intercambio seguro de información entre instituciones, autentificar medicamentos y asegurar el manejo seguro de datos en ensayos clínicos.

Las aplicaciones móviles y las plataformas educativas en línea han crecido exponencialmente, proporcionando herramientas y recursos tanto a profesionales como a pacientes para mejorar su salud y bienestar. Sin embargo, además de asegurar su usabilidad y funcionalidad, estas herramientas deben garantizar la seguridad y privacidad de los datos de los usuarios y demostrar su eficacia mediante evidencia clínica.

A pesar de los beneficios de las TIC, no están exentas de desafíos. La ciberseguridad es uno de los principales retos, con incidentes de ciberdelincuencia relacionados con el robo de datos sensibles de salud ya evidentes en nuestro país. Además, la alfabetización digital es crucial para asegurar que ningún sector de la población quede excluido, evitando así una "Ley de Cuidados Inversos 2.0". Finalmente, las TIC, especialmente la IA, plantean dilemas éticos significativos, como la transparencia de los algoritmos y la toma de decisiones automatizadas, que deben ser abordados de manera colaborativa por desarrolladores, legisladores, profesionales de salud y la sociedad en general.

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