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“El médico de familia debe tener claro que la violencia de género es un grave  problema de salud”

“El médico de familia debe tener claro que la violencia de género es un grave problema de salud”

Fecha de publicación: 09 de mayo de 2007

La Dra. Carmen Fernández, en representación de la semFYC, ha formado parte del grupo de trabajo que ha colaborado en la elaboración de este documento.

La Dra. Fernández es responsable de Salud Mental del PAPPS y trabaja desde hace varios años en la detección y el abordaje de la violencia de género. En esta entrevista nos cuenta los objetivos de este documento y la repercusión que puede tener sobre los profesionales de Atención Primaria.

Su experiencia en violencia de género es muy amplia ¿De qué manera ha participado en la elaboración del protocolo?

En la elaboración del protocolo, he formado parte de un grupo de trabajo junto con otros muchos/as profesionales, en el que se han analizado documentos previos y guías de actuación y se ha trabajado para alcanzar un consenso.
Quizás solicitaron ésta colaboración porque llevamos muchos años trabajando en este campo; coordiné el documento técnico elaborado por nuestro grupo de Salud Mental del PAPPS sobre violencia doméstica, que fué publicado en 2003 por el Ministerio de Sanidad, y también soy autora de la “Guía de actuación ante los malos tratos hacia la mujer”, publicada en 2005 por SocalemFYC.

¿Qué objetivos se propone este documento?
El protocolo reúne los elementos básicos para el manejo de la violencia de género por los profesionales sanitarios, tratando la prevención, la detección precoz, el abordaje y el seguimiento. El objetivo es establecer unas pautas de actuación homogéneas para todo el Sistema Nacional de Salud (SNS) para la atención integral a las mujeres que sufren violencia de género y acuden a nuestras consultas. En algunas Comunidades Autónomas había guías y protocolos, pero este documento marca criterios de actuación comunes y servirá para orientar al profesional sanitario en su práctica clínica. y también para la docencia.

¿Qué papel tiene el médico de familia en la detección y abordaje de la violencia de género?
Tiene un papel muy importante. En este problema hay dos vertientes fundamentales: la detección precoz y el abordaje. La detección adquiere especial relevancia en Atención Primaria. Los médicos de familia somos los más accesibles. Somos el primer punto de contacto. La mujer tiene facilidad para acceder al médico de familia y su frecuentación a la consulta es muy alta. Los médicos de familia estamos en las mejores condiciones para la detección; si no lo hacemos nosotros, es difícil que se detecte precozmente a estas mujeres víctimas de maltrato en otros servicios sanitarios. Los médicos de familia deben saber qué hacer en estos casos y cómo orientar a la mujer y con qué otros profesionales pueden contar (servicios sociales, salud mental, etc.)

¿Cómo puede hacerse una detección precoz desde las consultas de Atención Primaria?
Hay una premisa fundamental que es la sensibilización. El médico de familia debe tener claro que la violencia de género es un gran problema de salud. Hasta hace poco tiempo no era reconocido como tal si no iba acompañado de lesiones. Hay que tener en cuenta que la prevalencia de la violencia de género es alta. Los profesionales de Atención Primaria deben conocer las situaciones de riesgo y vulnerabilidad, los indicadores de sospecha, y, a través de la entrevista clínica, investigar la posibilidad de una situación de maltrato. Iniciar la entrevista con las preguntas exploratorias de abordaje psicosocial, y de forma progresiva llegar a la pregunta directa sobre el maltrato. Hay que perder el miedo a ofender a la mujer e invadir el terreno privado. Los estudios existentes muestran que a las mujeres no les molesta que les hagan preguntas sobre este tema.

¿Qué pautas de actuación propone el protocolo para la Atención Primaria?
Se dan recomendaciones para la entrevista clínica, se proponen preguntas facilitadoras y algunas orientaciones sobre cómo realizarla. Cuando se ha confirmado el maltrato, existen pautas de actuación: escuchar, explicar como evolucionan las situaciones de maltrato, los riesgos que corre la mujer, cómo explorar su situación emocional o cómo abordarlo en función de la fase en que se encuentre la mujer; la actuación es diferente si la mujer ni siquiera es consciente de que sufre maltrato, a cuando sí lo es se encuentra en peligro extremo, o a cuando no esté en está situación de peligro.

¿Cuál debe ser la actuación del médico de familia si detecta una situación de maltrato?
En primer lugar hay que valorar si existe una situación de peligro extremo que requiera actuaciones inmediatas. En este caso además de informarle de la situación y de las alternativas posibles a seguir, se debe derivar con carácter urgente al hospital si el riesgo para la salud lo requiere, o, a servicios de apoyo de 24 horas de emergencias sociales para mujeres que sufren maltrato, si su seguridad lo aconseja. Se debe registrar en la historia y también cumplir las obligaciones legales que obligan al profesional a comunicar al juez los hechos y su actuación a través del parte judicial. Sucede lo mismo que con lesiones por con otro tipo de agresiones o con los accidentes de tráfico.
Si la situación no es de peligro extremo, además de las actuaciones generales (información, escucha, protección) se debe hacer una atención integral, valorar situación de los hijos, derivación a trabajador social o salud mental si procede y establecer un plan de seguimiento. Registrar en la historia y hacer el parte de lesiones cuando proceda.

¿Cómo se difundirá el protocolo?
Este protocolo ha sido promovido por el Ministerio de Sanidad y las CCAA. La misión de su implantación y desarrollo corresponde a los servicios de salud de las CCAA. Hay que formar a los profesionales sobre este tema y facilitarles las herramientas para poder manejar eficazmente estos casos. También facilitarles las condiciones para llevarlo a cabo, pues la falta de tiempo en las consultas no propicia a ello.
En la semFYC desde hace tiempo se ha abordado el tema, se han emitido recomendaciones, elaborado documentos, impartido actividades de formación, pero el papel de las sociedades científicas es complementario. Sin duda seguiremos colaborando, pero en mi opinión, la principal responsabilidad en la difusión e implantación del protocolo la tiene Sanidad y los Servicios de Salud de las CCAA.

¿Una vez publicado el protocolo, cuáles van a ser las siguientes actuaciones en este tema?
El protocolo es el primer paso. Un protocolo solo, no garantiza que su implantación vaya a ser la adecuada. Es necesario formar a los profesionales, disponer los recursos necesarios, hacer el seguimiento y evaluar la implantación y su impacto. Es preciso un sistema de registro y codificación adecuado de los casos y también es importante seguir investigando en violencia de género, tema, en el que aun hay tantas lagunas en su conocimiento.

¿Qué debe hacer el médico de familia ahora que ya ha sido publicado este documento?
Conocer el protocolo es sencillo. Desde Internet se puede acceder al documento (www.msc.es). Algunas comunidades ya han empezado desde hace algún tiempo los programas de detección y abordaje. A partir de ahora, en las comunidades en las que no se haya hecho, esperamos, se inicie la formación de profesionales para facilitar el cumplimiento del protocolo.