El médico de familia es el profesional clave para ampliar la vacunación frente a la gripe
El acceso y la confianza que caracteriza la relación entre paciente y médico de familia convierte a este último en el profesional clave a la hora de lograr una mayor cobertura vacunal frente a la gripe. Así lo han destacado expertos nacionales e internacionales en el XVI Congreso de WONCA Europa que, organizado por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que concluye mañana en Málaga con el lema Medicina de Familia del futuro: mezclando salud y culturas. La reunión se ha celebrado de forma conjunta con el Congreso de la Sociedad Andaluza de Medicina de Familia y Comunitaria (SAMFyC).
Estos profesionales recuerdan a la población que no hay que bajar la guardia ante la gripe estacional. De hecho, este otoño una de cada diez personas contraerá la infección. Junto a los mayores de 60 años y los enfermos crónicos, este año las personas con obesidad mórbida también forman parte de los grupos de riesgo. "No nos podemos permitir un mayor receso en la cobertura vacunal, por lo que es clave insistir desde las consultas de atención primaria tanto en la eficacia de la vacuna, como en su seguridad y tolerancia. Sin duda, de nuestra actitud proactiva, junto a la de otros profesionales sanitarios, dependerá la consecución de una correcta campaña de vacunación", explica el doctor José María Molero, del grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
La vacuna frente a la gripe está recomendada para la población de riesgo: enfermos crónicos, mayores de 60 años, todas las personas que residen en centros o instituciones (geriátricos, centros de asistencia a enfermos crónicos, disminuidos psíquicos, prisiones, etc.), embarazadas y niños y adolescentes que reciben tratamientos prolongados con ácido acetilsalicílico. Mientras que en los mayores se estima que la vacunación previene entre un 70-90% la infección, en el caso de los adultos y los que tienen menos de 65 años pero padecen alguna enfermedad de riesgo, más que prevenir los casos de gripe (50-70% de eficacia), disminuye notablemente las complicaciones y la mortalidad asociada, de manera que evita la mitad de las hospitalizaciones a causa del virus y el 80% de la mortalidad por complicaciones asociadas al mismo.
Para el doctor Molero, se debe mantener la misma dinámica que en campañas anteriores. "Tras lo sucedido con la gripe A, la población debe ser consciente de la importancia de inmunizarse y de que la vacuna pandémica frente al H1N1 del 2010 no reemplaza a la vacuna de la presente campaña 2010-2011. La efectividad de la vacuna es muy alta, pese a que la población cree todo lo contrario".
Sin embargo, a pesar de su efectividad, y de que la OMS y la Comisión Europea han solicitado a los países que se aseguren de que el 75% de la población de riesgo se vacune, en nuestro país la cobertura en mayores de 60 años ronda el 65%, mientras que en adultos de riesgo menores de 60 años no suele superar el 25%, cuando la recomendación es del 40%. "Además", insiste el doctor Molero, "en el caso de los sanitarios, la vacunación antigripal es más baja (un 30%) que en otros colectivos, pese a que podemos transmitirla a nuestros pacientes ya desde el mismo momento de su incubación".
Recomendaciones
Existen determinadas medidas elementales de autocuidado e higiene personal como son lavarse las manos frecuentemente, utilizar pañuelos desechables y taparse la nariz y la boca al estornudar, mantener la habitación del enfermo separada de la estancia de los otros miembros de la familia y bien ventilada...pautas todas ellas que contribuyen a evitar la propagación de la enfermedad, fundamentalmente en el ámbito familiar y laboral.