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Eliminar burocracia para mejorar la atención a los pacientes

Eliminar burocracia para mejorar la atención a los pacientes

Fecha de publicación: 10 de noviembre de 2009

La falta de tiempo y el aumento de la demanda son dos de los problemas que más afectan actualmente a los médicos de familia. Los condicionantes de la demanda asistencial son múltiples y no únicamente derivados de problemas de salud de la población. La sociedad demanda nuevas prestaciones en función del aumento de expectativas creadas en salud y calidad de vida. A esto se unen otros factores como el envejecimiento, el diagnóstico más precoz de la patología crónica, la aparición de nuevas tecnologías, la inmigración o la amplia variedad de problemas sociales que llegan a la atención primaria.


Esta situación hace que los médicos de familia atiendan un 40% más de personas que sus homólogos europeos, aunque la media de pacientes que tienen asignados no sea muy diferente. Respecto al tiempo por consulta, en nuestro país es menor si lo comparamos con estados de nuestro entorno (entre 7 y 10 minutos).

Los médicos de familia consideran que la incesante derivación de tareas que no le son propias a sus consultas, junto a la hiperfrecuentación, es el principal motivo del crecimiento imparable de la demanda. Una tendencia que no sólo no disminuye sino que sigue aumentando.

Se calcula que los médicos de familia se ven obligados a destinar un 30% del tiempo a asuntos que no son de su estricta competencia, y que no redundan en mejoras en la atención a sus pacientes. Los profesionales del sector reclaman este tiempo para destinarlo a tareas preventivas, control estrecho de pacientes crónicos, visitas domiciliarias, cirugía menor, reducir las interconsultas al segundo nivel asistencial, investigación, docencia, etc. Tareas que requieren actualmente un gran esfuerzo adicional por parte de estos profesionales.

Tanto desde la Sociedad Española de Medicina de Familia (SEMFYC) como desde la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (CAMFIC), se están tomando medidas concretas para cambiar la situación. La semFYC, que representa a más de 19.700 profesionales de Atención Primaria de toda España, considera imprescindible eliminar la burocracia como una medida más para mejorar la atención clínica al paciente.

Desburocratización en Cataluña

Desde hace meses, CAMFIC lleva a cabo un diálogo estructurado con la administración sanitaria catalana para acordar un documento de desburocratización y mejora que vincule a todas las partes implicadas. El resultado debería comprometer a los agentes sanitarios en su conjunto y supondría una descarga de tareas burocráticas innecesarias para el médico de familia.

Principales medidas:

Los médicos de familia sólo podrán certificar o justificar aquellos aspectos derivados de un acto asistencial o que están documentados en la Historia Clínica: informe del estado de salud o certificado de salud.

Los justificantes de visita o los comunicados de baja se podrán recoger directamente en las unidades de atención al usuario y no en las consultas del médico.

Los justificantes escolares son competencia de los padres del menor, que deben acreditar ante el centro si su hijo ha estado enfermo.

Los justificantes de vida podrán ir firmados por profesionales sanitarios, no sólo por el médico de familia como sucedía hasta ahora.

La derivación de un médico de urgencias o especialista hospitalario a un médico de atención especializada no requiere la intervención del médico de familia.

En las pruebas complementarias, muchas veces el médico de atención primaria no se verá involucrado en el circuito, puesto que el médico responsable de generar una prueba complementaria es aquel que la solicita.

Las visitas sucesivas deben programarse desde el centro o servicio donde se generan. Si transcurre más de un año desde la primera solicitud, la visita será considerada como primera visita.

El médico de atención especializada debe hacer llegar al médico de atención primaria un informe clínico que incluya la prescripción o recomendación de tratamiento, pruebas realizadas, diagnóstico y pauta de seguimiento. El médico de familia conciliará posteriormente la medicación prescrita con lo que resulte más oportuno para el paciente.

¿Cómo lo notarán los pacientes?

El paciente encontrará en la consulta a un médico que le podrá dedicar más tiempo, porque se habrá aliviado de tareas administrativas poco eficientes.

El paciente tendrá un mejor control sobre todos los aspectos de su seguimiento , medicación y plan de cuidados.

El paciente podrá comprobar que la tarea básica de su médico será atenderle y escucharle, y asumir sólo aquellas gestiones burocráticas que le faciliten avanzar en el proceso sanitario y resolver sus problemas de salud.

El médico refuerza su papel de agente de salud. Hay un acuerdo unánime de que los países que disponen de una atención primaria potente consiguen mejores niveles de salud, mayor satisfacción de la población con sus sistemas sanitarios, y menores costes del conjunto de los servicios sanitarios.

Todos estos principios quedan expresados y recogidos en el lema del próximo Congreso de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria que celebra SEMFYC en Barcelona los días 25, 26 y 27 de noviembre: "Médicos de Familia, ante todo" ( www.semfyc.es/barcelona2009 )


Otra iniciativas

En este contexto, durante los últimos meses se han puesto en marcha iniciativas profesionales surgidas desde la Sociedad Valenciana, la Sociedad Vasca, la Sociedad Madrileña y la Sociedad Catalana (CAMFiC) de Medicina de Familia y Comunitaria en las que, partiendo del análisis de las cargas burocráticas existentes en la consulta del médico de familia en cada comunidad Autónoma, se proponen medidas concretas para lograr una consulta mucho más eficiente.

Actualmente, más de una veintena de las tareas que realizan en su consulta diaria no corresponden al médico de familia. Para la semFYC, las iniciativas encaminadas a eliminar la burocracia forman parte de una estrategia global que implica simplificar, agilizar y reestructurar. Una estrategia que sirva para acelerar el proceso de toma de decisiones, evitar los atascos de información, estimular la iniciativa profesional y sacar el máximo rendimiento de la atención clínica.

No sólo se trata de eliminar tareas innecesarias, sino también aquellas que se hacen de manera ineficiente y/o por delegación inapropiada desde otros niveles asistenciales. Es decir, realizar esta actividad "donde sea mejor y más sencillo para el paciente y el conjunto del sistema".