Entrevista a la Dra. Covadonga López, coordinadora de la mesa Dimensión Humana
En el Congreso anual de la semFYC, el Grupo de Dimensión Humana participa en la mesa sobre el “Compromiso del médico de familia: entre la consulta y los programas electorales”. En esta edición de Noticias semFYC entrevistamos a la coordinadora de esta actividad para que nos avance sus contenidos y nos hable de las iniciativas que impulsa Dimensión HUMANA en la semFYC.
La Dra. Covadonga López trabaja en el centro de salud de Natahoyo desde 1985. Es tutora de residentes de MFyC y coordinadora de la Unidad Docente de MFyC de Asturias. Compagina su tarea clínica y docente con su participación en el programa Dimensión Humana.
El programa Dimensión Humana se dedica a potenciar la identidad profesional y social de la medicina de familia. ¿Por qué es necesario reivindicar los valores de la profesión?
Vivimos en una sociedad que adora y deifica la tecnología, relegando aspectos esenciales del ser humano. Una sociedad habituada a obtener aquello que desea o necesita a cambio de dinero. Y hemos olvidado que las cosas realmente importantes, la salud, la felicidad o el tiempo, no están a la venta, no pueden adquirirse como bienes de consumo. Una sociedad que ha potenciado la individualidad hasta tal extremo que ya no somos conscientes de nuestra pertenencia a una red que nos une no sólo al resto de los seres humanos, sino a todo el ecosistema del planeta.
El problema radica en que esa red es esencial para nuestro bienestar físico y mental. Existe una inmensa confusión incluso en la terminología. La mayoría de las noticias que se publican en relación a la salud se refieren a pruebas médicas, tratamientos, intervenciones, etc. Nada de todo ello tiene que ver con la salud, sino con la enfermedad: detección precoz, tratamiento, curación, etc.La salud es otra cosa y se obtiene por otros medios.
¿Cómo cree que ha evolucionado la percepción de la medicina de familia en los últimos años? ¿Qué factores han influido?
Creo que como especialidad aún no ha alcanzado el reconocimiento social que merece. Otra cosa es el reconocimiento de los que la ejercen, que resulta indiscutible: en todas las encuestas poblacionales, los médicos de familia son los profesionales mejor valorados, seguidos por los enfermeros de Atención Primaria. La progresiva fragmentación de las especialidades hospitalarias y la organización de los equipos de atención especializada dificultan en muchos casos la relación personal médico-paciente, poniendo de relieve la importancia del médico de familia como elemento estable, integrador y referencial.
¿Cuáles son los objetivos del programa Dimensión Humana de la semFYC?
Reivindicamos la frase de Terencio: “Hombre soy y nada de lo humano me es ajeno”. Queremos rescatar el humanismo renacentista y que el hombre, desde una concepción integral y sistémica, vuelva a ser “medida de todas las cosas”. Recuperar el interés por lo individual, lo relacional, lo reflexivo y lo cualitativo. Se trata de un proyecto transversal que, siguiendo la estrategia de los proyectos semFYC, pretende potenciar los valores humanísticos entre los médicos de familia y en el Sistema Nacional de Salud, ofreciendo un espacio para la defensa, la promoción y el desarrollo de los valores profesionales de la medicina de familia.
¿Qué acciones iniciales se han impulsado?
Ahora mismo están en marcha tres ejes estratégicos: presencia activa en los grandes acontecimientos de la sociedad, como los congresos; desarrollo de un espacio web propio que sirva como lugar de encuentro e intercambio de ideas, opiniones y experiencias, y un grupo de trabajo sobre profesionalidad y valores.
Una de las actividades que promueve el Congreso de la semFYC es la mesa Dimensión Humana. ¿Qué puede aportar esta mesa al quehacer diario de los médicos de familia?
Una nueva visión del tema y un nuevo enfoque. Lo que llamamos “realidad” no es algo externo a nosotros, es algo que construimos a partir de un sistema de coordenadas previo, que estructura y organiza los datos. Un pequeño cambio de posición puede dar lugar a una construcción muy diferente. Los tres participantes de la mesa se caracterizan por su visión aguda y crítica, y representan tres puntos de vista diferentes: la de un sociólogo (Vicente Verdú), la de un ideólogo y gestor de la Atención Primaria (Joan Gené) y la de un médico de familia en su práctica diaria (Cristina Viana).
El cambio dependerá de cada uno de los asistentes, pero al menos el placer de presenciar el análisis inteligente de una situación desde tres puntos de vista diferentes, está garantizado.
¿Cuáles son los contenidos clave que se abordarán?
Las distintas visiones, expectativas y problemas que población, gestores y médicos, tienen de la salud, la enfermedad y la relación médico-paciente. La mesa parte de la idea que existe un desencuentro entre los diferentes agentes que intervienen en el sistema sanitario.
¿Qué puede hacer el médico de familia ante esta situación? Primero, sobrevivir: es un mandato biológico. Segundo, evitar el Burnout: supervivencia profesional. Tercero, echar mano de los valores esenciales de la especialidad: honestidad, profesionalidad, compromiso con la comunidad y las personas, etc. Apoyarse en la confianza que todo paciente deposita en su médico de familia y explicar clara y honestamente la situación y sus posibilidades. Y recordar que el sentido común y la ética abundan más de lo que solemos suponer.
¿Desea añadir algo más?
Animo a los congresistas a asistir a la mesa y a participar en el Espacio Humana del Congreso. No es fácil elegir entre las múltiples actividades que se proponen, pero como afirma Jovell, el primer error de la medicina fue situarse en la rama de “ciencias”, olvidando todo lo que debe y necesita a las disciplinas humanísticas. El proyecto Dimensión Humana intenta paliar, al menos parcialmente, esa carencia.
Dimensión Humana. El compromiso del médico de familia: entre la consulta y los programas electorales
Viernes, 9 de noviembre, de 15.30 a 17.30 h
Valladolid – Institución Ferial de Castilla y León