Entrevista al Dr. Alberto Alonso, coordinador del Grupo de Cuidados Paliativos
1. El grupo de trabajo de cuidados paliativos acaba de editar una
guía de consulta rápida para el Manejo del dolor relacionado con el cáncer. ¿Cuál es el objetivo de esta guía?
El 30-40% de los pacientes con cáncer sometidos a tratamiento activo refieren dolor que es , sin duda, el síntoma más temido e incapacitante. Los trabajos realizados en nuestro país en el ámbito de la Atención Primaria muestran resultados específicos sobre la insuficiente evaluación del dolor y la mala utilización de opioides. El objetivo de esta guía es, en consecuencia, aportar de una forma práctica y rápida los puntos clave en la atención del paciente con dolor oncológico tanto para su evaluación como para su tratamiento, siguiendo en este último caso las directrices de la escalera analgésica de la OMS que ha demostrado ser una estrategia adecuada y simple para el control del dolor en la mayoría de los pacientes oncológicos. En el tratamiento se hace además especial hincapié en los opioides que constituyen, sin duda, los fármacos clave para el control del dolor en estos pacientes.
2. La guía pretende ayudar a pacientes y a profesionales ¿Cuál es su opinión el papel del médico de familia en la atención a estos pacientes?
El papel del médico de familia en el control del dolor a pacientes oncológicos es crucial. En primer lugar porque al ser el médico de referencia del paciente es el que puede afrontar el tratamiento de una forma más integral pero, además, es el profesional más accesible para el paciente. Es cierto que el médico de familia ha perdido protagonismo en términos generales en la atención al enfermo oncológico pero probablemente esa es una de las razones para el mal control sintomatológico de estos pacientes.
Creemos que el aporte de esta Guía de consulta rápida puede servir de ayuda en la mayor implicación del médico de familia en la atención a estos pacientes.
3. ¿ A qué retos se enfrenta los médicos de familia en la atención
a enfermos que requieren cuidados paliativos? ¿Cuáles son las
principales carencias?
La atención a los pacientes al final de la vida ha puesto de manifiesto dos de los puntos débiles de la atención primaria. En primer lugar la poco frecuente práctica de una atención domiciliaria programada y protocolizada. En muchos casos la masificación de las consultas ha situado la atención domiciliaria en un segundo plano, ejercida sólo a golpes de llamadas urgentes de nuestros pacientes. De esta forma es imposible procurar un adecuado cuidado a los mismos. En segundo lugar, las deficiencias en la coordinación entre el primer nivel de atención y los servicios hospitalarios. Las grandes necesidades de atención de estos pacientes requieren de una coordinación fluida para asegurar la continuidad asistencial y permitir ingresos y altas hospitalarias
lo menos traumáticos posibles. Sin embargo, esta coordinación en la mayoría de los casos brilla por su ausencia y comunicarse entre diferentes profesionales que atienden a un mismo paciente es cada vez más un enorme ejercicio de voluntarismo individual. El resultado es, por ejemplo, que aunque la mayoría de los pacientes al final de la vida quieren ser atendidos y fallecer en su propio domicilio, el mayor porcentaje acaba muriendo en el hospital tras ingresos prolongados y en un gran porcentaje evitables.
4. Cuáles son las estrategias a su juicio para corregir o mejorar
esta situación?
Es fundamental para paliar las deficiencias de las que hablábamos, la dotación de recursos domiciliarios suficientes. Esto incluye tanto la potenciación de los programas de atención domiciliaria entre los médicos de familia (lo cual sólo será posible si se realizan los esfuerzos necesarios para impedir la masificación de nuestras consultas y se dota a todos los centros de salud del instrumental y los fármacos necesarios) como la
existencia de unos servicios sociales que garanticen la asistencia de los pacientes más necesitados en su domicilio. Precisamos igualmente de programas que impliquen a todos los niveles
asistenciales. Los pacientes al final de la vida tienen múltiples y complejas necesidades que precisan de enfoques multidisciplinares y flexibles que permitan una atención integral y continua. En ese sentido el desarrollo de estos programas, que están ya en marcha en la mayoría de los países de nuestro entorno, puede servir de ejemplo y facilitar la solución de otros
problemas de coordinación y de integración entre niveles asistenciales.
5. Usted es el coordinador del Grupo de Cuidados Paliativos. ¿Cuál es/son los objetivos del mismo?
El objetivo principal del Grupo es la concienciación de los médicos de familia en la importancia crucial de atender a nuestros pacientes al final de la vida. En los últimos años la medicina ha asistido a un movimiento de revisión de sus propios fines que trata de situar al mismo nivel el curar y el cuidar. En este contexto resulta fundamental plantearse como atendemos a los pacientes con enfermedades avanzadas e incurables en donde el objetivo no
es prolongar la vida sino mejorar la calidad de la misma. Esta preocupación creciente por los cuidados al final de la vida se ve claramente reflejada en las publicaciones científicas, ya en la actualidad es raro encontrar una revista clínica (Journal of Clinical Oncology, New England, JAMA, BMJ) que no haya dedicado periódicamente artículos, editoriales e incluso secciones completas a este tema. El médico de familia se encuentra en una posición ideal para liderar este cambio de posición de la medicina. Es el profesional más cercano al paciente y, por tanto, el que puede ofrecerle los mejores cuidados. Tenemos la obligación moral de liderar este cambio en los fines de la medicina.
6. Háblenos brevemente de la trayectoria del Grupo de Paliativos y cuáles son los proyectos en los que trabaja actualmente.
Nuestro Grupo es relativamente reciente. Se constituyo hace escasamente tres años. Hemos centrado nuestros esfuerzos en iniciativas docentes y en la colaboración con la administración y otras sociedades científicas en el diseño de estrategias de atención al enfermo al final de la vida que aseguren el papel central del médico de familia. Desde el punto de vista docente hemos desarrollado ya varios talleres que abordan aspectos cruciales de la atención a estos pacientes: Manejo de Vía
Subcutánea, Atención en la Agonía, Comunicación con Pacientes Terminales y Problemas Éticos al Final de la Vida. Los talleres se han impartido o se impartirán tanto en la Escuela de Verano como en las diferentes sedes federadas semFYC. Estamos desarrollando una serie de Documentos/Guías de Manejo para facilitar la atención a pacientes terminales, de los cuales el primero es el comentado más arriba pero probablemente para finales de este año tengamos ya terminado el Documento sobre Sedación Terminal. Hemos colaborado también con distintas Mesas y Ponencias en los últimos Congresos de semFYC. Por último recientemente aparecerá un monográfico de “Atención al Paciente Oncológico Avanzado” en la revista Atención Primaria que ha sido elaborado en su mayor parte por miembros del Grupo. Desde el punto de vista estratégico hemos estado presentes en las diferentes Mesas sobre Organización de la Asistencia al Final de la Vida organizadas por varias sociedades científicas: SECPAL, SEOM, SEGG. Participamos también activamente en el momento actual en la elaboración
7. ¿Cuáles son los objetivos que se han marcado dentro del grupo a corto y a medio plazo?
En primer lugar la idea es seguir desarrollando esta labor docente y de concienciación con la elaboración de nuevos talleres y documentos. El proyecto más importante en este sentido será la publicación para el próximo año de la nueva Guía semFYC de Cuidados Paliativos. A más largo plazo queremos también tener un papel en el desarrollo y potenciación de proyectos de investigación liderando algunos trabajos sobre este campo.