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Abel Novoa: “Es importante que las condiciones asistenciales de Atención Primaria se reformen para que sea posible atender el final de la vida con calidad”
Fecha de publicación: 16 de diciembre de 2022
Ya está publicado el nuevo episodio de ‘El Fonendo’, el podcast de la semFYC. Un espacio que en esta ocasión está dedicado a hacer balance del año de aplicación de la ley de la eutanasia, así como del papel y los desafíos que tienen los médicos de familia en la atención al final de la vida.
Los datos del Ministerio de Sanidad del primer año de la ley orgánica de regulación de la eutanasia, en vigor desde junio de 2021, nos hablan de unas 400 solicitudes presentadas y de 180 personas que han recibido ayuda para morir (0,04% de las muertes producidas en España). En su mayoría, han sido pacientes con enfermedades neurodegenerativas o con cáncer, que optaron por morir en sus casas.
Con estos datos sobre la mesa, la ley apenas está arrancando. Sin embargo, cabe tener en cuenta que “las y los médicos de familia, en un 60% de los casos, son los profesionales de referencia que acompañan al paciente durante todo el proceso”, explica el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Miguel Melguizo.
Retos para las y los médicos de familia
Uno de los aspectos más complicados para las y los médicos de familia es calibrar el grado de sufrimiento del paciente que reclama su derecho a morir. Sobre esta cuestión, el médico de familia y coordinador del Grupo de Trabajo de Bioética de la semFYC, Abel Novoa, señala que “a pesar de no tener un medidor objetivo del dolor, sí que sabemos, y se ha trabajado bastante en ello, que existe una multidimensionalidad del sufrimiento: no solo hay que contemplar el dolor físico, sino también el psicológico, espiritual o familiar”.
Por otro lado, Novoa apunta que “lo más importante ahora mismo es que las condiciones asistenciales de Atención Primaria se reformen para que sea posible atender el final de la vida con calidad y, especialmente, estos procesos, que son muy costosos y complejos en cuanto a tiempo” y añade que “nos jugamos el futuro y la legitimidad de los servicios sanitarios”.
Ya puedes escuchar el nuevo episodio de ‘El Fonendo’, el podcast de la semFYC, haciendo clic aquí.
Los datos del Ministerio de Sanidad del primer año de la ley orgánica de regulación de la eutanasia, en vigor desde junio de 2021, nos hablan de unas 400 solicitudes presentadas y de 180 personas que han recibido ayuda para morir (0,04% de las muertes producidas en España). En su mayoría, han sido pacientes con enfermedades neurodegenerativas o con cáncer, que optaron por morir en sus casas.
Con estos datos sobre la mesa, la ley apenas está arrancando. Sin embargo, cabe tener en cuenta que “las y los médicos de familia, en un 60% de los casos, son los profesionales de referencia que acompañan al paciente durante todo el proceso”, explica el especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Miguel Melguizo.
Retos para las y los médicos de familia
Uno de los aspectos más complicados para las y los médicos de familia es calibrar el grado de sufrimiento del paciente que reclama su derecho a morir. Sobre esta cuestión, el médico de familia y coordinador del Grupo de Trabajo de Bioética de la semFYC, Abel Novoa, señala que “a pesar de no tener un medidor objetivo del dolor, sí que sabemos, y se ha trabajado bastante en ello, que existe una multidimensionalidad del sufrimiento: no solo hay que contemplar el dolor físico, sino también el psicológico, espiritual o familiar”.
Por otro lado, Novoa apunta que “lo más importante ahora mismo es que las condiciones asistenciales de Atención Primaria se reformen para que sea posible atender el final de la vida con calidad y, especialmente, estos procesos, que son muy costosos y complejos en cuanto a tiempo” y añade que “nos jugamos el futuro y la legitimidad de los servicios sanitarios”.
Ya puedes escuchar el nuevo episodio de ‘El Fonendo’, el podcast de la semFYC, haciendo clic aquí.
