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La semFYC considera

La semFYC considera "un paso atrás" el primer intento del congreso para regular la publicidad y venta del cigarrillo electrónico

Fecha de publicación: 24 de febrero de 2014
• Muestran su preocupación con la decisión adoptada por la Comisión de Sanidad de incluir el primer marco regulatorio de estos dispositivos dentro de la Ley para la Defensa de los Consumidores

• Creen que de esta forma no se protege al consumidor, ya que se desconocen los riesgos para la salud del vapor emitido y no está demostrada su seguridad ni para el usuario ni para los que están a su alrededor

• Esta sociedad científica defiende que este producto se regule igual que el tabaco

Tras la decisión adoptada por el Congreso de incluir el primer marco regulatorio de los cigarrillos electrónicos dentro de la Ley para la Defensa de los Consumidores, la semFYC, a través de su Grupo de Trabajo de Abordaje al Tabaquismo (GAT), dese manifestar su malestar y preocupación, ya que considera que esta medida supone "un paso atrás" y va en contra de proteger a los consumidores, al desconocerse los riesgos para la salud del vapor emitido y no estar demostrada su seguridad ni para el usuario ni para los que están a su alrededor. 

Para la coordinadora del GAT, la doctora Ana Mª Furió, "es importante tener en cuenta que las medidas aprobadas siguen suponiendo un ‘limbo legal' ante otras cuestiones tan importantes como es la reglamentación de los productos utilizados, la información de los peligros para los niños y la cantidad de nicotina que contienen". 

Teniendo en cuenta que no hay estudios que demuestren su seguridad y eficacia para dejar de fumar, los médicos de familia consideran necesario investigar más para valorar su seguridad a corto y largo plazo y su eficacia como método de abandono del tabaco. Por todo ello insisten en que el Ministerio amplíe lo antes posible su prohibición a todos los lugares públicos cerrados, incluyendo los bares y restaurantes, y su venta y publicidad a los menores. 

"Esperemos", subraya la doctora Furió, "que éste sea un primer paso para conseguir una regulación completa y, sin concesiones, ante un producto donde no está demostrada su inocuidad y representa un riesgo para la salud pública".

El GAT recuerda que:

o No se sabe si los cigarrillos electrónicos son más seguros que los clásicos, por lo que actualmente no se puede incentivar su utilización.

o Se deben evaluar los efectos de las diferentes sustancias que llevan, y la inhalación de éstas varias veces al día durante meses o años. A corto plazo hay un estudio que ha mostrado efectos fisiológicos adversos sobre la función pulmonar en voluntarios sanos, sin que sea posible establecer claramente su relevancia clínica, y sin valorar los efectos a largo plazo de la exposición continuada.

o Los riesgos para la salud del vapor emitido se desconocen, aunque todo apunta a que contienen productos tóxicos para la salud.

o No olvidemos que contienen nicotina, que es un producto muy tóxico y tremendamente adictivo.

o Los cigarrillos electrónicos representan un riesgo para la salud pública, ya que pueden significar: 

- Una puerta de entrada al consumo de tabaco entre los jóvenes. 

- Volver a normalizar el tabaquismo. 

- Convertir a los exfumadores en consumidores de cigarrillos electrónicos, evitando la abstinencia completa y exponiendo su salud a un nuevo y desconocido tóxico. 

 

Información complementaria: "El cigarrillo electrónico: la utopía del cigarrillo seguro" Editorial de la revista Atención Primaria