Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en España
Las enfermedades cardiovasculares representan hoy en día la primera causa de mortalidad en España, donde un 33% de los fallecimientos registrados se deben a esta patología. No obstante, la tasa de muertes ajustada según la edad del paciente difiere en función de la comunidad autónoma en que éste resida, según se ha dado a conocer durante las II Jornadas Científicas del Comité Español Interdisciplinario para la Prevención Cardiovascular (CEIPC).
El coordinador científico de este organismo y miembro de la semFYC, José María Lobos, ha puesto de manifiesto que “en regiones como Andalucía, Murcia, Canarias o la Comunidad Valenciana los índices de mortalidad por cardiopatía isquémica son hasta un 50 por ciento superiores a los que se detectan, por ejemplo, en Madrid, Castilla-León, La Rioja o Navarra”.
700.000 infartos de miocardio al año
Según Lobos, el clásico perfil “mediterráneo” de la enfermedad se caracteriza por una mayor prevalencia del infarto de miocardio en personas algo más jóvenes y en varones, mientras que el ictus se da con más frecuencia en las mujeres de edad avanzada. Sin embargo, añade Lobos, algunas novedades como la mejoría en el control de algunos factores de riesgo -hipertensión arterial- y el empeoramiento de otros -diabetes y obesidad- hacen que el panorama epidemiológico comience a ser diferente.
Alrededor de 700.000 españoles sufren cada año un episodio de infarto agudo de miocardio, y más del 30% fallecen antes de recibir atención hospitalaria. Respecto al número de ictus, principal manifestación de la enfermedad cerebrovascular, ésta es superior a 100.000.
Control de la tensión arterial
Durante la celebración de las jornadas CEIPC, se han dado a conocer los resultados del estudio Preseap, un trabajo en el que han participado más de 1.200 personas procedentes de 42 centros de salud de toda España y que han padecido alguna enfermedad cardiovascular.
El médico de familia Carlos Brotons, autor principal y coordinador nacional del estudio, ha declarado que “la mitad de los sujetos que participan en el estudio no tienen sus cifras de presión arterial controladas, el 60 por ciento registra unas cifras de colesterol LDL por encima del objetivo terapéutico deseado y la mayor parte de los pacientes con hipertensión arterial recibe un tratamiento insuficiente”.
De hecho, una de las conclusiones a las que se llegó en la última convención internacional sobre Cardiología es que el acceso de la población trabajadora a los sistemas preventivos de las enfermedades cardiovasculares es restringido dada la baja tasa de frecuentación a los servicios públicos o privados de salud. Tal y como reconoció el presidente de la semFYC, el doctor Luis Aguilera, “hay que avanzar en evidencias y en estrategias de prevención y de promoción”, al tiempo que recordó que el desarrollo de éstas tiene distintas vertientes, “poblacional, individual,... pero lo importante, a su juicio, es que los pacientes se sientan partícipes de dichas estrategias”.
El doctor Aguilera sugirió, además, que estas medidas no se contemplen de manera aislada, sino que los esfuerzos se enfoquen en combinar acciones desde todos los entornos en los que se mueva el ciudadano-trabajador, ya que como argumentó, “siempre que se hagan de manera combinada se obtendrá un mayor éxito que si se llevan a cabo de forma aislada”.