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Lo complejo de la Medicina Familiar, en el nuevo editorial de la revista ‘AMF’
Fecha de publicación: 23 de marzo de 2023
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El perfil profesional de Medicina Familiar y Atención Primaria que demanda la sociedad y el sistema sanitario exige una complejidad elevada, “un virtuoso compendio de inteligencia cognitiva y emocional”, como apunta, en el editorial de marzo de la revista AMF, Miguel Melguizo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y miembro del Grupo de Trabajo de Bioética de la SAMFyC.
En este texto, que lleva por título “La Medicina de Familia es para inteligentes. Un acercamiento a su complejidad”, el autor expone los elementos clave de la especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria para reflejar cómo los profesionales que se dedican a ella tienen que contar con múltiples capacidades y habilidades, algo que sostiene que “sólo está al alcance de los más inteligentes”
El artículo repasa aspectos como la integralidad, para abordar la salud con perspectiva biopsicosocial y dirigirse no sólo al problema, sino a la persona; y destaca que “la MF antepone la relación clínica a la tecnología, la empatía a la rigidez diagnóstica y la compasión a la incierta curación”.
Melguizo también hace referencia a la longitudinalidad de la especialidad y a cómo ésta “obliga a una gran fortaleza emocional del profesional”, ya que la atención sanitaria a largo plazo puede desembocar en “errores clínicos, desencuentros con familiares o una falta de respuesta a la precariedad social”.
Además, el texto incide en cómo la cercanía de los médicos y las médicas de familia exige estar con adaptabilidad y aplicación en el lugar, momento y forma que el paciente elige, y en cómo actúan como “auténticos microgestores”.
Miguel Melguizo concluye su artículo señalando que “la MF supone un reto descomunal y una eterna exigencia de competencia e implicación. Una especialidad que, por su complejidad, ofrece una constante incomodidad, bastante felicidad y una completa comprensión del sentido de la profesión médica” y sentencia que la “ la MF trabaja con cuerpos y sentimientos, con evidencias científicas y cuidados, con abrazos y sufrimientos”.
El perfil profesional de Medicina Familiar y Atención Primaria que demanda la sociedad y el sistema sanitario exige una complejidad elevada, “un virtuoso compendio de inteligencia cognitiva y emocional”, como apunta, en el editorial de marzo de la revista AMF, Miguel Melguizo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria y miembro del Grupo de Trabajo de Bioética de la SAMFyC.
En este texto, que lleva por título “La Medicina de Familia es para inteligentes. Un acercamiento a su complejidad”, el autor expone los elementos clave de la especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria para reflejar cómo los profesionales que se dedican a ella tienen que contar con múltiples capacidades y habilidades, algo que sostiene que “sólo está al alcance de los más inteligentes”
El artículo repasa aspectos como la integralidad, para abordar la salud con perspectiva biopsicosocial y dirigirse no sólo al problema, sino a la persona; y destaca que “la MF antepone la relación clínica a la tecnología, la empatía a la rigidez diagnóstica y la compasión a la incierta curación”.
Melguizo también hace referencia a la longitudinalidad de la especialidad y a cómo ésta “obliga a una gran fortaleza emocional del profesional”, ya que la atención sanitaria a largo plazo puede desembocar en “errores clínicos, desencuentros con familiares o una falta de respuesta a la precariedad social”.
Además, el texto incide en cómo la cercanía de los médicos y las médicas de familia exige estar con adaptabilidad y aplicación en el lugar, momento y forma que el paciente elige, y en cómo actúan como “auténticos microgestores”.
Miguel Melguizo concluye su artículo señalando que “la MF supone un reto descomunal y una eterna exigencia de competencia e implicación. Una especialidad que, por su complejidad, ofrece una constante incomodidad, bastante felicidad y una completa comprensión del sentido de la profesión médica” y sentencia que la “ la MF trabaja con cuerpos y sentimientos, con evidencias científicas y cuidados, con abrazos y sufrimientos”.