Los médicos apuestan por realizar la prueba del VIH en los centros de salud para reducir el diagnóstico tardío
La detección precoz del VIH/SIDA y su prevención fueron tareas que los médicos de familia asumieron a principios de los años 90 cuando la enfermedad alcanzada su pico de incidencia y mortalidad. Desde finales de esa década, el control de la infección empezó a ser una realidad que ha favorecido un cierto abandono de la prevención.
Por ello, la prevención vuelve ahora a ser una nueva prioridad para el médico de familia y un nuevo reto para la Atención Primaria (AP). Según datos del Plan Nacional sobre Sida, en España, están infectadas entre unas 125.000 y unas 150.000 personas. Cada año contraen el virus unas 3.000 personas, aunque uno de cada cuatro desconoce su condición de seropositivo hasta que aparecen los síntomas.
Pese a los incuestionables avances terapéuticos, aún no existe un tratamiento curativo ni se dispone de una vacuna eficaz, por lo que la prevención continúa siendo la medida más eficaz para evitar que la pandemia continúe propagándose. El diagnóstico precoz de la infección por VIH se logra a través de una prueba que determina si el paciente tiene anticuerpos del virus. Por ello, la situación del médico de familia en la puerta de acceso al sistema nacional de salud es clave para normalizar el uso de la prueba, evitar nuevos casos y aumentar la supervivencia.
La entrevista clínica
Para conseguir un diagnóstico precoz, la entrevista clínica que realiza el médico debe incorporar preguntas acerca de determinados comportamientos como las relaciones sexuales o el consumo de drogas. Así, en el caso que el médico identifique conductas de riesgo, ofrecerá entonces al paciente la realización de la prueba, siempre explicándole sus beneficios e insistiéndole en la confidencialidad de la misma.
Población inmigrante
Hasta 1997, menos del 3% de los casos de Sida diagnosticados en España correspondían a personas originarias de otros países. A partir de entonces, el número y porcentaje de inmigrantes afectados no ha dejado de crecer. Según datos del 2003, la mayoría de los afectados eran varones (67%) y más de la mitad procedían de Latinoamérica, seguido de África subsahariana con un 25% y del resto de Europa con un 13%. Hoy en día, la prevalencia de VIH es similar a la de la población española, excepto en el caso de los subsaharianos.
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