Los médicos de familia alertan de la escasa percepción de riesgo entre los adolescentes que consumen cannabis
JORNADAS DE ACTUALIZACIÓN EN MEDICINA DE FAMILIA
Palacio Euskalduna
Bilbao, 26 y 27 de febrero de 2009
• En Bilbao se celebra un taller que analiza la mejor forma de ayudar desde la consulta al joven que consume sustancias como el cannabis, éxtasis o la cocaína
• Otro taller pone en práctica los métodos de la entrevista motivacional aplicada al consumo de cocaína
• Estas jornadas permiten al médico de familia actualizar su formación gracias a una treintena de sesiones como las dedicadas al acompañamiento al final de la vida, el abordaje del dolor crónico o los cuidados paliativos
Bilbao, 26 de febrero de 2009.- Los médicos de familia consideran que el consumo de cannabis entre adolescentes continúa siendo preocupante en la medida en que sigue habiendo una baja percepción del riesgo, sobre todo entre los adolescentes. Aunque los datos de la Encuesta Domiciliaria sobre Alcohol y Drogas (EDADES) 2007-2008 reflejen una caída del consumo entre la población de 15 a 64 años de edad, lo cierto es que el uso de esta sustancia y otras como la cocaína o el éxtasis, utilizadas con fines recreativos, sigue siendo muy común entre personas jóvenes, sanas y socialmente normalizadas. Muchos menores admiten obtenerlas con facilidad. Drogas: gestión de placeres y riesgo es el nombre del taller dedicado al manejo de las drogodependencias en Atención Primaria dentro de las Jornadas de Actualización de Medicina de Familia que hoy y mañana tienen lugar en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
Más de trescientos profesionales asisten a estos cursos de carácter eminentemente práctico organizados por la Sociedad Española (semFYC) y la Sociedad Vasca de Medicina de Familia y Comunitaria (OSATZEN), con la colaboración del Instituto de Formación Novartis. En total son cerca de una treintena de talleres que abarcan numerosos aspectos de la labor que realiza a diario el médico de familia, como el acompañamiento al final de la vida, las ayudas al paciente fumador, el abordaje integral del dolor crónico o la detección del maltrato a personas mayores. Estas jornadas, que se celebrarán en seis ciudades españolas a lo largo de 2009, son, según el doctor Luis Aguilera, presidente de semFYC, el "fiel reflejo de un sólido compromiso de los médicos de familia por mejorar su labor diaria".
La confusión del cannabis terapéutico
Según el director Académico de las jornadas y coordinador del Grupo de Intervención en Drogas (GID) de semFYC, el doctor José Zarco, desde hace algunos años ciertos movimientos reivindicativos que utilizan como "bandera" el consumo de cannabis y la utilización fuera de contexto del cannabis terapéutico están aumentando la confusión existente entre los más jóvenes, fomentando la consideración social del cannabis como una droga de bajo riesgo.
El primer contacto con la droga se produce a edades tempranas donde existe una percepción de bajo riesgo para ciertas drogas que puede predisponer al consumo, y por consiguiente a problemas relacionados con el mismo y una mayor probabilidad de dependencia. A esto se añade la fácil accesibilidad al alcohol, al cannabis y a la cocaína que confiesan los propios jóvenes.
"Las estrategias tradicionales de abordaje del paciente consumidor de drogas se han basado en considerar cualquier uso como problemático y han buscado como único objetivo la abstinencia. El taller que tenemos en Bilbao parte de la necesidad de de formación que tenemos los médicos de familia para adecuar la información y el consejo a cada realidad para así disminuir posibles consumos problemáticos y minimizar los riesgos", plantea el doctor Zarco.
Aprovechar recursos de los centros de salud
La formación del médico de familia es clave por su situación privilegiada en la puerta de entrada al sistema sanitario favoreciendo su capacidad para detectar, tratar y prevenir el consumo de tóxicos en la adolescencia. En estos cursos los profesionales aprenden, por ejemplo, a identificar distintos signos de alerta (cambios de conducta, fracaso escolar, insomnio, alteraciones del apetito, etc.) que le hacen sospechar de una posible ingesta de sustancias tóxicas.
Según el doctor Aguilera, la Administración debería utilizar tanto los recursos disponibles en los centros de salud como el conocimiento y habilidades de los médicos de familia en el abordaje de estas situaciones de riesgo, sobre todo entre los más jóvenes. "Podemos y debemos aprovechar cualquier oportunidad para investigar posibles consumos y adecuar el consejo a la situación detectada, fundamentado en una información científicamente contrastada, que sea capaz de promover cambios hacia conductas más saludables".
Además de conocer los nuevos patrones de consumo, esta sesión dedicada a los problemas relacionados con el consumo de drogas aborda también cómo mejorar la atención a pacientes que puedan presentar trastornos asociados al consumo de cocaína u otras sustancias o cómo identificar a los adolescentes que empiezan a consumir drogas. Según el doctor Zarco, "por lo general, son los padres quienes nos lo comunican porque advierten los cambios bruscos en la conducta y el humor en el hogar, fracaso escolar, alteraciones en el apetito, trastornos de sueño, deterioro de los hábitos higiénicos, etc.".
Según este experto, la intervención del profesional de atención primaria debe centrarse en ofrecer orientación a aquellas familias que viven en circunstancias que puedan favorecer el desarrollo de una drogodependencia procurando lograr una detección precoz del problema.
La entrevista motivacional
Otro taller previsto en las jornadas pondrá en práctica los métodos de la entrevista motivacional aplicada al consumo de cocaína. La entrevista motivacional es aquella centrada en el paciente, que busca ayudar a explorar y resolver ambivalencias en relación a las discrepancias existentes en las conductas o relacionados con el consumo de drogas. El objetivo es que el paciente tome conciencia sobre "donde está y donde le gustaría estar" para así posibilitar un cambio en su conducta.