Médicos más humanos
Hace ya dos años que semFYC trabaja en el Grupo Impulsor de Dimensión Humana, con la clara intención de potenciar la identidad personal y social de la medicina de familia. Sin ir más lejos, este Grupo de Trabajo ha protagonizado una mesa de debate en el Congreso anual de semFYC, en la que el vicepresidente tercero de la sociedad, José Antonio Prados, ha hecho hincapié en la necesidad de que tanto tutores como docentes utilicen Humana como una herramienta de aprendizaje.
Una idea que comparte José Ramón Vázquez, miembro también del grupo impulsor de Humana, quien ha destacado “la necesidad de humanizar la profesión para ser capaces de llegar a los pacientes”.
La humanización de la medicina, no obstante, no es una voluntad nueva en semFYC. En el año 1966 nacía la revista “Humana, algo más que una revista” de la que ahora se recuperan los propósitos para su reconversión en formato electrónico. Un Grupo de Trabajo de una veintena de personas de diferentes edades y perfiles trabaja desde hace tiempo en la elaboración del documento Humana, que pretende estar listo para su uso durante el año próximo.
La mesa ha contado también con la participación de los médicos de familia Cristina Viana y Joan Gené que acompañados del escritor y periodista Vicente Verdú han relatado su experiencia con respecto al sector sanitario y vinculado a su actividad profesional.
Durante su intervención, basada en su experiencia diaria en consulta, la doctora Viana ha recordado que el 80% de las consultas son generadas por el 10% de los pacientes. “Un porcentaje de visitas que no requiere fármacos y tecnología, sino paciencia y tiempo”, ha señalado Viana.
Por su parte, el doctor Gené ha centrado su presentación en el perfil profesional de los gestores sanitarios del futuro que, según ha indicado, “deben despolitizaarse y pulsar la realidad de los centros de salud”.
El descontento con la clase política y sus actuaciones en el ámbito sanitario ha estado presente en todas las intervenciones. El periodista y sociólogo Vicente Verdú ha ido más allá definiendo al sistema político como “caduco, endogámico y que se retroalimenta a si mismo”.