Domingo Orozco: “Cuando el tratamiento preventivo en lugar de curativo, la motivación de los pacientes no es la misma”
Los Enfermos Crónicos ¿Grandes olvidados de la pandemia? es el título del acto virtual que, organizado por la Fundación Bamberg, tuvo lugar ayer y en el que participó Domingo Orozco, miembro del PAPPS-semFYC en Cardiovascular, y del Grupo de Trabajo semFYC de Diabetes y Coordinador del Grupo de Crónicos WONCA.
Para el abordaje de la sesión se partió del hecho de que el concepto de cronicidad está cambiando. Y de la existencia de medicamentos que ayudan a que las causas de muchas enfermedades crónicas de tipo metabólico, neurológico o mental, como la diabetes, la insuficiencia cardíaca o respiratoria o la hipertensión arterial no acaben produciendo daños en nuestro organismo. Enfermedades oncológicas, cardíacas y neurológicas, antes con una predicción de mortalidad a corto y medio plazo, ahora son cronificables (cuando no curables) alargando la vida de los pacientes hasta los años medios de esperanza de vida.
En su intervención, en la sesión titulada “Presente y futuro de la Cronicidad”, Orozco estableció un interesante paralelismo entre el covid y las enfermedades crónicas:
Esta enfermedad aguda que nos ha volcado la realidad tiene muchos puntos en común con las enfermedades crónicas, como el hecho de que el mejor tratamiento es la prevención.
“Lo que pasa cuando el tratamiento es la prevención es que la motivación de los pacientes no es la misma que con la medicación curativa”, afirmó. “Nadie deja de tomarse un Paracetamol si le duele la cabeza, pero sí puede plantearse ponerse una vacuna por si pasa algo, porque siempre se va a preguntar: pero y si no me pasa ese algo”. Es lo mismo que pasa con pacientes que deben tomar fármacos para prevenir problemas de tensión arterial, colesterol, diabetes…
“Muchas de estas patologías, salvo que estén muy descontroladas no dan síntomas, pero sabemos que tomando la medicación prevenimos muchas complicaciones”, afirmó Orozco, para quien esa es una gran similitud entre las crónicas y el COVID-19. En ese sentido continuó diciendo que “incorporar la medicina preventiva como forma de tratamiento es esencial para tratar la cronicidad. Siempre se ha dicho que prevenir es mejor que curar, pero a menudo, en la práctica clínica se nos olvida. Nos cuesta entender la importancia de la medicina preventiva”. Y hacérselo entender a los pacientes es parte de la labor de los médicos, según comentó el médico de familia.
Orozco quiso destacar la necesidad de recuperar la importancia del conocimiento científico y de las decisiones basadas en la evidencia, porque “vemos que en la sociedad la opinión predomina sobre el conocimiento”. Ha pasado en la pandemia, pero afirma Orozco, que pasa a diario con los pacientes crónicos en la consulta: “discuten recomendaciones porque han leído lo contrario en Internet o porque un conocido les ha dicho otra cosa”.
También recordó lo importante que ha sido durante la pandemia el trabajo en equipo y lo necesario que se hace en Medicina. “Es inexcusable. Porque el paciente no es propiedad de nadie y porque el saber ha avanzado tanto que es difícil que una sola especialidad pueda ocuparse de un crónico. Entre otras cosas, porque suelen ser pacientes pluripatológicos, no tienen una, sino varias enfermedades y hay que verle como una persona en su conjunto”.
En ese sentido se refirió a la historia clínica compartida de cara a la cronicidad. “Es esencial. Y, aunque debemos decir que España va muy adelantado en ese tema, aún queda mucho por hacer”.
Respecto a la situación de la AP en pandemia, Orozco aseguró que:
La Atención Primaria se ha visto desbordada por el covid y su labor no ha sido reconocida: el 90% de los pacientes con covid ha sido atendido en AP y eso ha supuesto una sobrecarga tremenda para el trabajo habitual en los Centros de Salud