Se multiplican las consultas por trastornos de ansiedad y depresión de personas en paro
El alto nivel de desempleo de larga duración unido a la incertidumbre económica que esta situación genera en los parados ha motivado un significativo aumento de los casos de ansiedad, depresión y estrés entre este colectivo. Situación que en los últimos años se da con mayor frecuencia en las consultas de Atención Primaria (AP). "Como consecuencia de la crisis económica es más común que acudan a nuestras consultas personas en paro que presentan trastornos mentales, ya que su situación les hace más sensibles y vulnerables a las circunstancias de su entorno", asegura el doctor Antonio José Madueño, miembro del Grupo de Salud Mental de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) y responsable del Encuentro sobre Psicofarmacología Aplicada en Atención Primaria, que se celebra en el marco de las Jornadas de Actualización de Medicina de Familia que tienen lugar hoy y mañana en Granada.
Aunque el mayor consumo de antidepresivos no se debe sólo a la situación económica actual, si es cierto que la aparición de nuevos fármacos, con menos efectos secundarios, unido a la crisis que atravesamos ha tenido un impacto importante sobre la salud de los españoles, llegando a multiplicar su demanda. "Como profesionales sanitarios debemos considerar la salud mental como un factor determinante en la salud de nuestros pacientes, por lo que debemos asesorarles tanto sobre las intervenciones no farmacológicas como sobre las farmacológicas más adecuadas a sus necesidades concretas. Además, en nuestras consultas cada vez es más evidente el aumento de los trastornos mentales reactivos/adaptativos a las situaciones personales desencadenadas por la crisis actual, fundamentalmente trastornos de ansiedad y depresión", afirma el doctor José Zarco, director científico de estas sesiones.
Estas jornadas, a las que acuden cerca de 300 profesionales de Atención Primaria de toda España, están organizadas por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y la Sociedad Andaluza de Medicina de Familia y Comunitaria (SAMFyC), con la colaboración de Novartis. Para el presidente de semFYC, el doctor Josep Basora: "La inquietud por dar respuesta a las nuevas necesidades, que requieren de nuevas habilidades, y al día a día de la consulta en la Medicina de Familia ha consolidado las celebración de estas Jornadas como un referente de primer orden en la agenda formativa de muchos profesionales de nuestra especialidad. Y el hecho de seguir aumentado la prevalencia de los trastornos mentales nos obliga a aumentar el nivel de resolución de la atención primaria ante estas patologías".
Los trastornos mentales más comunes
Las alteraciones afectivas, la ansiedad, la depresión, así como los trastornos adaptativos son los principales motivos de prescripción de psicofármacos en la consulta del médico de familia. El doctor Madueño comenta: "El perfil del paciente al que se prescribe con más frecuencia coincide con el que a su vez los demanda, una persona de mediana edad, tanto hombre como mujer, y de cualquier condición sociocultural".
Una vez realizado el diagnóstico se debe realizar un seguimiento al paciente para comprobar la eficacia del tratamiento prescrito y si existe algún tipo de efecto secundario. Además, como afirma el doctor Madueño: "El tratamiento farmacológico, en caso de que se prescriba, siempre debe ir acompañado de psicoterapia de apoyo. Es decir, hay que ofrecer al paciente un espacio de escucha en el que pueda exponer confidencialmente sus problemas y en el que se le oriente acerca de cómo poder afrontarlos".
Los médicos de familia tienen un papel clave en la detección y manejo de todos los trastornos mentales, incluyendo a pacientes con alteraciones de carácter psicótico. "Casos en los que debemos implicarnos tanto en la detección como en la derivación precoz, y en colaboración con las Unidades de Salud Mental Comunitarias", subraya el experto.
Uso de psicofármacos
Los ansiolíticos, y más en concreto las benzodiacepinas, son los psicofármacos más prescritos por el médico de familia. En este sentido, en general su utilización es adecuada a corto plazo, mientras que pocas veces está justificado su consumo de forma más constante, como ha pasado en los últimos años.
Como aclara el doctor Madueño: "Cuando se toman de manera prolongada no siempre resulta fácil retirarlos debido a la dependencia que generan. Los antidepresivos, en cambio, no producen esa adicción pero sí pueden provocar un síndrome de abstinencia si se dejan de tomar de repente. Por eso se debe hacer de manera paulatina. No obstante, no parece existir un consumo abusivo de antidepresivos sin prescripción médica; más bien al contrario: muchas veces detectamos un problema de cumplimiento con abandonos por parte de los pacientes antes de lo que se considera adecuado para evitar recaídas".
Es más fácil que se sufra un problema de abuso con las benzodiacepinas. Si su toma es frecuente pueden generar dependencia y síntomas de abstinencia al retirarlas, por lo que se recomienda su uso a corto plazo (4-8 semanas) y su retirada gradual.