semFYC considera un acierto que la Estrategia Nacional del Ictus impulse la prevención desde los Centros de Salud
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) considera un acierto que la Estrategia Nacional de Ictus incluya entre sus líneas estratégicas el impulso a la prevención de esta patología desde los centros de salud. El documento, consensuado entre el Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas, las sociedades científicas y las asociaciones de pacientes, detalla que es necesario potenciar la prevención de este grave y frecuente problema de salud reequilibrando las actividades preventivas con las de atención a las personas que han sufrido un ictus.
Tal y como explica el doctor Luis Aguilera, presidente de la semFYC, "las patologías más prevalentes en nuestro entorno requieren de un abordaje integral y pueden prevenirse mediante un adecuado control y detección de los factores de riesgo y mediante intervenciones dirigidas a modificar hábitos de vida. Por eso es prioritario incorporar las actividades preventivas a la Cartera de Servicios de los Equipos de Atención Primaria y reconocerse como una actividad específica".
La semFYC, que representa a más de 20.000 profesionales de Atención Primaria a través de sus diecisiete sociedades federadas, cree que deben mejorarse los sistemas de información que existen en torno a las enfermedades cardio y cerebrovasculares, en general, y en torno al ictus, en particular. Como indica el doctor Salvador Tranche, miembro del Grupo de Neurología de semFYC, "si bien parece que está mejorando el grado de control de los factores de riesgo, como la hipertensión, el colesterol, la diabetes, la obesidad o el tabaquismo, aún es preciso un esfuerzo mayor en esta línea. Para ello es necesario invertir también más en una labor de educación dirigida a los ciudadanos. Los médicos de familia se encuentran en una en una posición privilegiada para enseñar a la población a conocer bien los factores de riesgo y cómo controlarlos y, en caso de sufrir un ictus, que sepan identificar los signos de alerta para acudir con la máxima rapidez a un servicio de urgencias. Sólo así podrá reducirse el riesgo de muerte y la gravedad de las secuelas"
Pero el papel del médico de familia en la atención al ictus no se dirige en exclusiva a la prevención primaria del primer ictus y así se refleja en todas las líneas estratégicas del documento. Según el doctor Tranche, conviene llamar la atención sobre la labor que se realiza desde el primer nivel asistencial no sólo en la prevención del primer ictus sino también en la atención a domicilio y en la reducción de nuevos eventos cerebrovasculares en pacientes que tras el alta hospitalaria deben estar muy controlados por ser considerados pacientes de alto riesgo.