semFYC pide a sanidad que en la nueva legislatura se equilibre el presupuesto entre primaria y hospitalaria
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que representa a más de 19.500 profesionales de Atención Primaria de toda España, solicita al Ministerio de Sanidad que durante esta legislatura se corrija el actual desequilibrio presupuestario entre la atención primaria y la hospitalaria. Esta sociedad científica considera imprescindible que se produzca una adecuación de la financiación a las necesidades reales del primer nivel asistencial. Eso exige una rigurosa planificación como garantía de asignación racional de recursos según necesidades y prioridades y una tendencia progresiva a igualar los presupuestos entre niveles, de tal modo que sea posible el desarrollo de competencias en prevención, asistencia, docencia e investigación. El 90% de los problemas de salud de la población se resuelven en Atención Primaria. Es éste uno de los pilares del Proyecto AP XXI, que apuesta por un sistema de financiación compartido con las Comunidades Autónomas para conseguir así un equilibrio presupuestario que permita una gestión de los recursos más eficiente y más cercana a las necesidades de los usuarios del SNS.
La semFYC aprovecha este punto y aparte, que para el actual ministro de Sanidad representa el inicio de la nueva legislatura, para recordarle la importancia de que la Medicina de Familia y la Atención Primaria estén contempladas en los estudios universitarios como un área de conocimiento. Su inclusión es clave para mejorar el proceso formativo del profesional sanitario. Por otra parte, la semFYC considera que en los próximos años es preciso abordar también otras cuestiones:
1. La elaboración de un plan de recursos humanos que no frene el desarrollo del Sistema Nacional de Salud. Para garantizar unos servicios sanitarios de calidad, habría que definir, con un desarrollo vinculado a la LOPS y a la Ley de Cohesión y Calidad, unos criterios homogéneos de carrera profesional y de reacreditación de especialistas, así como completar el ordenamiento de las especialidades médicas mediante la troncalidad.
2. Avanzar en la búsqueda de un consenso en la gestión sanitaria, que ha de partir del gobierno central pero con el concurso de todas las comunidades autónomas. Sería conveniente que el Consejo Interterritorial limitara el debate político y reforzara la organización entre los 17 sistemas sanitarios. El sistema sanitario español necesita establecer y consolidar procedimientos para el consenso y la toma de decisiones, que hagan prevalecer unos criterios básicos de armonización para todo el territorio. Lograr estos objetivos pasa por desarrollar las funciones y procedimientos de funcionamiento del Consejo Interterritorial; por desarrollar, en definitiva, una política dirigida a trabajar conjuntamente con todos los agentes del sistema.
3. Seguir reforzando el desarrollo de la Agencia de Calidad del SNS, a partir del cual será posible garantizar que los profesionales sanitarios puedan ofrecer servicios con rigor científico, adecuados a las necesidades de los ciudadanos y comprometidos con la organización del sistema sanitario público.
4. Impulsar un Observatorio del SNS, que permita orientar las políticas en salud hacia el conocimiento de la realidad del sistema sanitario. La información veraz, independiente, rigurosa y contrastada debe ser la mejor herramienta para una adecuada planificación de las necesidades de salud del futuro.
5. Conseguir de la Administración sanitaria un mayor esfuerzo a favor de la incorporación de los profesionales en la gestión y compromiso de los resultados en salud del sistema sanitario, con un retorno ágil de información sobre resultados implicando al profesional. Deben concebir qué modalidades han de incorporarse, de manera reglada, a las organizaciones profesionales en la planificación y organización del sistema sanitario.
6. Dar un protagonismo real a los ciudadanos en las decisiones que afectan a su salud. Para ello, es clave identificar modelos que, por un lado, establezcan su participación en la organización del sistema sanitario, y por otro, vengan a fortalecer el mensaje de que cada uno de nosotros es el principal responsable de su salud y de la de su colectividad.
7. Promover la integración de las distintas parcelas que se ocupan de garantizar los objetivos en salud: parece pertinente imbricar los objetivos en salud pública con los objetivos en prevención, así como los objetivos asistenciales con la reinserción, rehabilitación y con la atención sociosanitaria.