semFYC presenta el primer tratado de medicina de familia y comunitaria
En la actualidad, el 42% de los facultativos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud (SNS) son médicos de familia, cifra que según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) debería alcanzar el 60%. Según la coordinadora de la obra, la doctora Verónica Casado, todas las especialidades cuentan con textos de referencia que incluyen su cuerpo de conocimientos. “Era por ello imprescindible disponer de un tratado que recopilara todos los aspectos teóricos que el Programa de la Especialidad considera necesarios en la formación de los médicos de familia”.
Para el doctor Luis Aguilera, presidente de semFYC, el Tratado llega en un momento idóneo. “Estamos asistiendo a la consolidación que vive el desarrollo de nuestra especialidad en todos sus ámbitos de actuación. Por lo que este libro nace con el objetivo de convertirse en un instrumento de transmisión del conocimiento médico y contribuye a un mayor desarrollo de la Medicina de Familia y Comunitaria al conjunto del SNS.
Lo que define la identidad de esta obra es el discurso de conocimientos que permite el abordaje integral de los problemas de salud que afectan a las personas, mucho más allá de la fragmentación de los problemas como enfermedad. En sus páginas se recoge la esencia de la Medicina de Familia, su espíritu y sus valores”.
La conquista del reconocimiento académico
Durante decenios la enseñanza de la medicina ha sido impartida y organizada exclusivamente por médicos hospitalarios, lo que ha provocado un alejamiento de la Atención Primaria y de sus profesionales de las estructuras universitarias. Sin embargo, desde los años 70 se ha producido en todos los países desarrollados un proceso de reincorporación de esta medicina “no hospitalaria” en la Universidad y un proceso de formación especializada en este campo. La Medicina de Familia surge como especialidad en el año 1978 y actualmente es considerada una de las 18 especialidades universales de la Unión Europea (presente en todos sus países).
En opinión de la doctora Casado este alejamiento académico no ha sido inocuo, incluso en términos de repercusión social. “Si a alguien se le pregunta quién es el especialista en acné responderá el dermatólogo; si se le pregunta por el especialista en neumonía responderá que el neumólogo; y en úlceras duodenales, el digestólogo, etc. Sin embargo, estas patologías básicamente son resueltas por el médico de familia.
La incorporación de la Medicina de Familia en las universidades es necesaria para recuperar el equilibrio en la formación de todos los futuros médicos, es decir, que tengan conocimientos no sólo sobre los tratamientos curativos sino además sobre las actividades de prevención y promoción de la salud. El resurgimiento de esta medicina ha pasado, entre otras cosas, por definir nuevamente el cuerpo doctrinal, cuáles son nuestras competencias y cuáles son nuestros límites”.
38 capítulos
Este libro está estructurado en 38 capítulos en los que se recogen de forma exhaustiva desde aspectos globales que definen la medicina de familia y comunitaria como son los valores profesionales y el perfil del profesional, la formación y docencia, hasta la investigación y el empleo de internet en el primer nivel asistencial. Como dice la doctora Casado, el contenido de la obra define "qué somos, y no sólo desde el punto de vista científico-técnico, ya que engloba aspectos tan imprescindibles como el humanismo y la profesionalidad”.
En el manual además se incluyen distintos apartados sobre competencias claves en la labor diaria del médico de familia, como son la comunicación con el paciente, el razonamiento clínico, la gestión de la atención y la bioética. Asimismo, se desarrollan las competencias transversales, aquellas que comparten con otras especialidades, como la atención al individuo y el abordaje de grupos poblacionales y grupos con factores de riesgo. Cada capítulo se presenta con un guión inicial de contenidos, el desarrollo del tema y al final se reproduce la ficha del programa correspondiente a esa área, algo muy útil para los especialistas en formación. Permite además abordar cada uno de los temas más allá del propio texto, a través de las recomendaciones de lectura que se incluyen.
El doctor Aguilera comenta que hasta ahora sólo habían sido posibles aproximaciones parciales a este cuerpo de conocimiento. “La Medicina de Familia ha dado un salto cualitativo que merecía ser recogido en un Tratado. Aunque esta obra va dirigida a los médicos de familia, resulta muy útil para todos aquellos profesionales, de cualquier otra especialidad, que no sólo deseen hacer un abordaje limitado de la enfermedad, sino que además busquen aproximarse a la solución de los problemas de salud de sus pacientes desde una perspectiva integral e integradora”.
La obra pretende también recuperar académicamente áreas competenciales y formativas que según la coordinadora del Tratado “nunca debimos perder. El objetivo es que su disponibilidad sea útil a todos, estudiantes, profesionales y especialistas en formación, para seguir creciendo y haciendo que esta especialidad sea cada día más sólida, competente, profesional, humana y resolutiva”.