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Tribuna de opinión. Dudas

Tribuna de opinión. Dudas

Fecha de publicación: 15 de noviembre de 2006

Es posible, que si has sido convoca

do a una movilización, a un paro de dos horas o a realizar una huelga de 24 horas para defender y reclamar una mejora en las condiciones de trabajo en la Atención Primaria, no sepas muy bien cuál es la mejor decisión. Tal vez, tu opinión sea que ya va siendo hora de que alguien, por fin, y a ver si esta vez ya va en serio, haga algo; pero que lo haga de verdad, porque esto no hay quién lo aguante; pero, claro, tu opinión pudiera ser, que el ambiente no está para hacer huelga. Porque, además, los médicos no estamos para hacer huelgas. Bueno, cómo no vamos a poder hacer una huelga, ¡faltaría más!; pero, no sé, tal vez no han sabido elegir bien el momento.

Todas estas dudas, y seguro que muchas otras, las compartimos la mayoría de los médicos que trabajamos en los centros de salud. Son dudas que a nadie pueden extrañar porque tienen largas raíces, y difíciles de arrancar. Son dudas lícitas, imbricadas en un colectivo acostumbrado a comprometerse con su trabajo, acostumbrado a una responsabilidad social que le arrastra a dar su esfuerzo, incluso, en las peores circunstancias; acostumbrado a poner cada día, nombre y cara, a las personas a las que atiende. Pero también, son dudas que nos atrapan fruto de la inexperiencia y de la falta de práctica, dudas por no saber muy bien que podría suceder si iniciamos una movilización contra nuestra Administración, sobre todo, hasta dónde podríamos avanzar y qué vamos a conseguir con ella.

Pero también dudas ante el río revuelto. Porque vemos cómo son muchas las organizaciones y los sindicatos que se otorgan la representación de los médicos de familia y de los pediatras, pero en estos días, son muchos los que miran para otro lado. Algunos, esperando para ver si recogen frutos no sembrados. Otros, dispuestos al regate corto, preparados para salir el día después. Los de más allá, expectantes, deseando frotarse las manos si la convocatoria no va bien. En definitiva, son miradas pensando en el beneficio de cada una de sus organizaciones, pero no tanto en el beneficio de los miles de médicos a los que dicen representar. Por tanto, surgen dudas, muchas dudas, porque son muchos los pescadores.

Sin embargo, vamos a afirmarlo con contundencia y con seguridad, no podemos permitir, no es admisible, que quede ni un ápice de duda, acerca de la legitimidad que tenemos los profesionales para apoyar esta convocatoria. Más allá de las situaciones particulares en cada comunidad autónoma, y salvando las relaciones y conversaciones que en cada territorio se estén realizando con las Consejerías, los médicos de familia y los pediatras tenemos todo el derecho a reclamar, a demandar, a exigir, y a empujar, para conseguir un cambio en la Atención Primaria de nuestro país.

Porque acumulamos más de una década de abandono e indiferencia por parte de los políticos. Una década en la que hemos asistido a un aumento progresivo en nuestras competencias, a un crecimiento imparable en la prestación de servicios a los ciudadanos, que ha sido gratificado por los responsables políticos con un progresivo descenso en los presupuestos para Atención Primaria. Una década, ya más de una década, en la que ha existido un claro compromiso de los profesionales con la gestión de los recursos del sistema sanitario, que se ha pagado con una indiferencia de los políticos a los valores de la Atención Primaria, con el consecuente fortalecimiento de la atención hospitalaria. Una década en la que el esfuerzo, muchas veces hasta límites irracionales de los profesionales, hacía subir de manera constante la satisfacción de los ciudadanos, mientras hemos asistido a extraños experimentos de gestión encaminados a encubrir el descenso progresivo de los presupuestos asignados.

Por tanto, no nos debe quedar ninguna duda. Estamos en este punto porque hasta aquí nos han traído. Porque no nos dejan más alternativa. Porque tenemos la necesidad, la responsabilidad y el empeño de que esta historia de indiferencia y de abandono tiene que cambiar. Desde semFYC no estamos dispuestos a ver como seguimos acumulando un deterioro progresivo que nos lleve a la asfixia y a convertir la Atención Primaria en un simple recurso de beneficencia del Estado español.

Después de veinticinco años empeñados en hacer crecer la medicina de familia y en fortalecer la Atención Primaria, no estamos dispuestos a claudicar. Desde semFYC no podemos ni queremos convocar huelgas, pero si estamos empeñados en movilizar a todos los médicos de familia que estén comprometidos con una mejor atención a los ciudadanos y con una Atención Primaria de calidad. Empeñados en movilizar a todos los profesionales que se sientan mal tratados por sus servicios de salud y que tengan la esperanza y la confianza de que nos están limitando la posibilidad de seguir avanzando, simplemente porque los políticos no sienten la necesidad de invertir en Atención Primaria. Desde semFYC queremos establecer alianzas, estamos estableciendo alianzas, con todas las organizaciones que promuevan una mejora de la Atención Primaria y compartan los valores esenciales de la medicina de familia.

Por eso mismo, hoy, no tenemos dudas. E invitamos a todos los médicos de familia y a los pediatras de los centros de salud a que rompan con sus dudas. Pero también sabemos desde semFYC, que hoy es el principio. Nuestro compromiso es el de mantener una actividad progresiva de movilizaciones en los centros de salud, hasta conseguir que los profesionales compartan un mensaje, que es posible mejorar, que es posible un cambio, que es necesario un verdadero impulso de la Atención Primaria.