Uno de cada diez pacientes que acude al centro de salud presenta un alto riesgo cardiovascular
Se estima que un 10% de las personas, aparentemente sanas, que acuden al médico de familia presentan un alto riesgo de sufrir un evento cardiovascular y, generalmente, lo ignoran.
El control de pacientes crónicos con factores de riesgo, como obesidad, colesterol alto, hipertensión arterial, diabetes, tabaquismo, etc., constituyen el motivo de consulta más frecuente en Atención Primaria. “El médico de familia tiene un papel clave no sólo en la detección temprana de los pacientes con riesgo de sufrir un evento cardiovascular, sino de forma muy especial en la prevención de complicaciones en personas sanas promocionando hábitos de vida saludable”, afirma el doctor José María Lobos, coordinador del Grupo de Enfermedades Cardiovasculares de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC).
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la principal causa de mortalidad en España. Según datos del Instituto Nacional de Estadística en 2006 este tipo de patologías ocasionaron el 32,5% de los fallecimientos. Para analizar el impacto que cada vez más adquieren estas patologías y revisar los últimos avances en el manejo de estas enfermedades, más de un centenar de profesionales sanitarios se han reunido en el I Encuentro del Grupo de Trabajo Cardiovascular de la semFYC, celebrado el pasado fin de semana en la Isla de La Palma.
Además de médicos de familia, han participado expertos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). “La presencia de los distintos especialistas con un papel en el manejo de estos pacientes nos ha permitido revisar conceptos y establecer criterios comunes para favorecer una mejor coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios”, asegura el doctor Lobos.
Factores de riesgo cardiovascular
Un punto clave en la prevención primaria y secundaria de estas enfermedades es la concienciación de la población acerca de la necesidad de llevar a cabo una dieta adecuada, incluir la práctica de ejercicio físico en la actividad diaria, no tener hábitos tóxicos, como el tabaco o el consumo excesivo de alcohol, y mantener el peso adecuado.
Más de la mitad de las personas mayores de 30 años presentan algún factor de riesgo cardiovascular, situación que se complica en aquellas que padecen simultáneamente varios factores de riesgo (hipertensión, obesidad, colesterol alto y diabetes), proceso conocido como síndrome metabólico. “En muchos pacientes estos factores de riesgo son asintomáticos y no se manifiestan hasta que se sufre el primer evento cardiovascular. Por eso, la prevención es la piedra angular para reducir en el futuro los eventos cardiovasculares y la mortalidad asociada a los mismos.
En este sentido, la mejor prevención es evitar que aparezcan factores de riesgo fácilmente evitables como el tabaco”, explica el doctor Lobos.
La posición del médico de familia en la puerta de entrada del sistema sanitario y el hecho de que, al menos una vez al año, el 70% de la población pase por el centro de salud facilita la realización de actividades preventivas como tomar la tensión periódicamente, medir los niveles de colesterol, controlar la glucemia plasmática en los pacientes con riesgo de diabetes, etc.
Desde el punto de vista asistencial, el doctor José Carlos del Castillo, coordinador del Grupo de Enfermedades Cardiovasculares de la Sociedad Canaria de Medicina Familiar y Comunitaria (SoCAMFyC), opina que se debería disponer del tiempo necesario para realizar una actividad preventiva adecuada en la consulta. “Es preciso apoyar programas de educación a la población para controlar los factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares que ayuden a paliar este auténtico problema de salud pública”.
Cambio de estilo de vida
Es evidente que los cambios en los hábitos de alimentación que se han producido en los últimos años en España, así como el incremento del sedentarismo en las actividades lúdicas, están incidiendo de una manera muy negativa en la salud de la población y han aumentado significativamente la tasa de sobrepeso y obesidad. Como señala el doctor del Castillo, “junto a una educación dietética es imprescindible enseñar a los pacientes a integrar la actividad física en su vida cotidiana”.
La obesidad, la dieta inadecuada, el tabaquismo, el alcohol y la inactividad física son causas de enfermedades cardiovasculares que cada vez aparecen a edades más tempranas. “Aunque es en los adultos donde estos problemas son más frecuentes, no podemos pasar por alto la importancia de empezar a educar en salud cardiovascular desde la misma infancia fomentando determinados hábitos.
Es la mejor manera de vivir más y de hacerlo con más calidad de vida. En ese sentido, los médicos de familia tenemos una situación privilegiada de cercanía y accesibilidad al paciente que debemos aprovechar”, afirma el doctor Lobos.