Cuidar de la persona que cuida
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Atención a la person anciana
20.7. Cuidar de la persona que cuida
El
cuidador
o
cuidadora
es la persona que asume por largo tiempo las necesidades de alguien que no se vale por sí mismo.
La causa suele ser la edad, problemas de salud o minusvalías. Suele ser un familiar próximo de la persona dependiente, y con
frecuencia es una mujer.
Esta responsabilidad implica perder poco a poco la independencia y un progresivo agotamiento físico y psíquico.
Los
síntomas de sobrecarga
se pueden manifestar en forma de:
O
Problemas de sueño, cansancio o temblor. Necesidad de tomar pastillas para dormir o consumo excesivo de bebidas o café.
O
Problemas físicos (dolor de cabeza, espalda, abdominal, etc.).
O
Trastornos de la memoria.
O
Alteraciones del apetito.
O
Tristeza, cambios frecuentes de humor, enfados fáciles. Pérdida del interés por otras personas y actividades.
O
Sentimiento de soledad.
O
Puede llegar a sentir frialdad, rechazo, odio por la persona cuidada y a la vez tener remordimientos por no cuidarla
correctamente, o por tener esos sentimientos.
¿Qué puede hacer?
O
No pretenda soportar solo o sola toda la carga.
Pida
ayuda a familiares, amigos y vecinos. Organícese con la
familia para
distribuir responsabilidades
personales,
materiales y económicas. Aprenda a dejar sitio y ser
relevado para que otros colaboren. Apoyarse en los demás
no significa debilidad.
O
Cuídese también.
Por su bien y por el de la persona que
cuida. Recuerde que el bienestar del enfermo depende
directamente del suyo.
O
A veces puede sentirse triste, enfadado, confundido,
vacío, incluso culpable. En ocasiones sentirá que ni
el paciente ni la familia reconocen su esfuerzo. Son
sentimientos normales. Compártalos con personas
de su confianza.
O
Aprenda a ser tolerante consigo mismo
, a «recargar las
pilas». Disfrute diariamente de algún momento de ocio o
descanso. También usted necesita la compañía, el afecto
y el apoyo de sus amigos y familiares.
O
La risa, el amor y la alegría son fundamentales para su
bienestar y para su vida con el enfermo. Si se siente bien,
no se avergüence de ello.
O
Solicite ayuda
a través del
trabajador
o
trabajadora
social
del centro de salud o los
servicios sociales
del
ayuntamiento. Le informarán de las posibilidades de
ayudas externas, de los recursos disponibles en su zona,
de la posibilidad
de efectuar un ingreso del enfermo en centros de día o de
fin de semana o en centros temporales para su descanso
o respiro familiar.
O
Tramite con la ayuda del trabajador social las ayudas
promovidas por la Ley de Dependencia, servicios de
teleasistencia, grado de minusvalía y el resto de posibles
ayudas.
O
Hay
asociaciones
y
grupos de ayuda
para cuidadores
.
Solicite información. Puede compartir sus dudas y
preocupaciones, recibir información y recursos personales
y materiales.
No se aísle.
¿Cuándo consultar
a su médico/a de familia?
O
Si tiene dudas sobre la enfermedad, su evolución y los
cuidados que precisa su familiar. Haga una lista de las
preguntas que quiere hacer para que no se le olviden.
O
Si tiene algún problema de salud debido a su labor como
cuidadora o cuidador: dolor de espalda, problemas
articulares, ansiedad, etc.
O
Si se siente desbordada o no se ve en condiciones de
cuidar al enfermo.
¿Dónde conseguir más información?
O
https://www.elrincondelcuidador.es/movilidad-
seguridad/como-cuidar-al-cuidador-no-profesional
O
https://www.aarp.org/espanol/recursos-para-el-cuidado/
cuidar-cuida/info-2016/consejos-estres-cuidadores-amy-
goyer.html
O
http://www.cruzroja.es/docs/
2006
_
3
_IS/Guia_Cuidados_
Baja.pdf
O
https://es.familydoctor.org/estres-del-cuidador/
O
https://es.familydoctor.org/salud-y-bienestar-del-cuidador/
O