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Ana Arroyo: “Los especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria están preparados para abordar el reto del paciente crónico y es el Sistema Sanitario Público el que debe reinventarse y reforzarse”
Fecha de publicación: 17 de noviembre de 2020
Desde su puesta en marcha, en 2018, la plataforma Cronicidad 2025 está trabajando en la sensibilización a la opinión pública acerca de la problemática de la cronicidad en España. ¿Qué aporta una plataforma de estas características?
La plataforma CH2025 porta una visión multidisciplinar de la problemática del paciente crónico y, lo que es más importante, la opinión de los propios pacientes. Se trata de una forma de aunar fuerzas para llegar a los estamentos que realmente tienen en su mano la capacidad de solucionar el problema.
En este proceso de sensibilización ¿Hay algún o algunos datos que sean especialmente reveladores del reto que supone la cronicidad en España a corto, medio y largo plazo?
Las enfermedades crónicas afectan a 19 millones de personas en España, de las cuales casi 11 millones son mujeres. Su prevalencia se concentra especialmente en los mayores de 55 y va aumentando con la edad. Son responsables de más de 300.000 muertes al año y son las que más impacto tienen en la esperanza y la calidad de vida de los ciudadanos. Estas patologías, además, se encuentran muy ligadas al envejecimiento, ya que los mayores de 65 años conviven con una media bastante alta de enfermedades crónicas. Mientras, las previsiones demográficas indican que en aproximadamente tres décadas, el 30% de la población española estará por encima de los 65 años, lo que implicará un importante aumento de pacientes con enfermedades crónicas dentro del Sistema Nacional de Salud.
En este horizonte, ¿Cómo se deben prepara las y los especialistas en MFYC para poder dar respuesta?
Creo que los especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria están perfectamente preparados desde el punto de vista curricular para abordar el reto del paciente crónico. Realmente es el Sistema Sanitario Público el que debe reinventarse y reforzarse, especialmente en los aspectos de recursos humanos y económicos. Por muy preparados que estén los médicos y médicas de familia, nunca podrán dar la asistencia de calidad que el paciente crónico necesita si no van acompañadas de adecuadas inversiones.
En la plataforma CH 2025 están presenten organizaciones de pacientes, médicas, de farmacéuticos... pero también sociedades científicas con implantación en Atención Primaria y hospitalaria. ¿La aportación de unos y otros es diferente?
Precisamente la riqueza de la plataforma está en los diferentes puntos de vista, la posibilidad de encuentro y coodinación. Todos los profesionales somos necesarios y complementarios y vuelvo a repetir que lo más importante de la congregación de profesionales es que en el centro se sitúa al paciente. Las asociaciones de pacientes son aquí los que tienen la voz más importante.
Próximamente participas como moderadora en el acto " “La atención integral a la cronicidad: retos, soluciones y compromisos” en el que estás presente en la presentación de los elementos clave en el desarrollo de políticas de atención a la cronicidad. A priori, ¿Cuáles son para ti estos puntos clave?
Para mí los puntos clave del decálogo son cuatro. En primer lugar, la necesidad de un reconocimiento estructural, funcional y legislativo que realmente conlleva dentro el Sistema Nacional de Salud del perfil de paciente crónico. En segundo lugar, que se recalca la dimensión social y humana en el bienestar de las personas. Hablamos de la salud Universal. En tercer lugar, lo importante que es medir y comparar. Hay que establecer perfectamente los indicadores estándares, para que todos en todas las comunidades autónomas midamos las mismas cosas.
Y finalmente, que la profunda transformación que precisa el Sistema de Salud Público lleve implícito el revulsivo organizativo y de inversión en la atención primaria y comunitaria. No hay otra vía.
En los medios se explica que algunos pacientes crónicos han quedado desatendidos como merecen a causa de la COVID. ¿Es eso cierto?
Tengo que decir que la respuesta sanitaria durante la pandemia de todos los profesionales sanitarios ha sido ejemplar. Mucho más allá de sus posibilidades. Pero las deficiencias del sistema son las que han dado lugar a que a unos 19 millones de pacientes no se les haya podido dar continuidad en su asistencia. Sí que es verdad que esta situación ha puesto en evidencia que debemos apostar por prácticas de valor. Ha dejado en evidencia que hay muchas cosas de las que se pueden prescindir, pero que hay otras que se tienen que seguir haciendo pase lo que pase.
¿Qué aprendizajes, en el abordaje de crónicos, hemos extraído este año 2020?
El aprendizaje al que nos tiene que llevar este 2020 es que nunca se debe dejar de lado lo importante para atender lo urgente. Que hay que articular mecanismos adecuados dentro del sistema sanitario que garanticen siempre la asistencia de los pacientes con enfermedades crónicas pase lo que pase.
La plataforma CH2025 porta una visión multidisciplinar de la problemática del paciente crónico y, lo que es más importante, la opinión de los propios pacientes. Se trata de una forma de aunar fuerzas para llegar a los estamentos que realmente tienen en su mano la capacidad de solucionar el problema.
En este proceso de sensibilización ¿Hay algún o algunos datos que sean especialmente reveladores del reto que supone la cronicidad en España a corto, medio y largo plazo?
Las enfermedades crónicas afectan a 19 millones de personas en España, de las cuales casi 11 millones son mujeres. Su prevalencia se concentra especialmente en los mayores de 55 y va aumentando con la edad. Son responsables de más de 300.000 muertes al año y son las que más impacto tienen en la esperanza y la calidad de vida de los ciudadanos. Estas patologías, además, se encuentran muy ligadas al envejecimiento, ya que los mayores de 65 años conviven con una media bastante alta de enfermedades crónicas. Mientras, las previsiones demográficas indican que en aproximadamente tres décadas, el 30% de la población española estará por encima de los 65 años, lo que implicará un importante aumento de pacientes con enfermedades crónicas dentro del Sistema Nacional de Salud.
En este horizonte, ¿Cómo se deben prepara las y los especialistas en MFYC para poder dar respuesta?
Creo que los especialistas en Medicina de Familia y Comunitaria están perfectamente preparados desde el punto de vista curricular para abordar el reto del paciente crónico. Realmente es el Sistema Sanitario Público el que debe reinventarse y reforzarse, especialmente en los aspectos de recursos humanos y económicos. Por muy preparados que estén los médicos y médicas de familia, nunca podrán dar la asistencia de calidad que el paciente crónico necesita si no van acompañadas de adecuadas inversiones.
En la plataforma CH 2025 están presenten organizaciones de pacientes, médicas, de farmacéuticos... pero también sociedades científicas con implantación en Atención Primaria y hospitalaria. ¿La aportación de unos y otros es diferente?
Precisamente la riqueza de la plataforma está en los diferentes puntos de vista, la posibilidad de encuentro y coodinación. Todos los profesionales somos necesarios y complementarios y vuelvo a repetir que lo más importante de la congregación de profesionales es que en el centro se sitúa al paciente. Las asociaciones de pacientes son aquí los que tienen la voz más importante.
Próximamente participas como moderadora en el acto " “La atención integral a la cronicidad: retos, soluciones y compromisos” en el que estás presente en la presentación de los elementos clave en el desarrollo de políticas de atención a la cronicidad. A priori, ¿Cuáles son para ti estos puntos clave?
Para mí los puntos clave del decálogo son cuatro. En primer lugar, la necesidad de un reconocimiento estructural, funcional y legislativo que realmente conlleva dentro el Sistema Nacional de Salud del perfil de paciente crónico. En segundo lugar, que se recalca la dimensión social y humana en el bienestar de las personas. Hablamos de la salud Universal. En tercer lugar, lo importante que es medir y comparar. Hay que establecer perfectamente los indicadores estándares, para que todos en todas las comunidades autónomas midamos las mismas cosas.
Y finalmente, que la profunda transformación que precisa el Sistema de Salud Público lleve implícito el revulsivo organizativo y de inversión en la atención primaria y comunitaria. No hay otra vía.
En los medios se explica que algunos pacientes crónicos han quedado desatendidos como merecen a causa de la COVID. ¿Es eso cierto?
Tengo que decir que la respuesta sanitaria durante la pandemia de todos los profesionales sanitarios ha sido ejemplar. Mucho más allá de sus posibilidades. Pero las deficiencias del sistema son las que han dado lugar a que a unos 19 millones de pacientes no se les haya podido dar continuidad en su asistencia. Sí que es verdad que esta situación ha puesto en evidencia que debemos apostar por prácticas de valor. Ha dejado en evidencia que hay muchas cosas de las que se pueden prescindir, pero que hay otras que se tienen que seguir haciendo pase lo que pase.
¿Qué aprendizajes, en el abordaje de crónicos, hemos extraído este año 2020?
El aprendizaje al que nos tiene que llevar este 2020 es que nunca se debe dejar de lado lo importante para atender lo urgente. Que hay que articular mecanismos adecuados dentro del sistema sanitario que garanticen siempre la asistencia de los pacientes con enfermedades crónicas pase lo que pase.