Actualidad
Promover un estilo de vida saludable, un reto en las consultas de Medicina Familiar y Comunitaria
Fecha de publicación: 16 de octubre de 2023
Conseguir que las personas atendidas en Atención Primaria adopten un estilo de vida saludable con una adherencia continuada en el tiempo es una de las estrategias más complejas a las que se pueden enfrentar los médicos y las médicas de familia en sus consultas. Se trata de un proceso que puede alargarse en el tiempo, longitudinalmente, y en el que se deben tener en cuenta e intervienen diversos aspectos, desde la relación con los pacientes en la consulta mediante técnicas de entrevista clínica, la coordinación entre los distintos profesionales de los equipos, el apoyo de las gerencias y los distintos Servicios de Salud y de las administraciones sanitarias.
Mediante el fomento y la implementación de planes de autocuidado, se mejora la salud general de la población, se actúa contra el aumento de enfermedades no transmisibles (ENT), se puede controlar el empeoramiento de algunas patologías y, por tanto, se reduce el gasto en materia de salud, tanto los costes relacionados a la actividad clínica en en Atención Primaria como hospitalaria y el gasto farmacéutico. La realidad es que invertir en la buena salud de la población tiene efectos beneficiosos sobre la economía de la salud.
En este sentido, desde la semFYC, promovemos la mejora del estado de salud de las personas todo el año, pero muy especialmente durante esta semana, del 16 al 22 de octubre, cuando celebramos la Semana del Autocuidado.
Un desafío personal y comunitario
En la práctica del autocuidado, “hay que identificar si la persona está preparada para iniciar un cambio en su vida, este momento es muy complejo, y único para cada individuo, es cuando los profesionales hemos de estar atentos a su situación vital”, apunta Asensio López, coordinador del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud de la semFYC, quien añade, también, que “hay que enfrentarse al reto de mantener los cambios a lo largo del tiempo, porque asistimos con mucha frecuencia a recaídas que hacen finalmente desistir del cambio”.
Este médico de familia subraya, además, que “es necesario conseguir intervenciones comunitarias, que arropen y acompañen el trabajo que realizamos en los centros de salud de manera individual y que contribuyan a aumentar el éxito en las intervenciones”. Un punto en el que coincide la médica rural María del Campo, que afirma que “el buen uso que hagamos de los recursos comunitarios es otro de los pilares del autocuidado, ya que esta red de recursos puede ayudar a fomentar la salud personal, pero también de la comunidad y medioambiental”.
Trabajar el vínculo con la persona atendida
“Algo tan sencillo como preguntarle a la persona que viene a consulta ‘Qué piensa usted que puede hacer por su salud’ nos puede permitir establecer un plan de actuación adaptado a su realidad a medio-largo plazo”, indica Miguel Juan Mora García, coordinador del Grupo de Trabajo de Comunicación y Salud de la semFYC, que, por otro lado, apunta que se puede mantener la motivación del paciente a través de “la cordialidad, la reactividad, la capacidad de escucha y la habilidad para formular preguntas”.
Mora también señala que “una característica de la Atención Primaria que soporta y posibilita el autocuidado es la longitudinalidad: algo que debería tener muy claro el Sistema Nacional de Salud, ya que han quedado perfectamente demostrados los beneficios en morbimortalidad de la población que tiene la atención prestada por el mismo profesional a lo largo del tiempo . Y es ésta relación, cercana, horizontal y respetuosa, en la que se vertebra la confianza, la escucha y la corresponsabilización para muchas de las decisiones de salud en las que ambas partes nos vemos implicadas”.
Abordar la diversidad
Otro desafío al que tienen que hacer frente los médicos y las médicas de familia para impulsar el autocuidado es la diversidad cultural y socioeconómica de la población atendida en Atención Primaria. En esta línea, López describe que “hay que abordar cada colectivo, cada entorno social e incluso cada persona, desde su propia complejidad e identidad” y hace énfasis en que “para implementar estrategias de autocuidado es importante desarrollar lo que actualmente llamamos medicina personalizada”.
Por otro lado, el facultativo alude al hecho de que “necesitamos realizar una apuesta por la investigación en Atención Primaria para aumentar nuestro conocimiento y alcanzar mayor eficacia en los programas de impulso del autocuidado”.
Una mirada al futuro
El Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) de la semFYC es el impulsor de la Semana del Autocuidado. Su coordinador, Asensio López, expone los retos de futuro que tiene el PAPPS en materia de autocuidado, junto al programa PACAP: “El primero es mantener actualizado todo el conocimiento científico que podamos recabar para poner a disposición de los profesionales de Atención Primaria y que puedan aplicarlo en su actividad cotidiana. En segundo lugar, tenemos que facilitar programas e intervenciones para que en los centros de salud los profesionales encuentren herramientas que les faciliten las intervenciones de autocuidado con los ciudadanos a los que atienden,Y un tercer reto, también muy importante, es influir en las administraciones sanitarias para conseguir más tiempo y recursos dedicados desde la Atención Primaria a promover los estilos saludables de los ciudadanos, en cooperación con el resto de la comunidad”.
Mediante el fomento y la implementación de planes de autocuidado, se mejora la salud general de la población, se actúa contra el aumento de enfermedades no transmisibles (ENT), se puede controlar el empeoramiento de algunas patologías y, por tanto, se reduce el gasto en materia de salud, tanto los costes relacionados a la actividad clínica en en Atención Primaria como hospitalaria y el gasto farmacéutico. La realidad es que invertir en la buena salud de la población tiene efectos beneficiosos sobre la economía de la salud.
En este sentido, desde la semFYC, promovemos la mejora del estado de salud de las personas todo el año, pero muy especialmente durante esta semana, del 16 al 22 de octubre, cuando celebramos la Semana del Autocuidado.
Un desafío personal y comunitario
En la práctica del autocuidado, “hay que identificar si la persona está preparada para iniciar un cambio en su vida, este momento es muy complejo, y único para cada individuo, es cuando los profesionales hemos de estar atentos a su situación vital”, apunta Asensio López, coordinador del Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud de la semFYC, quien añade, también, que “hay que enfrentarse al reto de mantener los cambios a lo largo del tiempo, porque asistimos con mucha frecuencia a recaídas que hacen finalmente desistir del cambio”.
Este médico de familia subraya, además, que “es necesario conseguir intervenciones comunitarias, que arropen y acompañen el trabajo que realizamos en los centros de salud de manera individual y que contribuyan a aumentar el éxito en las intervenciones”. Un punto en el que coincide la médica rural María del Campo, que afirma que “el buen uso que hagamos de los recursos comunitarios es otro de los pilares del autocuidado, ya que esta red de recursos puede ayudar a fomentar la salud personal, pero también de la comunidad y medioambiental”.
Trabajar el vínculo con la persona atendida
“Algo tan sencillo como preguntarle a la persona que viene a consulta ‘Qué piensa usted que puede hacer por su salud’ nos puede permitir establecer un plan de actuación adaptado a su realidad a medio-largo plazo”, indica Miguel Juan Mora García, coordinador del Grupo de Trabajo de Comunicación y Salud de la semFYC, que, por otro lado, apunta que se puede mantener la motivación del paciente a través de “la cordialidad, la reactividad, la capacidad de escucha y la habilidad para formular preguntas”.
Mora también señala que “una característica de la Atención Primaria que soporta y posibilita el autocuidado es la longitudinalidad: algo que debería tener muy claro el Sistema Nacional de Salud, ya que han quedado perfectamente demostrados los beneficios en morbimortalidad de la población que tiene la atención prestada por el mismo profesional a lo largo del tiempo . Y es ésta relación, cercana, horizontal y respetuosa, en la que se vertebra la confianza, la escucha y la corresponsabilización para muchas de las decisiones de salud en las que ambas partes nos vemos implicadas”.
Abordar la diversidad
Otro desafío al que tienen que hacer frente los médicos y las médicas de familia para impulsar el autocuidado es la diversidad cultural y socioeconómica de la población atendida en Atención Primaria. En esta línea, López describe que “hay que abordar cada colectivo, cada entorno social e incluso cada persona, desde su propia complejidad e identidad” y hace énfasis en que “para implementar estrategias de autocuidado es importante desarrollar lo que actualmente llamamos medicina personalizada”.
Por otro lado, el facultativo alude al hecho de que “necesitamos realizar una apuesta por la investigación en Atención Primaria para aumentar nuestro conocimiento y alcanzar mayor eficacia en los programas de impulso del autocuidado”.
Una mirada al futuro
El Programa de Actividades Preventivas y de Promoción de la Salud (PAPPS) de la semFYC es el impulsor de la Semana del Autocuidado. Su coordinador, Asensio López, expone los retos de futuro que tiene el PAPPS en materia de autocuidado, junto al programa PACAP: “El primero es mantener actualizado todo el conocimiento científico que podamos recabar para poner a disposición de los profesionales de Atención Primaria y que puedan aplicarlo en su actividad cotidiana. En segundo lugar, tenemos que facilitar programas e intervenciones para que en los centros de salud los profesionales encuentren herramientas que les faciliten las intervenciones de autocuidado con los ciudadanos a los que atienden,Y un tercer reto, también muy importante, es influir en las administraciones sanitarias para conseguir más tiempo y recursos dedicados desde la Atención Primaria a promover los estilos saludables de los ciudadanos, en cooperación con el resto de la comunidad”.