Coruña Cura: Imagina
Dicen que viajar engancha. Con la cooperación sanitaria ocurre algo similar, o eso es lo que me ha pasado. Mi experiencia concretamente se desarrolla en Yoff-Tonghor, Senegal, donde una vez al año el proyecto sanitario Coruña Cura de la ONG local Ecodesarrollogaia se embarca con una tripulación formada casi en su totalidad por residentes del área de Coruña.
Durante dos semanas transformamos un aula de la escuela Coruña en una preciosa consulta de campaña donde damos atención y medicación de forma gratuita a toda la población de la zona que lo precise.
Atención Primaria en estado puro. Puertas que hacen de camillas, telas de vestidos senegaleses a modo de biombos o botellas de plástico recicladas en cámaras de inhalación pediátricas dan forma a nuestro colorido entorno.
Las situaciones que se te plantean como médico son impensables hasta que te ves en ellas. Imaginaros lo que es despertarse por las voces de la gente haciendo cola a las 4 de la madrugada para ser atendidos muchas horas después. O esa madre que viene con sus 5 hijos y que te dice que 3 de ellos tienen asma, aunque en ese momento respiran mejor que tú. ¿Les darías un inhalador sabiendo que en algún momento del próximo año lo van a necesitar? La respuesta parece clara hasta que piensas en los niños que ves a continuación que sí que necesitan tratamiento en ese momento. Gestionar esto como persona es durísimo.
Un lugar donde la importancia del lavado de manos es una gran desconocida y en cambio las creencias mágicas hacen que los bebes estén protegidos de todos los males por un amuleto en la cintura. Un lugar donde la sanidad es privada y está al alcance de una minoría, minoría que cuando nosotros la vemos nos cuentan que de todos los tratamientos que le han pautado solo está tomando el más barato; el protector gástrico.
¿Os habéis parado a pensar lo difícil que puede llegar a ser explicarle a un senegales como usar correctamente un inhalador? ¿Que hacer con ese paciente y su glucemia de 300 en un sitio con el arroz en la base de la alimentación? ¿Que hacer con ese paciente y su tensión sistólica de 200, en una región donde es impensable que un miembro de la familia coma algo diferente al resto?
El sentimiento de impotencia me bloqueaba hasta que me di cuenta de que esto no consiste en hacer una medicina de manual, sino en adaptarse a las circunstancias, primero; no haciendo daño, segundo; insistiendo en la educación sanitaria y tercero; no haciendo más de lo que está en nuestra mano, porque no se puede, ni menos, porque es imposible.
Aunque os podría contar mil anécdotas más, mi experiencia se resume en dos palabras; agradecimiento a todos los senegaleses por enseñarnos tantísimas cosas importantes de la vida, y deuda que tenemos con todas esas personas que no son tan privilegiadas como nosotros.
Desde pequeño admiraba a los médicos de familia sin poder explicar porqué. Ahora que estoy empezando en esto me doy cuenta de que si los pacientes confían en su médico pese a tener 5 minutos de atención cada día es porque en atención primaria tenemos a la gente con la imaginación más entrenada del mundo.
Jorge Castiella Bañales
MIR3. Medicina Familiar y Comunitaria
Área A Coruña