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Isabel Arias, médica de familia en la ciudad polaca de Torún: “Desde el primer momento, el gobierno polaco decidió que la atención sanitaria fuera gratuita para todos los refugiados de guerra”
Fecha de publicación: 29 de marzo de 2022
Esta médica de familia granadina hizo la residencia de Medicina de Familia en Barcelona (“concretamente en el CAP El Clot: mando un saludo grande para mis compañeros”) y allí se quedó a trabajar en un centro de salud. Pero las circunstancias, las hormonas y el amor la llevaron a vivir a la preciosa ciudad medieval de Torún, en Polonia, donde nació Copérnico. “Tiene unos doscientos mil habitantes, está situada en el noroeste del país, en la orilla del Vístula. El centro histórico es precioso, es muy cómoda para vivir y está bien comunicada”. Allí lleva ocho años, donde trabaja como médica de familia y donde, desde hace poco más de un mes recibe a refugiados ucranianos. En esta entrevista nos cuenta cómo está siendo esa experiencia.
Primero háblanos de tu vida en Polonia. ¿Cuándo y por qué te fuiste?
Cuando estaba en mi segundo embarazo, a mi marido le ofrecieron un trabajo interesante en Polonia, él también es médico, ginecólogo. Supongo que las hormonas me ayudaron a tomar la decisión. Yo tenía plaza fija en Barcelona así que solicité una excedencia y con tres niños pequeños aterrizamos en una otoñal Polonia. Para la gente local noviembre es el peor mes del año, el más largo y oscuro. A pesar de la falta de luz, nos acomodamos bien. Las primeras semanas las dedique a estudiar el idioma médico, pues ya conocía el idioma como para mantener una conversación. Y a los cinco meses de llegar empecé a trabajar.
¿Cómo está siendo la experiencia?
En Polonia hay mucho trabajo, falta mano de obra en todos los sectores, también en el sanitario. Los sueldos son más altos y la vida más tranquila. Mi marido es polaco así que yo conocía bien el país y la cultura.
Como española siempre me han aceptado bien. Nunca he tenido ningún problema de rechazo. Pero los pacientes me siguen preguntando que cómo puedo vivir aquí, con lo bonita que es España. Aunque en invierno hace frío y faltan horas de luz, la primavera siempre llega y el buen tiempo dura seis meses.
¿Cómo es allí la Medicina de Familia?
Los centros de Medicina de Familia generalmente son de gestión privada. En el centro de salud donde trabajo somos tres médicos de familia, dos pediatras, dos residentes de familia y cuatro enfermeras. Aparte, hay médicos de otras especialidades que solo trabajan de forma privada. Los pacientes pueden elegir libremente el centro y el médico con el que se quieren visitar. Sanidad paga por cada paciente una cuota mensual. Hay menos controles de prescripción, o de calidad de las consejerías de sanidad.
¿Qué echas de menos de aquí y qué te gustaría de allí que hubiera aquí?
Me gustaría tener más competencias para poder diagnosticar al paciente hasta el final. Desgraciadamente, tenemos una abreviada lista de pruebas que podemos hacer, entre las que sí que se encuentran ecografías y endoscopias. Desde que llegué siempre he oído promesas de que aumentarán las competencias en Atención Primaria, pero siguen sin hacerse realidad. También me gustaría que hubiera una mejor relación entre la primaria y las demás especialidades.
Por otro lado creo que en España podría haber una mayor libertad de prescripción.
Nos gustaría saber cómo estás viviendo la situación en Ucrania, tan cercana a donde vives, a unas seis horas en coche de la frontera. Imagino que os están llegando muchos refugiados.
Ufff.... pues un amasijo de emociones. Primero sentí miedo de que nos pudieran atacar también a nosotros; después rabia e incomprensión por el injustificado exterminio. Y desde el primer momento, mucha ganas y necesidad de ayudar. Como habréis visto en las noticias el pueblo polaco reaccionó inmediatamente ofreciendo asilo, comida y ayuda a los refugiados. Y la primera ayuda fue de gente anónima, vecinos, grupos de amigos. Al pasar las semanas, las ONG y los gobiernos están prestando ayuda reglada.
¿En qué condiciones llegan? ¿Qué es lo que más necesitan? A nivel físico, ¿qué secuelas llevan consigo? ¿Y emocionales?
Los primeros refugiados huyeron antes de ser atacados y tenían contactos o familiares en Polonia. Desde hace unos años existía un flujo migratorio de ucranianos, normalmente gente joven que venía en busca de trabajo.
Los que huyeron más tarde y han visto la guerra llegan muy asustados. Viajan con una pequeña maleta de mano o mochila con un par de mudas. Y con mucho estrés por haber tenido que dejar atrás a sus maridos, hijos o padres mayores; haber tenido que huir de su casa y de su tierra. Una vez que descansan y consiguen un alojamiento estable en casa de desconocidos o en refugios estatales intentan buscar trabajo. No quieren quedarse de manos cruzadas recibiendo ayudas, quieren trabajar para ser autosuficientes o para mandar dinero a los familiares que dejaron atrás. Los niños tienen derecho a la escolarización y se están incorporando a los colegios. Lo que necesitan para superar el trauma es incorporase a la sociedad y no crear grupos cerrados y aislados.
¿Cómo se les está atendiendo desde la sanidad polaca?
Desde el primer momento, el gobierno polaco decidió que la atención sanitaria fuera gratuita para todos los refugiados de guerra. En la Atención Primaria hay una lista de centros donde hay trabajadores que hablan ucraniano (porque como he dicho antes ya había médicos de origen ucraniano) para que la comunicación sea más fácil. Aunque pueden visitarse en cualquier centro. La Sociedad de Medicina de Familia de aquí ha facilitado traductores que están disponibles telefónicamente. En internet disponemos de diferentes cartas de anamnesis en los dos idiomas.
Los hospitales ucranianos nos han solicitado que enviemos gasas, material quirúrgico, insulina, y antibióticos. En la primera semana, los depósitos farmacéuticos se quedaron sin repuestos de gasas y vendajes.
¿Qué tipo de refugiados están llegando?
Principalmente mujeres con niños pequeños, así que vemos infecciones respiratorias y, de entre ellas, COVID. Las personas mayores necesitan recetas de la medicación crónica (diabetes, insuficiencia cardiaca, hipertensión). He apreciado descompensaciones de tensión arterial y estreñimiento. La inspección sanitaria nos ha enviado información de aparición de casos de polio. También esperamos que pueda aumentar la incidencia de sarampión y de VIH.
A nivel hospitalario han sido trasladados servicios enteros de oncología para que los pacientes puedan continuar con el tratamiento.
¿Tenéis refuerzos en AP?
No. Somos los que éramos y… no éramos muchos. Aproximadamente hay 2,5 médicos por cada 1000 habitantes, cuando en España es casi el doble. La esperanza está en que las médicas y enfermeras que han llegado puedan incorporarse a los centros sanitarios y reciban la autorización de los colegios profesionales para ejercer. A la falta de personal se suma la falta de recursos económicos...
Primero háblanos de tu vida en Polonia. ¿Cuándo y por qué te fuiste?
Cuando estaba en mi segundo embarazo, a mi marido le ofrecieron un trabajo interesante en Polonia, él también es médico, ginecólogo. Supongo que las hormonas me ayudaron a tomar la decisión. Yo tenía plaza fija en Barcelona así que solicité una excedencia y con tres niños pequeños aterrizamos en una otoñal Polonia. Para la gente local noviembre es el peor mes del año, el más largo y oscuro. A pesar de la falta de luz, nos acomodamos bien. Las primeras semanas las dedique a estudiar el idioma médico, pues ya conocía el idioma como para mantener una conversación. Y a los cinco meses de llegar empecé a trabajar.
¿Cómo está siendo la experiencia?
En Polonia hay mucho trabajo, falta mano de obra en todos los sectores, también en el sanitario. Los sueldos son más altos y la vida más tranquila. Mi marido es polaco así que yo conocía bien el país y la cultura.
Como española siempre me han aceptado bien. Nunca he tenido ningún problema de rechazo. Pero los pacientes me siguen preguntando que cómo puedo vivir aquí, con lo bonita que es España. Aunque en invierno hace frío y faltan horas de luz, la primavera siempre llega y el buen tiempo dura seis meses.
¿Cómo es allí la Medicina de Familia?
Los centros de Medicina de Familia generalmente son de gestión privada. En el centro de salud donde trabajo somos tres médicos de familia, dos pediatras, dos residentes de familia y cuatro enfermeras. Aparte, hay médicos de otras especialidades que solo trabajan de forma privada. Los pacientes pueden elegir libremente el centro y el médico con el que se quieren visitar. Sanidad paga por cada paciente una cuota mensual. Hay menos controles de prescripción, o de calidad de las consejerías de sanidad.
¿Qué echas de menos de aquí y qué te gustaría de allí que hubiera aquí?
Me gustaría tener más competencias para poder diagnosticar al paciente hasta el final. Desgraciadamente, tenemos una abreviada lista de pruebas que podemos hacer, entre las que sí que se encuentran ecografías y endoscopias. Desde que llegué siempre he oído promesas de que aumentarán las competencias en Atención Primaria, pero siguen sin hacerse realidad. También me gustaría que hubiera una mejor relación entre la primaria y las demás especialidades.
Por otro lado creo que en España podría haber una mayor libertad de prescripción.
Nos gustaría saber cómo estás viviendo la situación en Ucrania, tan cercana a donde vives, a unas seis horas en coche de la frontera. Imagino que os están llegando muchos refugiados.
Ufff.... pues un amasijo de emociones. Primero sentí miedo de que nos pudieran atacar también a nosotros; después rabia e incomprensión por el injustificado exterminio. Y desde el primer momento, mucha ganas y necesidad de ayudar. Como habréis visto en las noticias el pueblo polaco reaccionó inmediatamente ofreciendo asilo, comida y ayuda a los refugiados. Y la primera ayuda fue de gente anónima, vecinos, grupos de amigos. Al pasar las semanas, las ONG y los gobiernos están prestando ayuda reglada.
¿En qué condiciones llegan? ¿Qué es lo que más necesitan? A nivel físico, ¿qué secuelas llevan consigo? ¿Y emocionales?
Los primeros refugiados huyeron antes de ser atacados y tenían contactos o familiares en Polonia. Desde hace unos años existía un flujo migratorio de ucranianos, normalmente gente joven que venía en busca de trabajo.
Los que huyeron más tarde y han visto la guerra llegan muy asustados. Viajan con una pequeña maleta de mano o mochila con un par de mudas. Y con mucho estrés por haber tenido que dejar atrás a sus maridos, hijos o padres mayores; haber tenido que huir de su casa y de su tierra. Una vez que descansan y consiguen un alojamiento estable en casa de desconocidos o en refugios estatales intentan buscar trabajo. No quieren quedarse de manos cruzadas recibiendo ayudas, quieren trabajar para ser autosuficientes o para mandar dinero a los familiares que dejaron atrás. Los niños tienen derecho a la escolarización y se están incorporando a los colegios. Lo que necesitan para superar el trauma es incorporase a la sociedad y no crear grupos cerrados y aislados.
¿Cómo se les está atendiendo desde la sanidad polaca?
Desde el primer momento, el gobierno polaco decidió que la atención sanitaria fuera gratuita para todos los refugiados de guerra. En la Atención Primaria hay una lista de centros donde hay trabajadores que hablan ucraniano (porque como he dicho antes ya había médicos de origen ucraniano) para que la comunicación sea más fácil. Aunque pueden visitarse en cualquier centro. La Sociedad de Medicina de Familia de aquí ha facilitado traductores que están disponibles telefónicamente. En internet disponemos de diferentes cartas de anamnesis en los dos idiomas.
Los hospitales ucranianos nos han solicitado que enviemos gasas, material quirúrgico, insulina, y antibióticos. En la primera semana, los depósitos farmacéuticos se quedaron sin repuestos de gasas y vendajes.
¿Qué tipo de refugiados están llegando?
Principalmente mujeres con niños pequeños, así que vemos infecciones respiratorias y, de entre ellas, COVID. Las personas mayores necesitan recetas de la medicación crónica (diabetes, insuficiencia cardiaca, hipertensión). He apreciado descompensaciones de tensión arterial y estreñimiento. La inspección sanitaria nos ha enviado información de aparición de casos de polio. También esperamos que pueda aumentar la incidencia de sarampión y de VIH.
A nivel hospitalario han sido trasladados servicios enteros de oncología para que los pacientes puedan continuar con el tratamiento.
¿Tenéis refuerzos en AP?
No. Somos los que éramos y… no éramos muchos. Aproximadamente hay 2,5 médicos por cada 1000 habitantes, cuando en España es casi el doble. La esperanza está en que las médicas y enfermeras que han llegado puedan incorporarse a los centros sanitarios y reciban la autorización de los colegios profesionales para ejercer. A la falta de personal se suma la falta de recursos económicos...