María Rodríguez Barragán: “Algunos estudios indican que escalas como la HSCL-25 ayudan a los pacientes a poner palabras a síntomas como los de la depresión”
En 2019, las becas Isabel Fernández reconocieron el proyecto de María Rodríguez Barragán “Traducción, adaptación y análisis de validez y fiabilidad de la Hopkins Symptom Checklist-25 en español para la evaluación de la depresión en Atención Primaria”. Se trata de un trabajo de investigación para el cribado de este problema de salud mental en el primer nivel asistencial.
Hablamos con esta especialista en Medicina Familiar y Comunitaria acerca de los detalles de su tesis doctoral, así como de lo que ha significado para ella recibir una beca Isabel Fernández, reconocimiento que otorga la semFYC.
¿Cómo surgió la motivación para investigar sobre la detección de la depresión en Atención Primaria y específicamente validar la escala HSCL-25 en español?
Me propusieron colaborar con el grupo de investigación de Salud Mental de mi área en Barcelona cuando estaba finalizando la residencia. Este grupo estaba participando en un proyecto internacional europeo en el que varios países estaban analizando las propiedades psicométricas de la HSCL-25 en diferentes idiomas para la evaluación de la depresión en Atención Primaria (AP) en Europa. Me pareció muy interesante poder formar parte de un proyecto de estas características y me añadí llevando a cabo el análisis con población de AP en España.
¿Puedes describir en qué consiste la escala HSCL-25?
Se trata de una escala autoadministrada de 25 ítems muy breves que pregunta sobre síntomas en la semana previa. 10 de estos ítems hacen referencia a síntomas de ansiedad y los otros 15 a síntomas de depresión, pero de forma global evalúan la depresión. Se responden según una escala de Likert de 4 categorías en 5-10 minutos. Es sencilla de utilizar por los pacientes y las puntuaciones se interpretan de forma fácil.
¿Cuáles son las implicaciones prácticas que esperas que tenga la validación de la escala HSCL-25 en el contexto de la Atención Primaria y la detección temprana de la depresión?
La HSCL-25 puede ser útil en la práctica diaria de los médicos y las médicas de familia (MF) como herramienta de cribado de la depresión en la consulta. El hecho de que sea autoadministrada ahorra tiempo en la consulta y puede ser una escala útil para detectar depresión en aquellos pacientes que podrían pasar desapercibidos.
Por otro lado, también se puede utilizar en estudios clínicos en los que sea necesaria una medida de depresión. Será especialmente útil una vez se hayan finalizado los análisis de las propiedades psicométricas en otros países, ya que se dispondrá de una herramienta válida y fiable en el contexto de AP de todos los países europeos que participaron en el proyecto.
¿Podrías explicar brevemente la metodología que has utilizado en la validación de la escala HSCL-25e y cómo se adapta a las características de la población atendida en Atención Primaria?
El proyecto se dividió en dos fases.
En la primera fase se realizó la traducción y la adaptación transcultural a partir de la versión original en inglés siguiendo estos pasos: 1) traducción directa; 2) consenso con metodología Delphi con MF; 3) retrotraducción; 4) análisis de equivalencias; 5) análisis de comprensibilidad mediante entrevista cognitiva en una muestra de pacientes de AP, y 6) armonización transcultural. Esta fase se realizó de forma simultánea con otros 9 idiomas de los países europeos participantes (catalán, gallego, francés, griego, polaco, búlgaro, croata e italiano; se revisó también la versión alemana disponible). De esta manera, se aseguró la equivalencia conceptual en todos los países, lo que permitirá en el futuro hacer proyectos colaborativos utilizando la misma herramienta como medida de depresión.
En la segunda fase se analizaron las propiedades psicométricas de la HSCL-25 en español obtenida en la fase previa, para ello se diseñó un estudio transversal multicéntrico en el que participaron 6 centros de salud de 3 Comunidades Autónomas diferentes. Se analizó la validez de constructo, la validez de criterio y la fiabilidad de las puntuaciones de la HSCL-25.
El contexto de la AP se tuvo en cuenta desde el principio. Esta escala fue seleccionada en fases previas al inicio de este proyecto después de una revisión sistemática en la que se analizaron escalas de depresión que se hubieran evaluado en pacientes de AP. Tras esta revisión sistemática, se seleccionó la HSCL-25 por consenso en el que participaron MF. En el estudio realizado en mi tesis doctoral, participaron MF con metodología Delphi en el proceso de la traducción de la herramienta ya que se consideró necesario porque somos conocedores del lenguaje que utilizan nuestros pacientes. Finalmente, se evaluaron la validez y la fiabilidad de las puntuaciones de la HSCL-25 en español en 769 pacientes de AP.
¿Cuáles fueron los principales desafíos que enfrentaste durante el proceso de validación y cómo los superaste para lograr el éxito en tu investigación?
La tesis la he realizado por compendio de publicaciones, necesitaba poder publicar 3 artículos en revistas con factor de impacto y al menos uno de ellos debía ser en una revista internacional. El primer artículo lo enviamos a tres revistas diferentes hasta que conseguimos publicarlo después de hacer varios cambios. El tercer artículo fue evaluado por un revisor muy estricto, enviamos 7 versiones diferentes del manuscrito hasta que lo aceptaron. Fue un poco duro, pero sirvió para mejorar el artículo y me fue muy bien para preparar la defensa de la tesis doctoral, también. Para superar estos obstáculos fue clave el acompañamiento de mis directoras, que son las tres muy eficientes y prácticas.
¿Cómo crees que los resultados de tu tesis pueden influir en la práctica clínica diaria de los profesionales de la salud en Atención Primaria, y cómo podría beneficiar a los pacientes?
Las puntuaciones que ofrece la HSCL-25 han demostrado ser válidas y fiables para la evaluación de la depresión en el contexto concreto de la AP, por lo que podemos utilizarla en la consulta igual que utilizamos otras escalas de medida. Es útil para los pacientes porque es sencilla y se responde de forma autoadministrada, es decir, sin que el profesional intervenga. Además, algunos estudios cualitativos indican que este tipo de escalas ayudan a los pacientes a poner palabras a síntomas a veces difíciles de explicar cómo pueden ser los síntomas de depresión.
¿Existen planes para continuar investigando en este tema o para aplicar los hallazgos de tu tesis en otras áreas de la medicina o la psicología?
Junto con mis directoras de tesis vamos a realizar y publicar un análisis de las diferencias en el proceso de respuesta en función del género de los pacientes, ya que hemos detectado que las puntuaciones son diferentes, el punto de corte óptimo también es diferente y que los ítems que mejor discriminan entre hombres y mujeres con o sin depresión no son los mismos.
Asimismo, sigo formando parte del grupo de investigación de Salud Mental y Atención Primaria de la IDIAP Jordi Gol y estamos colaborando con otros estudios relacionados con la Salud Mental, concretamente estamos arrancando uno sobre el impacto de los determinantes sociales de la salud en población con patología mental.
¿Qué ha significado para ti recibir la beca Isabel Fernández que otorga la semFYC?
Ha supuesto una ayuda para financiar los gastos de publicación, principalmente. Empezar a investigar no es fácil, yo he tenido la suerte de contar con unas directoras fantásticas (la Dra. Maribel Fernández, la Dra. Ana Clavería y la Dra. Eva Peguero) y de contar con el soporte de la Unidad de Soporte a la Investigación del área de Barcelona; pero también son necesarias ayudas económicas para poder publicar y difundir los resultados. Creo que la beca Isabel Fernández es una gran oportunidad para los médicos y las médicas de familia que nos animamos a hacer la tesis y un impulso para llevarla adelante. Estoy muy agradecida de haberla recibido.