El profesional no debe evitar ninguna emoción en la consulta
Entrevistamos a Javier Bris, responsable del curso MOOC que este año te ofrece la #formaciónsemFYC: Herramientas de apoyo emocional para el médico de familia y sus pacientes, una formación con una metodolgía on-line, que ofrece contenidos masivos y gratuitos con el fin de dar a conocer la importancia del bienestar emocional para la propia salud y el bienestar de los y las pacientes.
Matricúlate al MOOC de la semFYC.
¿Es posible tratar temas tan humanos e incluso psicológicos como las emociones, la empatía o la capacidad de escuchar en un entorno digital?
Hoy en día nadie duda que los entornos digitales proporcionan recursos para tratar casi cualquier cuestión y el abordaje de temas psicológicos no es una excepción. Con los cursos a través de plataformas digitales se proporciona formación utilizando herramientas muy parecidas a la formación presencial incluso con algunas ventajas respecto a ella como que cada uno dispone libremente de su horario de trabajo.
Con los cursos MOOC se imparte formación teórica con material escrito, diapositivas, audios e incluso enlaces a vídeos que facilitan mucho la comprensión de los temas. Además se hacen propuestas de trabajo que enriquecen mucho la práctica vivencial de los temas que se abordan y permite compartir muchas cosas mediante foros de debate en los que se puede participar y recibir retroalimentación del resto de participantes.
Como curiosidad, en respuesta a tu pregunta, puedo decirte que la carrera de Psicología es una de las que se pueden hacer a distancia desde hace mucho tiempo, antes del nacimiento de las plataformas digitales de formación.
En la descripción de los objetivos de la formación, leemos que uno de los factores que se quieren conseguir es mejorar el bienestar del profesional sanitario, pero, ¿cuáles son los elementos que definen el bienestar de un médico?
El bienestar de un médico tiene muchas cosas en común con el bienestar de cualquier profesional en relación a su empresa, clientes o sus propias condiciones laborales y de formación. Lo que sucede es que en nuestro caso se establece un vínculo muy particular con nuestros pacientes y sus familiares. Una relación que está muy relacionada con la vivencia de sus emociones así como con el sufrimiento y el dolor de estos, lo que se refleja, yo diría especularmente, en nuestra propia sensación de bienestar profesional. Por no entrar a valorar las condiciones de franca tensión y estrés con las que trabajamos a diario.
Los módulos de los que consta la formación que impartimos en este curso están diseñados con idea de mejorar, no sólo las capacidades comunicativas con el paciente o con los propios compañeros de trabajo, sino también del profesional consigo mismo en aspectos muy importantes como por ejemplo el autoconocimiento o la autoeficacia. Cada módulo de los que consta esta formación tiene una orientación específica a estos niveles. Podemos decir que no hemos dado puntada sin hilo.
¿Un médico de familia que se sienta bien es más hábil para curar?
Nuestra profesión es muy amplia en sus contenidos y yo creo que cada uno de nosotros se siente más cómodo haciendo determinadas cosas frente a otras con las que sin embargo tiene la misma responsabilidad. Es por ello por lo que nuestra necesidad de formación es prácticamente constante.
Yo estoy convencido de que un médico de familia que se sienta emocionalmente bien tendrá en primer lugar una actitud más favorable para adquirir la formación que necesita y mejorar sus habilidades profesionales. En segundo lugar será capaz de hacer que sus propias emociones le orienten en un sentido más favorable en la práctica frente al paciente.
El miedo, por ejemplo, es una emoción necesaria, sin embargo se dice que es una de las que más limitan la capacidad de desarrollo del talento de las personas. Un profesional preso de una carga emocional de miedo es muy posible que vea limitada su propia capacidad de trabajo y se termine anquilosando y sintiendo a la larga frustrado e incluso aburrido. Es muy importante reconocer las propias emociones y saber cuándo trabajan o no a nuestro favor para poder actuar en consecuencia. En esto básicamente consiste la Inteligencia Emocional.
En ese sentido, ¿es más fácil que el paciente empatice con un médico que desprende positividad?
Más que positividad yo diría que el paciente empatiza mejor con un médico en el que se siente reflejado y reconocido. Creo que fue a Goleman al que leí que el optimismo es algo más que la cándida afirmación de que todo va a salir bien.
Un médico de familia no debe olvidar que ante el paciente, su familia, ante el propio sistema y ante sí mismo tiene asignada una misión que deberíamos definir sin ningún complejo con esta palabra: Liderazgo
Hace unos pocos meses tuve la suerte de compartir un curso de Liderazgo y Motivación con Francisco Yuste, un referente en el mundo del coaching de nuestro país. Me encantó la definición que él daba de líder como aquel que ante todo “sirve” y lo hace “Absorbiendo incertidumbre.” Me encantó como desarrollaba Paco su charla y decía cosas tan interesantes como que cuando el líder regala —Seguridad — a su liderado y además le da tiempo suficiente; este tarde o temprano le devuelve este regalo en forma de —Confianza—. Y cuando el binomio Seguridad - Confianza se mantiene se transforma en algo aún más potente a lo que Paco Yuste llama sencillamente Complicidad.
A mí me encanta pensar que los médicos de familia logramos alcanzar la Complicidad con muchos de nuestros pacientes porque esto quiere decir que se sienten seguros. Que saben que sus médicos, además de saber mucha medicina hacen todo lo que pueden dentro de sus posibilidades y que, en cualquier caso, pase lo que pase continuarán a su lado hasta el final.
Tal vez esto sea “desprender positividad” pero yo creo que el contenido de este binomio Seguridad–Confianza es aún más profundo.
Últimamente hay bastante polémica respecto al término “pensamiento positivo” y se habla a menudo de la dictadura social de la felicidad. ¿Cómo puede el médico de familia ser profesional y al mismo tiempo mostrar sus emociones, sean las que sean?
En cierto modo estoy de acuerdo con esa consideración de la “dictadura” que puede suponer un concepto mal entendido de felicidad. Vivimos en tiempos en los que prima la inmediatez. Muchas personas piensan que casi todo, hasta la felicidad, puede ser algo de obtención y consumo inmediato en lugar de un estado que se construye con esfuerzo considerando muchas cosas, entre ellas la aceptación de los propios problemas o limitaciones como una parte más de esa vida feliz a la que aspiramos.
Un médico, es también una persona y por lo tanto tiene sus emociones. No creo que esté mal permitir que otras personas las perciban. Esto le humaniza y digamos que le hace más cercano a los demás.
Otra cosa bien distinta es permitir que sean sus emociones y sobre todo sus cargas emocionales, las que tomen el mando de la situación. Digamos que si las emociones vienen dirigidas por una parte de nuestro cerebro, en la zona amigdalina, tenemos antes que dejar un poco de tiempo hasta que la corteza cerebral tome conciencia de lo que está pasando. Podemos decir que, como apuntaban nuestras abuelas: En determinadas ocasiones… antes de actuar cuenta hasta diez.
El profesional no debe evitar ninguna emoción en la consulta. Todas las emociones son necesarias porque todas las emociones tienen una función necesaria que cumplir.
Y si esto pasa con todas las emociones, con la tristeza mucho más. La tristeza forma parte de muchos procesos vitales con los que trabajamos a diario, la tristeza aporta un estado de recogimiento e introspección que contribuye mucho al autoconocimiento y otros valores necesarios para cerrar estos procesos.
Yo pienso que la mayoría de las ocasiones no es preciso intervenir ante la tristeza ya que esta ha de tener su espacio. El acompañamiento, el respeto, el silencio, el saber transmitir al otro algo tan sencillo como… “aquí me tienes” son en la mayoría de las ocasiones lo mejor que podemos hacer. Otra cosa es estar vigilantes ante ella, como ante cualquier emoción que se pueda ver sobrepasada, y actuar ante la posibilidad de que esta tristeza se convierta en una enfermedad como la depresión.
¿Qué es el optimismo sentido?
Hoy en día se han puesto de moda muchas expresiones parecidas a esta. Yo puedo darte mi punto de vista sobre este término: El optimista, como antes comenté, no es simplemente el que se limita a afirmar que todo va a salir bien. La persona optimista es básicamente el que actúa constructivamente para que realmente las cosas salgan bien.
En cuanto a el termino “sentido” me gusta mucho como lo trabaja mi compañero Jon Argote en el módulo de motivación de este curso. En una de sus afirmaciones dice que: “es la voluntad de sentido la que mueve al Ser Humano. El buscar un objetivo, algo incluso más grande que nosotros mismos a lo que entregarnos da significado a la frase de Nietzche: Si tienes un por qué vivir la vida te dará un cómo.”
Teniendo esto en cuenta yo diría que el optimismo sentido tiene mucho que ver con la acción por alcanzar aquello que cada uno siente que es el por qué de su existencia. Desde mi punto de vista practicar el optimismo sentido, es lo más lejano a sentarse en un sillón y esperar a que los milagros vengan solos.
¿Esta formación puede interesar a todo el mundo o solamente a un colectivo concreto dentro de la Medicina de Familia?
Esta formación está hecha por médicos de familia muy sensibilizados con los contenidos de este proyecto. Sabemos que el aprendizaje del manejo de las emociones no ha estado demasiado contemplado en la mayoría de los programas formativos universitarios y los módulos que hemos elaborado podríamos considerarlos útiles para todo el mundo.
Si uno se pone a ojear cada módulo en particular, yo diría que pueden resultar de interés para otros muchos profesionales y también para los pacientes.
¿Qué le dirías brevemente a alguien que dudara si matricularse al MOOC de la semFYC?
Yo creo que los cursos MOOC que aporta la semFYC son una magnífica oportunidad de adquirir una formación muy completa y de manera tremendamente amena ya que, como digo consta de diapositivas, audios, vídeos, propuestas de trabajo, participación en foros… y desde luego a un precio muy asequible.
¿Deseas añadir alguna cosa más?
Me gustaría añadir muchas cosas más aunque soy consciente de que podría extenderme demasiado. Por lo tanto me conformo con invitar a todas las personas que tienen dudas sobre si desean o no matricularse en el curso a que lean los títulos de cada uno de sus módulos y antes de pasar al siguiente se planteen la siguiente pregunta ¿Merece la pena lo que esto me puede aportar?
Nosotros hemos trabajado muy duro el tiempo en el que hemos estado preparando el curso. Cada uno de nosotros hemos echado muchas horas pero sobre todo mucha ilusión en preparar este trabajo. En este caso nuestro para qué estaba claro: queríamos aportar herramientas útiles para que nuestros compañeros mejorasen en su bienestar personal, para mejorar su trabajo en equipo y para que pudiese potenciar los recursos emocionales de sus pacientes.
Ahora estamos muy ilusionados con esta edición del curso: “Herramientas de apoyo emocional para el médico de familia y sus pacientes” y desde luego no puedo terminar sin dar las gracias sinceramente a la semFYC y todos sus socios y socias por esta oportunidad de compartir nuestro trabajo.
Muchas gracias y buena suerte