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Semana del Autocuidado 2022: recomendaciones para el buen uso de las TIC de salud

Semana del Autocuidado 2022: recomendaciones para el buen uso de las TIC de salud

Fecha de publicación: 21 de octubre de 2022

Tal y como hemos visto en la encuesta de la Semana del Autocuidado 2022, que trataba de saber más sobre la relación de los pacientes con las TIC, cada vez es más habitual que se consulte a través de Internet, redes sociales y apps sobre temas relacionados con la salud. Pero en la red no todo vale.



Porque por la red proliferan todo tipo de páginas sobre salud, pero no todas son fiables. Lo explica Elena Muñoz, presidenta de IBAMFIC y coordinadora de la Semana del Autocuidado:
 

“Cuando una persona realiza una búsqueda sobre un motivo de salud, se le ofrecen resultados según el algoritmo del propio buscador, no necesariamente según criterios de calidad o fiabilidad de la información que contienen”.

 


Las razones de esa falta de fiabilidad pueden ser varias, desde la baja calidad de la información, no referenciada o contrastada, a la oferta de consejos generales o banales; pasando por la publicidad encubierta, el alarmismo, la medicalización o la pseudociencia. Por otro lado, puede que esas fuentes no estén actualizadas o que promuevan intervenciones o tratamientos que carezcan de evidencia científica.



Por esta razón, Alfonso Villegas, Coordinador del Grupo de Trabajo de Innovación Tecnológica y Sistemas de Información recuerda que “lo primero que hemos de tener claro es que debemos contrastar y consultar la información que encontremos por internet con un/a profesional sanitario/a antes de tomar cualquier decisión sobre nuestra salud o la de alguien cercano. La información que encontremos es general y no tiene en cuenta otros factores que seguro son importantes. La información en salud (digital o no) es una herramienta complementaria para orientar a pacientes y ciudadanía y hacerles más protagonistas de su cuidado y de su salud, pero nunca sustituye el trabajo de un/a profesional sanitario/a”, afirma.



Adiós a los productos milagro



En relación a la compra de productos o medicamentos, continúa Villegas, “hemos de seguir desconfiando de productos infalibles, antiguos remedios o ingredientes secretos. El aval de una prescripción médica o indicación enfermera y de una dispensación farmacéutica, es una garantía de seguridad irrenunciable para nuestra salud”.



Otro tema a tratar de gran importancia es el que se refiere a la seguridad informática o ciberseguridad, que está cobrando cada vez más importancia. Alfonso Villegas: “Los datos de salud tienen el nivel más alto de protección posible y por eso es importante que también cuidemos este aspecto. Al igual que hemos incorporado a nuestro día a día acciones como el uso de antivirus en nuestros dispositivos, la realización de copias de seguridad de nuestros archivos, o el hecho de prestar mayor atención a la información personal que compartimos o publicamos….

 

 

 

Deberíamos mantener actualizadas nuestras herramientas de navegación (sistema operativo, navegador, aplicaciones…); utilizar contraseñas robustas y diferentes en nuestras cuentas y aplicaciones; navegar por sitios seguros (webs https, certificado digital); así como utilizar y descargar aplicaciones sólo de sitios oficiales”.

 


Del mismo modo, Villegas aconseja “ciber-exponernos” lo menos posible como medida preventiva en materia de ciberseguridad. Y concreta: “Tener deshabilitadas las conexiones inalámbricas mientras no vayan a usarse (wifi, bluetooth) o evitar conectarse a redes públicas o desconocidas (sobre todo cuando vayamos a intercambiar información importante)”. Son pequeños gestos que pueden ayudarnos a mantener a salvo nuestros datos de salud.



La coordinadora de la Semana del Autocuidado afirma que “aunque el acceso a información sobre autocuidado de la salud es positivo en la mayoría de casos, Internet no es ni debe ser una fuente de diagnósticos o tratamientos, ni puede sustituir a los profesionales sanitarios”.



Cuidado con la cibercondria



También conviene tener en cuenta que se puede llegar a caer en la cibercondría, “un comportamiento de búsqueda excesiva y repetitiva de información sobre temas de salud, motivado por la ansiedad que sufre la persona respecto a su salud. La persona siente inicialmente que la información es un alivio para su preocupación pero, no obstante, la ansiedad se amplifica y ocasiona resultados conductuales muy poco saludables: uso adictivo de internet con afectación de otras actividades cotidianas, desconfianza ante los/as profesionales sanitarios/as, automedicación y otros”, concluye Muñoz.