Salubrízate apuesta por el modelo de activos para la salud
Hace una semana dinfundíamos el programa en atención comunitaria y explicábamos de primera mano su área de acción. Salubrízate es un programa de éxito que persigue el bienestar físico y emocional de las personas que viven en nuestro entorno bajo el convencimiento de que la salud está fuera de los centros sanitarios y sólo es posible si todas y todos, profesionales, ciudadanos y administraciones, trabajamos juntos y en el mismo sentido.
El modelo que se utiliza para llevar a cabo los objetivos generales del programa es el modelo de activos para la salud, en el que es la propia comunidad quien reconoce los recursos existentes. Las impulsoras del programa, con Mercedes Hernández y Celsa Perdiz a la cabeza, explican que mientras que un recurso es objetivable, (p.ej. número de jardines en un barrio), un activo es un bien subjetivo (p. ej. cuántos de esos jardines son utilizados y disfrutados).
Así se identifican distintos tipos de “activos”, personales que aportan valores individuales significativos para mejorar la salud de su entorno, activos de asociaciones y organizaciones, activos físicos como espacios verdes, edificios o rutas, activos económicos que provienen de empresas o comercio local y activos culturales.
Como resultado de este proceso de identificación, se produce un inventario de las riquezas que posee nuestra comunidad para mejorar el propio bienestar y la cohesión social, lo que constituye “un mapa de activos” en cuya elaboración pretendemos que los participantes reflexionemos acerca de las razones por las que la propuesta es un recurso reconocido y podría ser recomendado, y elaboramos también un “mapa de recursos” para ofrecerlos a la población y hacerlos visibles. Trabajamos con distintos niveles de implicación.
Según afirman desde el programa:
Todos estamos abiertos a participar, lo que no significa que todos participemos en todo. Se trata de un modelo flexible que se adapta a las distintas condiciones.
En ese sentido, en el grupo motor están las personas y entidades que comparten la visión y la misión del programa, quienes lo apoyan totalmente y se encargan de dinamizar el proceso, este pequeño grupo es abierto y flexible para adaptarse a la disponibilidad sin perder el ritmo; hay una red de apoyo constituida por quienes comparten y participan pero no tienen disponibilidad para estar en el grupo motor, son agentes comunitarios multidisciplinares abiertos a integrar a nuevos agentes al ir avanzando (hábitos saludables, urgencias, ética, historia, alimentación, gripe, contaminación, ejercicio, papel de la mujer, desigualdades, salud mental, lecturas recomendadas, ELA, urbanismo, barrios); hay también un grupo de participación puntual integrado por personas no implicadas de manera permanente en la acción comunitaria, pero que nos enriquecen y aportan nuevos conocimientos sobre la realidad, algunos han terminado por formar parte del grupo de red de apoyo o del grupo motor, y finalmente está el llamado círculo extendido que no participa directamente pero está informado de la evolución, de los resultados y siempre invitado a sumarse en próximas etapas.
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