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La sexta ola de COVID en Atención Primaria: más de 48 pacientes al día por consulta y 5 días de demora de media para citación presencial
Fecha de publicación: 23 de diciembre de 2021
La semFYC elabora una encuesta propia (realizada los días 20 y 21 de diciembre) cuyos resultados avalan la situación de colapso que vive la Atención Primaria
En todas las comunidades autónomas excepto Baleares y País Vasco, los médicos de familia realizan cada día más de 48 consultas médicas, lo que hace la situación insostenible. Región de Murcia (57), Andalucía (54), Aragón (52), Castilla-La Mancha (52,25) y Madrid (50,33) superan la barrera de las 50 consultas diarias por médico de familia.
La semFYC “no entra en el descrédito político, las descalificaciones ni los juicios de valor gratuitos. Aportamos datos objetivos que demuestran la actividad que se viene realizando en cada uno de los centros de salud de nuestro país”, afirma Salvador Tranche, presidente de la semFYC.
Madrid, 23 de diciembre de 2021. Al igual que sucedió en las anteriores, en esta sexta ola causada por el SARS-CoV-2, la actividad desarrollada en Atención Primaria está quedando prácticamente invisibilizada en favor de los datos de ingresos hospitalarios y en UCI hospitalaria, que sí ofrece el Ministerio de Sanidad, denuncian desde la Junta de la semFYC. Esta situación ha llevado a la semFYC a realizar su propio estudio estadístico realizado mediante encuestas rápidas a la red de 17 sociedades federadas que se integran en la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Los datos resultantes avalan la lamentable situación en la que se encuentra este nivel asistencial, en el que cada médico de familia finaliza la jornada con una media de más de 48 pacientes asistidos en cada consulta de Medicina Familiar y Comunitaria.
En este punto, el presidente de la semFYC, Salvador Tranche hace un llamamiento para que “los gestores sanitarios y a los políticos que dejen de mirar a otro lado y lejos de amenazar a la AP se pongan manos a la obra y pongan en valor este nivel asistencial asignando presupuestos suficientes, si es que realmente apuestan por un sistema sanitario público de calidad que responda a las necesidades reales sanitarias de los ciudadanos”.
Ante el actual escenario, Tranche recuerda que “los médicos de familia y todos los que trabajamos en AP, que estamos comprometidos con las personas, seguiremos trabajando con el rigor, calidad y generosidad con la que venimos haciéndolo hasta ahora”.
NOTA IMPORTANTE PARA EL APOYO A VUESTRA TAREA INFORMATIVA: AL FINAL DEL TEXTO DE LA NOTA HEMOS INCLUIDO LA TRANSCRIPCIÓN ÍNTEGRA DEL AUDIO DEL PRESIDENTE SALVADOR TRANCHE ADJUNTO TAMBIÉN AQUÍ
“La actual situación epidemiológica pone sobre la mesa la necesidad de que se hagan públicos los datos de actividad asistencial de AP durante la pandemia de COVID19. Es necesario que tanto el Ministerio de Sanidad como todas las Consejerías ofrezcan datos oficiales de AP y no solo de ingresos hospitalarios y en UCI. El sentir de muchos médicos de familia es que la invisibilización de su trabajo menoscaba la confianza de la ciudadanía en este nivel y abre las puertas a que se ponga en duda la actividad clínica asistencial de las y los médicos de familia”, señala la semFYC.
Para esta sociedad “la actividad real de los profesionales de Atención Primaria en España lleva dos años oculta bajo los datos oficiales, constituyendo la masa del iceberg oculta bajo las aguas”.
La actividad asistencial en tres gráficos
La visualización de la actividad asistencial desarrollada por el conjunto de especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria pone de manifiesto que las medias de actividad diaria se sitúan muy por encima de lo recomendado. En comparación con los datos de anteriores olas, algunas comunidades registran incluso mayor actividad asistencial.
En esta ola, las comunidades que mayor presión han soportado en el arranque de la cuarta semana de diciembre son Región de Murcia (57), Andalucía (54), Aragón (52), Castilla-La Mancha (52,25) y Madrid (50,33), donde se supera la barrera de las 50 consultas diarias por médico de familia.
En el cómputo total de actividades clínicas por especialista en Medicina Familiar y Comunitaria al día, los resultados se sitúan en más de 48 consultas médicas, lo que hace la situación insostenible y supone un riesgo de seguridad asistencial. Más aún si se comparan con los resultado registrados en olas precedentes (resultados extraídos de encuestas previas de la semFYC): durante la primera ola, la actividad asistencial diaria se situaba en una horquilla de entre 34-37 pacientes al día; mientras que en la ola de julio de 2020, la media alcanzada fue de 43 pacientes diarios.
Llama la atención la actividad desarrollada en comunidades que superan los 50 pacientes al día por médico de familia (Andalucía, Aragón, Madrid y Castilla-La Mancha), pero también las que superan los 43 pacientes diarios: todas salvo Baleares (con 37,25 pacientes por médicos de familia al día ) y País Vasco (con 39.5), que también están por encima de la media asistencial de la primera ola.
La magnitud de estas cifras se entiende aún mejor si se tiene en cuenta que en julio de 2020, solo Extremadura registró una media extrema de hasta 58 visitas por médico al día, estando en una de las peores situaciones de la pandemia.
“Los datos avalan una percepción generalizada entre el conjunto de especialistas de que la presión asistencial sobre Atención Primaria no ha parado de crecer desde que irrumpiera la COVID19”, señalan portavoces de la semFYC.
Consulta presencial y telefónica
En la comparativa entre consultas realizadas presencialmente o asistencias telefónicas a pacientes, el último cómputo de datos señala que en 12 comunidades (Principado de Asturias, País Vasco, Aragón, Cataluña, Baleares, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Andalucía e Islas Canarias) el número de consultas presenciales supera al de las consultas telefónicas. Las mayores desviaciones se producen en Castilla-La Mancha, donde casi se doblan los datos (17,75 consultas telefónicas/MF/día, frente 30,13 consultas presenciales/MF/día); Extremadura (18,5 consultas telefónicas/MF/día, frente 29,5 consultas presenciales/MF/día), Andalucía (31,5 consultas telefónicas/MF/día, frente 20,67 consultas presenciales/MF/día), Islas Baleares (12,75 consultas telefónicas/MF/día, frente 23 consultas presenciales/MF/día).
Las medias generales de 24,78 visitas presenciales y 19,98 consultas telefónicas por médico de familia al día se traducen en estos porcentajes: un 55,4% de las visitas se desarrollan presencialmente en la consulta del centro de salud; mientras que un 44,6% son a través de la consulta telefónica.
Batiendo récords en tiempo de espera
Uno de los baremos que con más claridad evidencia la situación de la Atención Primaria es, sin duda, los días de demora para citación en consulta que, estos días de diciembre se sitúa de media en 5,75.
El caso más dramático es el de Cataluña, donde los pacientes tienen que esperar 12,38 días para conseguir cita con su médico de familia. Valencia, con 9,33; Baleares, con 8,86; Andalucía, con 7,67; Región de Murcia, con 7; y Madrid, con 6,83, son las comunidades que deben esperar más de una semana para visitar a su médico en el centro de salud. Solo en Asturias y Castilla y León el tiempo de espera es de menos de tres días.
“Esta sobrecarga asistencial tan enorme que está sufriendo la AP tiene consecuencias negativas. La primera de ellas es la demora en recibir atención. Tenemos una demora de casi seis días desde que el paciente solicita una consulta con su médico hasta que es recibido por este. Y ya habíamos demostrado cómo una AP orientada directamente a la atención de pacientes con coronavirus se traducía en una pérdida de diagnósticos de más del 50% de las patologías crónicas y demoras diagnósticas en el diagnóstico, por ejemplo del cáncer de un 30% a un 40%. Por todo ello pedimos al Ministerio que incorpore indicadores de atención primaria a los dato”, ha señalado Salvador Tranche.
De nuevo, enfoque hospitalcentrista
Sin duda, estas cifras se deben al repunte de la pandemia, que se evidencia en el número de positivos covid (+) por centro de salud y día diagnosticados estos días, con una media de 23,42 en todo el país. Cataluña, con 56,75 positivos diarios por centro de salud, es la comunidad con el número más alto, seguido de Castilla y León (33,6), Madrid (28,6) y Andalucía (28,17). Aragón con menos de dos positivos diarios por centro de salud y Canarias, con dos, son las comunidades con números más bajos.
Pero el sobre esfuerzo de la AP también se debe a que la atención sanitaria en esta sexta ola por COVID-19 vuelve a ser abordada con un enfoque hospitalocentrista, lo que, si no se remedia urgentemente, volverá a condicionar el diseño organizativo. Y en ese sentido, la semFYC recuerda a las administraciones que el 90% de los casos de covid son atendidos en las consultas de AP, porque, en palabras de Salvador Tranche, Presidente de la semFYC, “en esta sexta ola, la Atención Primaria sigue siendo la puerta de entrada, el salón y el resto de la casa de los pacientes con covid”.
La encuesta realizada por la semFYC
Los datos que ahora hace públicos la semFYC son el resultado de una encuesta flash realizada a través de la red de las Sociedades Federadas que constituyen la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Los datos son el reflejo de la actividad clínica y asistencial desarrollada por 1382 médicos de toda España que trabajan en Centros de Salud y Consultorios.
Transcripción de las dos notas de voz adjuntas:
Atribución: Salvador Tranche, Presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria
Audio 1:
[audio mp3="https://www.semfyc.es/storage/notices/wp-content/uploads/2021/12/Salvador-Tranche-semFYC-6a-ola-opinión-medidas.mp3"][/audio]
Nosotros no entramos en el descrédito político, las descalificaciones ni los juicios de valor gratuitos. Aportamos nuevamente, al igual que hemos hecho en oleadas anteriores, datos objetivos que demuestran la actividad que se viene realizando en cada uno de los centros de salud de nuestro país. Anteriormente habíamos demostrado como por cada paciente que se diagnosticaba con prueba diagnóstica PCR en el hospital, nosotros teníamos la sospecha diagnóstica y seguíamos atendiendo a nueve pacientes en su domicilio. Demostramos ahora que cada médico de familia de nuestro país atiende diariamente a casi 50 pacientes y que, lejos de tener los centros de salud cerrados, más del 50% de esas consultas son presenciales.
Esta sobrecarga asistencial tan enorme que está sufriendo la AP tiene consecuencias negativas. La primera de ellas es la demora en recibir atención. Tenemos una demora de casi seis días desde que el paciente solicita una consulta con su médico hasta que es recibido por este. Y ya habíamos demostrado cómo una AP orientada directamente a la atención de pacientes con coronavirus se traducía en una pérdida de diagnósticos de más del 50% de las patologías crónicas y demoras diagnósticas en el diagnóstico, por ejemplo del cáncer de un 30% a un 40%. Por todo ello pedimos al Ministerio que incorpore indicadores de atención primaria a los datos de seguimiento de la pandemia para hacer la AP visible.
Y pedimos a los gestores sanitarios y a los políticos que dejen de mirar a otro lado y lejos de amenazar a la AP se pongan manos a la obra y pongan en valor este nivel asistencial asignando presupuestos suficientes, si es que realmente apuestan por un sistema sanitario público de calidad que responda a las necesidades reales sanitarias de los ciudadanos. Y mientras tanto, los médicos de familia y todos los que trabajamos en AP, que estamos comprometidos con las personas, seguiremos trabajando con el rigor, calidad y generosidad con la que venimos haciéndolo hasta ahora.
Si tuviera que hacer una valoración global de todas las iniciativas que ha propuesto el gobierno en la reunión con todas las comunidades autónomas en el día de ayer, diría que algunas de ellas son positivas, otras son insuficientes y finalmente, algunas son de dudosa eficacia.
En cuanto a las que consideramos que son muy positivas, la potenciación de la vacunación, la dotación económica para incorporar recursos en AP, el incremento de recursos en AP, la flexibilización de la incorporación de esos recursos incorporando incluso a profesionales jubilados, con el objetivo de reducir la precariedad por debajo de un 8%.
En cuanto al bloque de iniciativas de eficacia dudosa, hay dos que quiero destacar: por un lado el certificado covid, que puede ser interesante para incentivar la vacunación, pero desde el punto de vista de control de la pandemia no aporta nada, puesto que las personas vacunadas que no sufren síntomas graves ni precisan hospitalización ni cuidados en UCI gracias a la vacunación, lamentablemente, pueden transmitir la infección y ser detectores de transmisión aunque estén correctamente vacunados. El otro elemento que en nuestra opinión tampoco parece que sea eficaz es el uso de mascarillas en exterior, salvo en situaciones de aglomeración. Nos parece que habría que haber insistido muchísimo más en las medidas de uso de mascarillas en interior, ventilación, etc.
Hay una iniciativa que nos parece negativa, que es la contratación de profesionales no homologados en nuestro país, ya que creemos que eso es un problema para la seguridad y la calidad de la atención a los pacientes y en ese sentido nos parece una medida negativa.
En resumen; bienvenidas las medidas, algunas de ellas son francamente positivas; otras son dudosas, y hay alguna negativa. En cualquier caso, son insuficientes en cuanto a herramientas que puedan controlar la transmisión. Creemos que debería existir un mayor esfuerzo en reducir la interacción social, limitar el aforo de reuniones y los horarios de centros hosteleros y de ocio nocturno, medidas que pueden ser muy eficaces para controlar la transmisión de la infección, como se ha demostrado en anteriores ocasiones.
Nosotros no entramos en el descrédito político, las descalificaciones ni los juicios de valor gratuitos. Aportamos nuevamente, al igual que hemos hecho en oleadas anteriores, datos objetivos que demuestran la actividad que se viene realizando en cada uno de los centros de salud de nuestro país. Anteriormente habíamos demostrado como por cada paciente que se diagnosticaba con prueba diagnóstica PCR en el hospital, nosotros teníamos la sospecha diagnóstica y seguíamos atendiendo a nueve pacientes en su domicilio. Demostramos ahora que cada médico de familia de nuestro país atiende diariamente a casi 50 pacientes y que, lejos de tener los centros de salud cerrados, más del 50% de esas consultas son presenciales.
Esta sobrecarga asistencial tan enorme que está sufriendo la AP tiene consecuencias negativas. La primera de ellas es la demora en recibir atención. Tenemos una demora de casi seis días desde que el paciente solicita una consulta con su médico hasta que es recibido por este. Y ya habíamos demostrado cómo una AP orientada directamente a la atención de pacientes con coronavirus se traducía en una pérdida de diagnósticos de más del 50% de las patologías crónicas y demoras diagnósticas en el diagnóstico, por ejemplo del cáncer de un 30% a un 40%. Por todo ello pedimos al Ministerio que incorpore indicadores de atención primaria a los datos de seguimiento de la pandemia para hacer la AP visible.
Y pedimos a los gestores sanitarios y a los políticos que dejen de mirar a otro lado y lejos de amenazar a la AP se pongan manos a la obra y pongan en valor este nivel asistencial asignando presupuestos suficientes, si es que realmente apuestan por un sistema sanitario público de calidad que responda a las necesidades reales sanitarias de los ciudadanos. Y mientras tanto, los médicos de familia y todos los que trabajamos en AP, que estamos comprometidos con las personas, seguiremos trabajando con el rigor, calidad y generosidad con la que venimos haciéndolo hasta ahora.
Audio 2:
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En relación con las medidas impuestas por el Gobierno para dar respuesta a la situación de la pandemia por Coronavirus en el momento actual, creemos que hay algunas de ellas que son muy positivas y otras que son, cuanto menos, dudosas. Entre aquellas que creemos que son positivas está la potenciación de la vacunación, que nos parece un elemento prioritario; el replanteamiento del plan de Atención Primaria con esos 292 millones que esperemos sean finalistas y vayan destinados a mejorar la inversión en la Atención Primaria y su ejecución por las Comunidades Autónomas; el incremento en recursos humanos tanto de aquellos que están activos como de una manera más flexible aquellos que ya están jubilados y, por supuesto, la reducción de la precariedad por debajo de un 8%.
Entre aquellas medidas que nos parecen dudosas quería destacar tres: La primera de ellas es la obligatoriedad de uso de mascarillas en espacios exteriores. Estos espacios son los más seguros, salvo en situación de aglomeración de personas. Entenderíamos que esta medida fuera de aplicación para los espacios interiores, que es donde el riesgo de transmisión es más elevado. El segundo elemento es la obligatoriedad del pasaporte COVID. El pasaporte covid únicamente certifica la actualización de la vacunación en esa persona concreta, pero desde luego, no da ninguna seguridad de que esa persona en ese momento pueda o no actuar transmitiendo la enfermedad. Sabemos que aquellas personas que están vacunadas están mucho más seguras. La posibilidad de que tengan una infección grave o que necesiten ingreso hospitalario es muy baja en comparación con los pacientes que no están vacunados, pero también pueden actuar transmitiendo la enfermedad. De manera que el pasaporte COVID no asegura una inmunidad. Y finalmente, el elemento que nos parece más llamativo es la anulación de la obligatoriedad de cuarentena en aquellas personas que están infectadas por la variante Omicron. La única manera de controlar esta pandemia es con medidas de seguridad, intentando reducir la transmisión, fomentando la cuarentena, el uso de la mascarilla, la distancia social y la ventilación de espacios interiores.
Audio 3:
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Si tuviera que hacer una valoración global de todas las iniciativas que ha propuesto el gobierno en la reunión con todas las comunidades autónomas en el día de ayer, diría que algunas de ellas son positivas, otras son insuficientes y finalmente, algunas son de dudosa eficacia.
En cuanto a las que consideramos que son muy positivas, la potenciación de la vacunación, la dotación económica para incorporar recursos en AP, el incremento de recursos en AP, la flexibilización de la incorporación de esos recursos incorporando incluso a profesionales jubilados, con el objetivo de reducir la precariedad por debajo de un 8%.
En cuanto al bloque de iniciativas de eficacia dudosa, hay dos que quiero destacar: por un lado el certificado covid, que puede ser interesante para incentivar la vacunación, pero desde el punto de vista de control de la pandemia no aporta nada, puesto que las personas vacunadas que no sufren síntomas graves ni precisan hospitalización ni cuidados en UCI gracias a la vacunación, lamentablemente, pueden transmitir la infección y ser detectores de transmisión aunque estén correctamente vacunados. El otro elemento que en nuestra opinión tampoco parece que sea eficaz es el uso de mascarillas en exterior, salvo en situaciones de aglomeración. Nos parece que habría que haber insistido muchísimo más en las medidas de uso de mascarillas en interior, ventilación, etc.
Hay una iniciativa que nos parece negativa, que es la contratación de profesionales no homologados en nuestro país, ya que creemos que eso es un problema para la seguridad y la calidad de la atención a los pacientes y en ese sentido nos parece una medida negativa.
En resumen; bienvenidas las medidas, algunas de ellas son francamente positivas; otras son dudosas, y hay alguna negativa. En cualquier caso, son insuficientes en cuanto a herramientas que puedan controlar la transmisión. Creemos que debería existir un mayor esfuerzo en reducir la interacción social, limitar el aforo de reuniones y los horarios de centros hosteleros y de ocio nocturno, medidas que pueden ser muy eficaces para controlar la transmisión de la infección, como se ha demostrado en anteriores ocasiones.
En todas las comunidades autónomas excepto Baleares y País Vasco, los médicos de familia realizan cada día más de 48 consultas médicas, lo que hace la situación insostenible. Región de Murcia (57), Andalucía (54), Aragón (52), Castilla-La Mancha (52,25) y Madrid (50,33) superan la barrera de las 50 consultas diarias por médico de familia.
La semFYC “no entra en el descrédito político, las descalificaciones ni los juicios de valor gratuitos. Aportamos datos objetivos que demuestran la actividad que se viene realizando en cada uno de los centros de salud de nuestro país”, afirma Salvador Tranche, presidente de la semFYC.
Madrid, 23 de diciembre de 2021. Al igual que sucedió en las anteriores, en esta sexta ola causada por el SARS-CoV-2, la actividad desarrollada en Atención Primaria está quedando prácticamente invisibilizada en favor de los datos de ingresos hospitalarios y en UCI hospitalaria, que sí ofrece el Ministerio de Sanidad, denuncian desde la Junta de la semFYC. Esta situación ha llevado a la semFYC a realizar su propio estudio estadístico realizado mediante encuestas rápidas a la red de 17 sociedades federadas que se integran en la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Los datos resultantes avalan la lamentable situación en la que se encuentra este nivel asistencial, en el que cada médico de familia finaliza la jornada con una media de más de 48 pacientes asistidos en cada consulta de Medicina Familiar y Comunitaria.
En este punto, el presidente de la semFYC, Salvador Tranche hace un llamamiento para que “los gestores sanitarios y a los políticos que dejen de mirar a otro lado y lejos de amenazar a la AP se pongan manos a la obra y pongan en valor este nivel asistencial asignando presupuestos suficientes, si es que realmente apuestan por un sistema sanitario público de calidad que responda a las necesidades reales sanitarias de los ciudadanos”.
Ante el actual escenario, Tranche recuerda que “los médicos de familia y todos los que trabajamos en AP, que estamos comprometidos con las personas, seguiremos trabajando con el rigor, calidad y generosidad con la que venimos haciéndolo hasta ahora”.
NOTA IMPORTANTE PARA EL APOYO A VUESTRA TAREA INFORMATIVA: AL FINAL DEL TEXTO DE LA NOTA HEMOS INCLUIDO LA TRANSCRIPCIÓN ÍNTEGRA DEL AUDIO DEL PRESIDENTE SALVADOR TRANCHE ADJUNTO TAMBIÉN AQUÍ
“La actual situación epidemiológica pone sobre la mesa la necesidad de que se hagan públicos los datos de actividad asistencial de AP durante la pandemia de COVID19. Es necesario que tanto el Ministerio de Sanidad como todas las Consejerías ofrezcan datos oficiales de AP y no solo de ingresos hospitalarios y en UCI. El sentir de muchos médicos de familia es que la invisibilización de su trabajo menoscaba la confianza de la ciudadanía en este nivel y abre las puertas a que se ponga en duda la actividad clínica asistencial de las y los médicos de familia”, señala la semFYC.
Para esta sociedad “la actividad real de los profesionales de Atención Primaria en España lleva dos años oculta bajo los datos oficiales, constituyendo la masa del iceberg oculta bajo las aguas”.
La actividad asistencial en tres gráficos
La visualización de la actividad asistencial desarrollada por el conjunto de especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria pone de manifiesto que las medias de actividad diaria se sitúan muy por encima de lo recomendado. En comparación con los datos de anteriores olas, algunas comunidades registran incluso mayor actividad asistencial.
En esta ola, las comunidades que mayor presión han soportado en el arranque de la cuarta semana de diciembre son Región de Murcia (57), Andalucía (54), Aragón (52), Castilla-La Mancha (52,25) y Madrid (50,33), donde se supera la barrera de las 50 consultas diarias por médico de familia.
En el cómputo total de actividades clínicas por especialista en Medicina Familiar y Comunitaria al día, los resultados se sitúan en más de 48 consultas médicas, lo que hace la situación insostenible y supone un riesgo de seguridad asistencial. Más aún si se comparan con los resultado registrados en olas precedentes (resultados extraídos de encuestas previas de la semFYC): durante la primera ola, la actividad asistencial diaria se situaba en una horquilla de entre 34-37 pacientes al día; mientras que en la ola de julio de 2020, la media alcanzada fue de 43 pacientes diarios.
Llama la atención la actividad desarrollada en comunidades que superan los 50 pacientes al día por médico de familia (Andalucía, Aragón, Madrid y Castilla-La Mancha), pero también las que superan los 43 pacientes diarios: todas salvo Baleares (con 37,25 pacientes por médicos de familia al día ) y País Vasco (con 39.5), que también están por encima de la media asistencial de la primera ola.
La magnitud de estas cifras se entiende aún mejor si se tiene en cuenta que en julio de 2020, solo Extremadura registró una media extrema de hasta 58 visitas por médico al día, estando en una de las peores situaciones de la pandemia.
“Los datos avalan una percepción generalizada entre el conjunto de especialistas de que la presión asistencial sobre Atención Primaria no ha parado de crecer desde que irrumpiera la COVID19”, señalan portavoces de la semFYC.
Consulta presencial y telefónica
En la comparativa entre consultas realizadas presencialmente o asistencias telefónicas a pacientes, el último cómputo de datos señala que en 12 comunidades (Principado de Asturias, País Vasco, Aragón, Cataluña, Baleares, La Rioja, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, Andalucía e Islas Canarias) el número de consultas presenciales supera al de las consultas telefónicas. Las mayores desviaciones se producen en Castilla-La Mancha, donde casi se doblan los datos (17,75 consultas telefónicas/MF/día, frente 30,13 consultas presenciales/MF/día); Extremadura (18,5 consultas telefónicas/MF/día, frente 29,5 consultas presenciales/MF/día), Andalucía (31,5 consultas telefónicas/MF/día, frente 20,67 consultas presenciales/MF/día), Islas Baleares (12,75 consultas telefónicas/MF/día, frente 23 consultas presenciales/MF/día).
Las medias generales de 24,78 visitas presenciales y 19,98 consultas telefónicas por médico de familia al día se traducen en estos porcentajes: un 55,4% de las visitas se desarrollan presencialmente en la consulta del centro de salud; mientras que un 44,6% son a través de la consulta telefónica.
Batiendo récords en tiempo de espera
Uno de los baremos que con más claridad evidencia la situación de la Atención Primaria es, sin duda, los días de demora para citación en consulta que, estos días de diciembre se sitúa de media en 5,75.
El caso más dramático es el de Cataluña, donde los pacientes tienen que esperar 12,38 días para conseguir cita con su médico de familia. Valencia, con 9,33; Baleares, con 8,86; Andalucía, con 7,67; Región de Murcia, con 7; y Madrid, con 6,83, son las comunidades que deben esperar más de una semana para visitar a su médico en el centro de salud. Solo en Asturias y Castilla y León el tiempo de espera es de menos de tres días.
“Esta sobrecarga asistencial tan enorme que está sufriendo la AP tiene consecuencias negativas. La primera de ellas es la demora en recibir atención. Tenemos una demora de casi seis días desde que el paciente solicita una consulta con su médico hasta que es recibido por este. Y ya habíamos demostrado cómo una AP orientada directamente a la atención de pacientes con coronavirus se traducía en una pérdida de diagnósticos de más del 50% de las patologías crónicas y demoras diagnósticas en el diagnóstico, por ejemplo del cáncer de un 30% a un 40%. Por todo ello pedimos al Ministerio que incorpore indicadores de atención primaria a los dato”, ha señalado Salvador Tranche.
De nuevo, enfoque hospitalcentrista
Sin duda, estas cifras se deben al repunte de la pandemia, que se evidencia en el número de positivos covid (+) por centro de salud y día diagnosticados estos días, con una media de 23,42 en todo el país. Cataluña, con 56,75 positivos diarios por centro de salud, es la comunidad con el número más alto, seguido de Castilla y León (33,6), Madrid (28,6) y Andalucía (28,17). Aragón con menos de dos positivos diarios por centro de salud y Canarias, con dos, son las comunidades con números más bajos.
Pero el sobre esfuerzo de la AP también se debe a que la atención sanitaria en esta sexta ola por COVID-19 vuelve a ser abordada con un enfoque hospitalocentrista, lo que, si no se remedia urgentemente, volverá a condicionar el diseño organizativo. Y en ese sentido, la semFYC recuerda a las administraciones que el 90% de los casos de covid son atendidos en las consultas de AP, porque, en palabras de Salvador Tranche, Presidente de la semFYC, “en esta sexta ola, la Atención Primaria sigue siendo la puerta de entrada, el salón y el resto de la casa de los pacientes con covid”.
La encuesta realizada por la semFYC
Los datos que ahora hace públicos la semFYC son el resultado de una encuesta flash realizada a través de la red de las Sociedades Federadas que constituyen la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Los datos son el reflejo de la actividad clínica y asistencial desarrollada por 1382 médicos de toda España que trabajan en Centros de Salud y Consultorios.
Transcripción de las dos notas de voz adjuntas:
Atribución: Salvador Tranche, Presidente de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria
Audio 1:
[audio mp3="https://www.semfyc.es/storage/notices/wp-content/uploads/2021/12/Salvador-Tranche-semFYC-6a-ola-opinión-medidas.mp3"][/audio]
Nosotros no entramos en el descrédito político, las descalificaciones ni los juicios de valor gratuitos. Aportamos nuevamente, al igual que hemos hecho en oleadas anteriores, datos objetivos que demuestran la actividad que se viene realizando en cada uno de los centros de salud de nuestro país. Anteriormente habíamos demostrado como por cada paciente que se diagnosticaba con prueba diagnóstica PCR en el hospital, nosotros teníamos la sospecha diagnóstica y seguíamos atendiendo a nueve pacientes en su domicilio. Demostramos ahora que cada médico de familia de nuestro país atiende diariamente a casi 50 pacientes y que, lejos de tener los centros de salud cerrados, más del 50% de esas consultas son presenciales.
Esta sobrecarga asistencial tan enorme que está sufriendo la AP tiene consecuencias negativas. La primera de ellas es la demora en recibir atención. Tenemos una demora de casi seis días desde que el paciente solicita una consulta con su médico hasta que es recibido por este. Y ya habíamos demostrado cómo una AP orientada directamente a la atención de pacientes con coronavirus se traducía en una pérdida de diagnósticos de más del 50% de las patologías crónicas y demoras diagnósticas en el diagnóstico, por ejemplo del cáncer de un 30% a un 40%. Por todo ello pedimos al Ministerio que incorpore indicadores de atención primaria a los datos de seguimiento de la pandemia para hacer la AP visible.
Y pedimos a los gestores sanitarios y a los políticos que dejen de mirar a otro lado y lejos de amenazar a la AP se pongan manos a la obra y pongan en valor este nivel asistencial asignando presupuestos suficientes, si es que realmente apuestan por un sistema sanitario público de calidad que responda a las necesidades reales sanitarias de los ciudadanos. Y mientras tanto, los médicos de familia y todos los que trabajamos en AP, que estamos comprometidos con las personas, seguiremos trabajando con el rigor, calidad y generosidad con la que venimos haciéndolo hasta ahora.
Si tuviera que hacer una valoración global de todas las iniciativas que ha propuesto el gobierno en la reunión con todas las comunidades autónomas en el día de ayer, diría que algunas de ellas son positivas, otras son insuficientes y finalmente, algunas son de dudosa eficacia.
En cuanto a las que consideramos que son muy positivas, la potenciación de la vacunación, la dotación económica para incorporar recursos en AP, el incremento de recursos en AP, la flexibilización de la incorporación de esos recursos incorporando incluso a profesionales jubilados, con el objetivo de reducir la precariedad por debajo de un 8%.
En cuanto al bloque de iniciativas de eficacia dudosa, hay dos que quiero destacar: por un lado el certificado covid, que puede ser interesante para incentivar la vacunación, pero desde el punto de vista de control de la pandemia no aporta nada, puesto que las personas vacunadas que no sufren síntomas graves ni precisan hospitalización ni cuidados en UCI gracias a la vacunación, lamentablemente, pueden transmitir la infección y ser detectores de transmisión aunque estén correctamente vacunados. El otro elemento que en nuestra opinión tampoco parece que sea eficaz es el uso de mascarillas en exterior, salvo en situaciones de aglomeración. Nos parece que habría que haber insistido muchísimo más en las medidas de uso de mascarillas en interior, ventilación, etc.
Hay una iniciativa que nos parece negativa, que es la contratación de profesionales no homologados en nuestro país, ya que creemos que eso es un problema para la seguridad y la calidad de la atención a los pacientes y en ese sentido nos parece una medida negativa.
En resumen; bienvenidas las medidas, algunas de ellas son francamente positivas; otras son dudosas, y hay alguna negativa. En cualquier caso, son insuficientes en cuanto a herramientas que puedan controlar la transmisión. Creemos que debería existir un mayor esfuerzo en reducir la interacción social, limitar el aforo de reuniones y los horarios de centros hosteleros y de ocio nocturno, medidas que pueden ser muy eficaces para controlar la transmisión de la infección, como se ha demostrado en anteriores ocasiones.
Nosotros no entramos en el descrédito político, las descalificaciones ni los juicios de valor gratuitos. Aportamos nuevamente, al igual que hemos hecho en oleadas anteriores, datos objetivos que demuestran la actividad que se viene realizando en cada uno de los centros de salud de nuestro país. Anteriormente habíamos demostrado como por cada paciente que se diagnosticaba con prueba diagnóstica PCR en el hospital, nosotros teníamos la sospecha diagnóstica y seguíamos atendiendo a nueve pacientes en su domicilio. Demostramos ahora que cada médico de familia de nuestro país atiende diariamente a casi 50 pacientes y que, lejos de tener los centros de salud cerrados, más del 50% de esas consultas son presenciales.
Esta sobrecarga asistencial tan enorme que está sufriendo la AP tiene consecuencias negativas. La primera de ellas es la demora en recibir atención. Tenemos una demora de casi seis días desde que el paciente solicita una consulta con su médico hasta que es recibido por este. Y ya habíamos demostrado cómo una AP orientada directamente a la atención de pacientes con coronavirus se traducía en una pérdida de diagnósticos de más del 50% de las patologías crónicas y demoras diagnósticas en el diagnóstico, por ejemplo del cáncer de un 30% a un 40%. Por todo ello pedimos al Ministerio que incorpore indicadores de atención primaria a los datos de seguimiento de la pandemia para hacer la AP visible.
Y pedimos a los gestores sanitarios y a los políticos que dejen de mirar a otro lado y lejos de amenazar a la AP se pongan manos a la obra y pongan en valor este nivel asistencial asignando presupuestos suficientes, si es que realmente apuestan por un sistema sanitario público de calidad que responda a las necesidades reales sanitarias de los ciudadanos. Y mientras tanto, los médicos de familia y todos los que trabajamos en AP, que estamos comprometidos con las personas, seguiremos trabajando con el rigor, calidad y generosidad con la que venimos haciéndolo hasta ahora.
Audio 2:
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En relación con las medidas impuestas por el Gobierno para dar respuesta a la situación de la pandemia por Coronavirus en el momento actual, creemos que hay algunas de ellas que son muy positivas y otras que son, cuanto menos, dudosas. Entre aquellas que creemos que son positivas está la potenciación de la vacunación, que nos parece un elemento prioritario; el replanteamiento del plan de Atención Primaria con esos 292 millones que esperemos sean finalistas y vayan destinados a mejorar la inversión en la Atención Primaria y su ejecución por las Comunidades Autónomas; el incremento en recursos humanos tanto de aquellos que están activos como de una manera más flexible aquellos que ya están jubilados y, por supuesto, la reducción de la precariedad por debajo de un 8%.
Entre aquellas medidas que nos parecen dudosas quería destacar tres: La primera de ellas es la obligatoriedad de uso de mascarillas en espacios exteriores. Estos espacios son los más seguros, salvo en situación de aglomeración de personas. Entenderíamos que esta medida fuera de aplicación para los espacios interiores, que es donde el riesgo de transmisión es más elevado. El segundo elemento es la obligatoriedad del pasaporte COVID. El pasaporte covid únicamente certifica la actualización de la vacunación en esa persona concreta, pero desde luego, no da ninguna seguridad de que esa persona en ese momento pueda o no actuar transmitiendo la enfermedad. Sabemos que aquellas personas que están vacunadas están mucho más seguras. La posibilidad de que tengan una infección grave o que necesiten ingreso hospitalario es muy baja en comparación con los pacientes que no están vacunados, pero también pueden actuar transmitiendo la enfermedad. De manera que el pasaporte COVID no asegura una inmunidad. Y finalmente, el elemento que nos parece más llamativo es la anulación de la obligatoriedad de cuarentena en aquellas personas que están infectadas por la variante Omicron. La única manera de controlar esta pandemia es con medidas de seguridad, intentando reducir la transmisión, fomentando la cuarentena, el uso de la mascarilla, la distancia social y la ventilación de espacios interiores.
Audio 3:
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Si tuviera que hacer una valoración global de todas las iniciativas que ha propuesto el gobierno en la reunión con todas las comunidades autónomas en el día de ayer, diría que algunas de ellas son positivas, otras son insuficientes y finalmente, algunas son de dudosa eficacia.
En cuanto a las que consideramos que son muy positivas, la potenciación de la vacunación, la dotación económica para incorporar recursos en AP, el incremento de recursos en AP, la flexibilización de la incorporación de esos recursos incorporando incluso a profesionales jubilados, con el objetivo de reducir la precariedad por debajo de un 8%.
En cuanto al bloque de iniciativas de eficacia dudosa, hay dos que quiero destacar: por un lado el certificado covid, que puede ser interesante para incentivar la vacunación, pero desde el punto de vista de control de la pandemia no aporta nada, puesto que las personas vacunadas que no sufren síntomas graves ni precisan hospitalización ni cuidados en UCI gracias a la vacunación, lamentablemente, pueden transmitir la infección y ser detectores de transmisión aunque estén correctamente vacunados. El otro elemento que en nuestra opinión tampoco parece que sea eficaz es el uso de mascarillas en exterior, salvo en situaciones de aglomeración. Nos parece que habría que haber insistido muchísimo más en las medidas de uso de mascarillas en interior, ventilación, etc.
Hay una iniciativa que nos parece negativa, que es la contratación de profesionales no homologados en nuestro país, ya que creemos que eso es un problema para la seguridad y la calidad de la atención a los pacientes y en ese sentido nos parece una medida negativa.
En resumen; bienvenidas las medidas, algunas de ellas son francamente positivas; otras son dudosas, y hay alguna negativa. En cualquier caso, son insuficientes en cuanto a herramientas que puedan controlar la transmisión. Creemos que debería existir un mayor esfuerzo en reducir la interacción social, limitar el aforo de reuniones y los horarios de centros hosteleros y de ocio nocturno, medidas que pueden ser muy eficaces para controlar la transmisión de la infección, como se ha demostrado en anteriores ocasiones.