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Violeta Ramírez y Julio Basulto: “Con el tema de la obesidad debemos realizar un abordaje multidisciplinar para poder alcanzar el éxito deseado”.
Fecha de publicación: 21 de mayo de 2022
Con motivo del Día Europeo contra la Obesidad, que se celebra cada año el tercer sábado del mes de mayo, Violeta Ramírez, coordinadora del Grupo de Trabajo de Nutrición y Alimentación, y Julio Basulto, dietista, nutricionista, divulgador y asesor de dicho Grupo de Trabajo, responden algunas preguntas esenciales sobre la obesidad y el abordaje a la misma desde la consulta de Medicina Familiar y Comunitaria
¿Cómo es la situación de la obesidad en la actualidad en nuestro país?
La obesidad es una enfermedad crónica, progresiva, recidivante y multifactorial y con elevada prevalencia. Desgraciadamente sufre una tendencia claramente ascendente a nivel mundial por lo que se ha pasado a denominar “Epidemia del siglo XXI”.
Los datos de la OMS son devastadores y la situación en nuestro país es similar.
El Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) pone de manifiesto que cerca de seis de cada diez españoles presenta exceso de peso, con un 39,3% de la población en las cifras de sobrepeso, un 21,6% en las de obesidad general y un 33,4% de media de obesidad abdominal, con diferencias según las regiones observadas. Más preocupante, por sus implicaciones a largo plazo, es que cuatro de cada diez escolares españoles (40,6%) de entre 6 y 9 años presenta exceso de peso, según el estudio Aladino, y que la prevalencia de obesidad infantil va en claro aumento, según un reciente metaanálisis de Diana M Bravo-Saquicela y colaboradores.
2.- ¿Estamos a la altura del resto de Europa, hoy que se celebra el Día Europeo de la Obesidad?
Las cifras de Obesidad son alarmantes y van en aumento en toda Europa, y las medidas que se están tomando por parte de los miembros de la Unión Europea, y eso incluye España, son claramente insuficientes.
3.- ¿Cómo ha sido la relación de la obesidad respecto a la pandemia? ¿Ha aumentado?
Las personas afectas de obesidad tienen peor pronóstico con respecto al COVID-19, con un mayor riesgo de contagio (46%), mayor riesgo de hospitalización (113%), más probabilidad de ingreso en UCI (74%), superior probabilidad de mortalidad (48%) y una menor respuesta vacunal. En cuanto a la prevalencia de obesidad, los estudios de Bakaloudi (Clin Nutr. 2021 Apr 20:S0261-5614(21)00207-7) y Daniels (Curr Dev Nutr. 2022 Apr 8;6(4):nzac011) han observado una tendencia global general de aumento de peso durante la pandemia, dado que ha exacerbado los factores de riesgo actuales para la obesidad y es probable que empeore las tasas de obesidad en el futuro cercano.
4.- ¿Es el código postal un determinante de salud en el tema de la obesidad?
Si nos fijamos en la prevalencia de obesidad del estudio ENPE en diferentes puntos de la geografía de nuestro país podemos responder a esta cuestión con contundencia: el lugar donde nacemos determina nuestros hábitos de vida y los que trasmitimos a futuras generaciones, y determina también el riesgo de obesidad.
Si vivimos en un ambiente obesogénico, más fácilmente padeceremos obesidad y viceversa.
Es importante combatir esta pandemia con un abordaje holístico.
5.- ¿Cómo debemos considerar los médicos de familia la obesidad? ¿Es un signo, un síntoma, una enfermedad?
[caption id="attachment_87869" align="aligncenter" width="150"] Violeta Ramírez, coordinadora del Grupo de Trabajo en Nutrición de la semFYC.[/caption]
Según la SECO y la SEEDO es una enfermedad endocrino-metabólica crónica y multifactorial, de tendencia epidémica y creciente, que predispone a otras enfermedades, como diabetes, hipertensión arterial o hipercolesterolemia, reduce la calidad de vida, incrementa el riesgo de sufrir dolor y disminuye la esperanza de vida.
La AACE, la OMS, la AMA y la FDA también reconocen la condición de enfermedad para la obesidad.
En una declaración de posición de 2016, la AACE y el ACE propusieron un nuevo nombre para la obesidad, el de enfermedad crónica basada en la adiposidad (ABCD). La AACE/ACE no introdujo el nombre como un remplazo real del término de obesidad sino como medio para la ayuda a la comunidad médica a concentrarse en el impacto fisiopatológico del exceso de peso.
6.-¿Suelen los pacientes acudir a nosotros por obesidad o por otros problemas? ¿Somos nosotros quienes debemos sacar el tema?
Esta pregunta tiene la respuesta en el estudio ACTION-IO que indica que existen importantes discrepancias entre las percepciones, actitudes y comportamientos hacia la obesidad.
Se evidenció que tanto los pacientes como los médicos consideran la obesidad como una enfermedad pero la mayoría de pacientes no están recibiendo tratamiento para ello.
Se detectó también que 8 de cada 10 personas afectas de obesidad creen que bajar de peso es su única responsabilidad y que solo después de varios años luchando contra ella en solitario deciden pedir ayuda a un profesional de la salud.
Además se detectó una inadecuada percepción de los pacientes y los profesionales médicos en relación a la efectividad de diferentes tratamientos para el manejo de la obesidad. Todo esto representa claras e importante barreras para un adecuado tratamiento de la obesidad.
Estos resultados hacen urgente lograr una mejor educación para la salud tanto en los pacientes y profesionales médicos, para así mejorar el tratamiento de los pacientes que viven con obesidad y así poder combatir esta epidemia mundial.
7.- ¿Cómo debemos abordar la obesidad en la consulta de MFyC?
Debemos realizar un abordaje multidisciplinar para poder alcanzar el éxito deseado.
El tratamiento se basa en 4 pilares fundamentales:
[caption id="attachment_87871" align="aligncenter" width="150"] Julio Basulto, miembro del Grupo de Trabajo en Nutrición de la semFYC[/caption]
8.- ¿Estamos preparados los MFyC para el abordaje de la obesidad en la consulta?
Muchos estamos preparados, listos y ya…
Tenemos una gran cantidad de estrategias a nuestro alcance para poder ayudar a nuestros pacientes y es nuestra obligación el ayudarlos a combatir esta enfermedad tan sumamente estigmatizada por todos.
Un médico de familia tiene la inmensa suerte de conocer muy bien a sus pacientes y esto le da las claves para poder hacer énfasis en el tratamiento de la obesidad.
Si bien es cierto que no hay una formación igualitaria por parte de todos los especialistas en medicina familiar y comunitaria.
Sería de vital importancia formarse más en este ámbito dado que la situación actual lo requiere con urgencia y además es muy gratificante ayudar a las personas a tener una vida mejor.
En todo caso, la revisión sistemática de Crowley y colaboradores (Lancet Planet Health. 2019 Sep;3(9):e379-e389), mostró que la formación de los médicos relacionada con el abordaje de la obesidad es insuficiente. Otras investigaciones, como la de Sturgiss y colaboradores (BMJ Open. 2018 Feb 16;8(2):e019367) constatan que la obesidad se aborda de forma insuficiente por parte de los médicos de familia.
Las barreras para que los médicos de cabecera hagamos un correcto manejo de la obesidad incluyen la baja autoeficacia, el tiempo insuficiente percibido en las consultas y el desafío de plantear el tema del peso del paciente. Sea como sea, lo cierto es que los pacientes prefieren recibir apoyo para el control del peso de los médicos de familia en lugar de otros profesionales de la salud, tal y como constataron Jansen y colaboradores (Aust J Prim Health. 2015;21(4):366-8).
Aunque debemos demandar más estrategias para ayudarnos en el manejo de los pacientes, actualmente disponemos de recursos para poder ayudarlos y es nuestra obligación darles herramientas para combatir esta enfermedad tan sumamente estigmatizada por todos. No debemos dejar de lado el control de la obesidad, ya que es probable que sea el factor de riesgo modificable más prevalente asociado con la salud a largo plazo de los pacientes.
9.- ¿Es parte de nuestra labor poner dietas?
Las dietas con apellido son, en general, algo obsoleto que no se adapta a nuestra vida y que no han demostrado ser eficaces educativas a largo plazo.
La idea es trasmitir a nuestros pacientes unos hábitos de vida saludables a los que se adhieran de por vida.
No existen dietas perfectas ni alimentos milagrosos ni tampoco prohibidos, aunque sí existen alimentos cuyo consumo conviene potenciar y alimentos cuya ingesta es muy conveniente disminuir.
Si estamos constantemente hablando de un abordaje multidisciplinar de nuestros pacientes, ¿por qué no se integran en el SNS los Nutricionistas, tan vitales y necesarios? Su incorporación en Atención Primaria de salud se ha relacionado no solo con mejoras en la calidad y esperanza de vida, sino también en una clara disminución en el gasto sanitario. Además, los estudios sobre el tema, como la recién citada revisión sistemática de Crowley y colaboradores (Lancet Planet Health. 2019 Sep;3(9):e379-e389), muestran que los médicos no han sido formados suficientemente para aportar consejos dietético-nutricionales a sus pacientes.
Lo importante es trasmitir la necesidad de una mejora continua y progresiva de nuestros hábitos y conseguir la adherencia dado que así conseguiremos mejorar la vida de nuestros pacientes que es el objetivo de nuestro qué hacer.
¿Cómo es la situación de la obesidad en la actualidad en nuestro país?
La obesidad es una enfermedad crónica, progresiva, recidivante y multifactorial y con elevada prevalencia. Desgraciadamente sufre una tendencia claramente ascendente a nivel mundial por lo que se ha pasado a denominar “Epidemia del siglo XXI”.
Los datos de la OMS son devastadores y la situación en nuestro país es similar.
El Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE) pone de manifiesto que cerca de seis de cada diez españoles presenta exceso de peso, con un 39,3% de la población en las cifras de sobrepeso, un 21,6% en las de obesidad general y un 33,4% de media de obesidad abdominal, con diferencias según las regiones observadas. Más preocupante, por sus implicaciones a largo plazo, es que cuatro de cada diez escolares españoles (40,6%) de entre 6 y 9 años presenta exceso de peso, según el estudio Aladino, y que la prevalencia de obesidad infantil va en claro aumento, según un reciente metaanálisis de Diana M Bravo-Saquicela y colaboradores.
2.- ¿Estamos a la altura del resto de Europa, hoy que se celebra el Día Europeo de la Obesidad?
Las cifras de Obesidad son alarmantes y van en aumento en toda Europa, y las medidas que se están tomando por parte de los miembros de la Unión Europea, y eso incluye España, son claramente insuficientes.
3.- ¿Cómo ha sido la relación de la obesidad respecto a la pandemia? ¿Ha aumentado?
Las personas afectas de obesidad tienen peor pronóstico con respecto al COVID-19, con un mayor riesgo de contagio (46%), mayor riesgo de hospitalización (113%), más probabilidad de ingreso en UCI (74%), superior probabilidad de mortalidad (48%) y una menor respuesta vacunal. En cuanto a la prevalencia de obesidad, los estudios de Bakaloudi (Clin Nutr. 2021 Apr 20:S0261-5614(21)00207-7) y Daniels (Curr Dev Nutr. 2022 Apr 8;6(4):nzac011) han observado una tendencia global general de aumento de peso durante la pandemia, dado que ha exacerbado los factores de riesgo actuales para la obesidad y es probable que empeore las tasas de obesidad en el futuro cercano.
4.- ¿Es el código postal un determinante de salud en el tema de la obesidad?
Si nos fijamos en la prevalencia de obesidad del estudio ENPE en diferentes puntos de la geografía de nuestro país podemos responder a esta cuestión con contundencia: el lugar donde nacemos determina nuestros hábitos de vida y los que trasmitimos a futuras generaciones, y determina también el riesgo de obesidad.
Si vivimos en un ambiente obesogénico, más fácilmente padeceremos obesidad y viceversa.
Es importante combatir esta pandemia con un abordaje holístico.
5.- ¿Cómo debemos considerar los médicos de familia la obesidad? ¿Es un signo, un síntoma, una enfermedad?
[caption id="attachment_87869" align="aligncenter" width="150"] Violeta Ramírez, coordinadora del Grupo de Trabajo en Nutrición de la semFYC.[/caption]
Según la SECO y la SEEDO es una enfermedad endocrino-metabólica crónica y multifactorial, de tendencia epidémica y creciente, que predispone a otras enfermedades, como diabetes, hipertensión arterial o hipercolesterolemia, reduce la calidad de vida, incrementa el riesgo de sufrir dolor y disminuye la esperanza de vida.
La AACE, la OMS, la AMA y la FDA también reconocen la condición de enfermedad para la obesidad.
En una declaración de posición de 2016, la AACE y el ACE propusieron un nuevo nombre para la obesidad, el de enfermedad crónica basada en la adiposidad (ABCD). La AACE/ACE no introdujo el nombre como un remplazo real del término de obesidad sino como medio para la ayuda a la comunidad médica a concentrarse en el impacto fisiopatológico del exceso de peso.
6.-¿Suelen los pacientes acudir a nosotros por obesidad o por otros problemas? ¿Somos nosotros quienes debemos sacar el tema?
Esta pregunta tiene la respuesta en el estudio ACTION-IO que indica que existen importantes discrepancias entre las percepciones, actitudes y comportamientos hacia la obesidad.
Se evidenció que tanto los pacientes como los médicos consideran la obesidad como una enfermedad pero la mayoría de pacientes no están recibiendo tratamiento para ello.
Se detectó también que 8 de cada 10 personas afectas de obesidad creen que bajar de peso es su única responsabilidad y que solo después de varios años luchando contra ella en solitario deciden pedir ayuda a un profesional de la salud.
Además se detectó una inadecuada percepción de los pacientes y los profesionales médicos en relación a la efectividad de diferentes tratamientos para el manejo de la obesidad. Todo esto representa claras e importante barreras para un adecuado tratamiento de la obesidad.
Estos resultados hacen urgente lograr una mejor educación para la salud tanto en los pacientes y profesionales médicos, para así mejorar el tratamiento de los pacientes que viven con obesidad y así poder combatir esta epidemia mundial.
7.- ¿Cómo debemos abordar la obesidad en la consulta de MFyC?
Debemos realizar un abordaje multidisciplinar para poder alcanzar el éxito deseado.
El tratamiento se basa en 4 pilares fundamentales:
- Modificación conductual para conseguir una adherencia a los cambios en el estilo de vida que ayudaremos a realizar. Se puede realizar abordaje individual y también familiar.
- Ejercicio físico adaptado en intensidad en función del paciente. Tratar de incorporar más actividad física en la vida cotidiana de nuestros pacientes así como adherirles a programas de ejercicio físico rutinariamente.
- Tratamiento dietético-nutricional. Piedra angular del tratamiento. Que aprendan a elegir mejor y a realizar una modificación de hábitos de forma progresiva.
- Intensificación de tratamiento si no se alcanza el éxito.
[caption id="attachment_87871" align="aligncenter" width="150"] Julio Basulto, miembro del Grupo de Trabajo en Nutrición de la semFYC[/caption]
8.- ¿Estamos preparados los MFyC para el abordaje de la obesidad en la consulta?
Muchos estamos preparados, listos y ya…
Tenemos una gran cantidad de estrategias a nuestro alcance para poder ayudar a nuestros pacientes y es nuestra obligación el ayudarlos a combatir esta enfermedad tan sumamente estigmatizada por todos.
Un médico de familia tiene la inmensa suerte de conocer muy bien a sus pacientes y esto le da las claves para poder hacer énfasis en el tratamiento de la obesidad.
Si bien es cierto que no hay una formación igualitaria por parte de todos los especialistas en medicina familiar y comunitaria.
Sería de vital importancia formarse más en este ámbito dado que la situación actual lo requiere con urgencia y además es muy gratificante ayudar a las personas a tener una vida mejor.
En todo caso, la revisión sistemática de Crowley y colaboradores (Lancet Planet Health. 2019 Sep;3(9):e379-e389), mostró que la formación de los médicos relacionada con el abordaje de la obesidad es insuficiente. Otras investigaciones, como la de Sturgiss y colaboradores (BMJ Open. 2018 Feb 16;8(2):e019367) constatan que la obesidad se aborda de forma insuficiente por parte de los médicos de familia.
Las barreras para que los médicos de cabecera hagamos un correcto manejo de la obesidad incluyen la baja autoeficacia, el tiempo insuficiente percibido en las consultas y el desafío de plantear el tema del peso del paciente. Sea como sea, lo cierto es que los pacientes prefieren recibir apoyo para el control del peso de los médicos de familia en lugar de otros profesionales de la salud, tal y como constataron Jansen y colaboradores (Aust J Prim Health. 2015;21(4):366-8).
Aunque debemos demandar más estrategias para ayudarnos en el manejo de los pacientes, actualmente disponemos de recursos para poder ayudarlos y es nuestra obligación darles herramientas para combatir esta enfermedad tan sumamente estigmatizada por todos. No debemos dejar de lado el control de la obesidad, ya que es probable que sea el factor de riesgo modificable más prevalente asociado con la salud a largo plazo de los pacientes.
9.- ¿Es parte de nuestra labor poner dietas?
Las dietas con apellido son, en general, algo obsoleto que no se adapta a nuestra vida y que no han demostrado ser eficaces educativas a largo plazo.
La idea es trasmitir a nuestros pacientes unos hábitos de vida saludables a los que se adhieran de por vida.
No existen dietas perfectas ni alimentos milagrosos ni tampoco prohibidos, aunque sí existen alimentos cuyo consumo conviene potenciar y alimentos cuya ingesta es muy conveniente disminuir.
Si estamos constantemente hablando de un abordaje multidisciplinar de nuestros pacientes, ¿por qué no se integran en el SNS los Nutricionistas, tan vitales y necesarios? Su incorporación en Atención Primaria de salud se ha relacionado no solo con mejoras en la calidad y esperanza de vida, sino también en una clara disminución en el gasto sanitario. Además, los estudios sobre el tema, como la recién citada revisión sistemática de Crowley y colaboradores (Lancet Planet Health. 2019 Sep;3(9):e379-e389), muestran que los médicos no han sido formados suficientemente para aportar consejos dietético-nutricionales a sus pacientes.
Lo importante es trasmitir la necesidad de una mejora continua y progresiva de nuestros hábitos y conseguir la adherencia dado que así conseguiremos mejorar la vida de nuestros pacientes que es el objetivo de nuestro qué hacer.