Actualidad
Apoyar la lactancia materna para un planeta más sano
Fecha de publicación: 19 de agosto de 2020
La Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020 (World Breastfeeding Week) se celebró entre los pasados 1 y 7 de agosto, y este 2020 el lema elegido fue “Apoyar la lactancia materna para un planeta más sano”. Este año la semana se centró en el impacto de la alimentación infantil en el medio ambiente y en el imperativo de proteger, promover y apoyar la lactancia materna para la salud del planeta y la nuestra, abordando las desigualdades que se interponen en el camino del desarrollo sostenible.
Entre los objetivos de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020 se encuentran: ofrecer información sobre la relación entre la lactancia materna y el medio ambiente, anclar la lactancia materna como una decisión climáticamente inteligente, comprometer a las personas y a organizaciones para generar un mayor impacto, e impulsar acciones a través de la lactancia materna para mejorar la salud del planeta y la de las personas.
Recordemos que la lactancia materna óptima es vital para una buena salud y el bienestar de mujeres y niños durante toda la vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el United Nations International Children’s Emergency Fund (UNICEF), recomiendan el inicio temprano de la lactancia materna dentro de la primera hora del nacimiento, la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y la lactancia materna continua hasta los 2 años de edad o más, con la introducción de alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros a los 6 meses.
La producción de la leche materna solo requiere el alimento adicional que una madre necesita consumir, por lo que utiliza menos recursos naturales y casi no genera desperdicios. La lactancia materna es una de las mejores inversiones para salvar vidas infantiles y mejorar la salud, el desarrollo social y económico de las personas y naciones. Su incremento, con una lactancia materna óptima, podría evitar más de 823.000 muertes infantiles y 20.000 muertes maternas cada año.
Apoyar la lactancia materna tiene un impacto a corto y a largo plazo en la Salud Planetaria. Es una intervención de salud pública que salva vidas y previene de infecciones y enfermedades en la población en general. En relación con la salud de las madres, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, y disminuye el riesgo de hipertensión arterial; en los/as niños/as, combate las enfermedades infecciosas, disminuye la incidencia y la gravedad de la diarrea, disminuye las infecciones respiratorias y la otitis media aguda, previene la caries dental y la malaoclusión.
La lactancia materna proporciona una fuente de nutrición saludable, sostenible y natural que protege de la salud y nutrición infantil en tiempos de adversidad y desastres relacionados con el clima debido al calentamiento global. En relación con la alimentación con fórmula, la lactancia materna es ecológica, ya que implica menos producción de desechos que pueden contaminar los mares, afectando la vida marina, y a la no producción de emisiones de carbono y al cambio climático.
Entre los objetivos de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020 se encuentran: ofrecer información sobre la relación entre la lactancia materna y el medio ambiente, anclar la lactancia materna como una decisión climáticamente inteligente, comprometer a las personas y a organizaciones para generar un mayor impacto, e impulsar acciones a través de la lactancia materna para mejorar la salud del planeta y la de las personas.
Recordemos que la lactancia materna óptima es vital para una buena salud y el bienestar de mujeres y niños durante toda la vida. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el United Nations International Children’s Emergency Fund (UNICEF), recomiendan el inicio temprano de la lactancia materna dentro de la primera hora del nacimiento, la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y la lactancia materna continua hasta los 2 años de edad o más, con la introducción de alimentos complementarios nutricionalmente adecuados y seguros a los 6 meses.
La producción de la leche materna solo requiere el alimento adicional que una madre necesita consumir, por lo que utiliza menos recursos naturales y casi no genera desperdicios. La lactancia materna es una de las mejores inversiones para salvar vidas infantiles y mejorar la salud, el desarrollo social y económico de las personas y naciones. Su incremento, con una lactancia materna óptima, podría evitar más de 823.000 muertes infantiles y 20.000 muertes maternas cada año.
Apoyar la lactancia materna tiene un impacto a corto y a largo plazo en la Salud Planetaria. Es una intervención de salud pública que salva vidas y previene de infecciones y enfermedades en la población en general. En relación con la salud de las madres, reduce el riesgo de cáncer de mama y ovario, y disminuye el riesgo de hipertensión arterial; en los/as niños/as, combate las enfermedades infecciosas, disminuye la incidencia y la gravedad de la diarrea, disminuye las infecciones respiratorias y la otitis media aguda, previene la caries dental y la malaoclusión.
La lactancia materna proporciona una fuente de nutrición saludable, sostenible y natural que protege de la salud y nutrición infantil en tiempos de adversidad y desastres relacionados con el clima debido al calentamiento global. En relación con la alimentación con fórmula, la lactancia materna es ecológica, ya que implica menos producción de desechos que pueden contaminar los mares, afectando la vida marina, y a la no producción de emisiones de carbono y al cambio climático.