Cómo abordar la salud mental desde la entrevista clínica: cuatro casos
En España, el 37% de la población tiene algún tipo de problema de salud mental. A partir de los 70 años este porcentaje alcanza el 50%, mientras que la utilización de tranquilizantes en menores de 30 años se ha triplicado y el número de suicidios en adolescentes y jóvenes de 12 a 17 años se ha incrementado en un 32,35% de 2019 a 2021. Son datos que hizo públicos en 2023 el Informe del Sistema Nacional de Salud.
Con este escenario, los y las especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria se encuentran muy a menudo personas en consulta con trastornos como la ansiedad o la depresión, y para la detección y el abordaje de estos, así como de otros más graves, son necesarios recursos y capacidades específicos para llevar a cabo una entrevista clínica adecuada.
De la mano de las médicas de familia Alexandra Albarracín Castillo, Irache Robles Fernández y Elisabet Hurtado Ortega, presentamos distintos casos clínicos y las técnicas y habilidades comunicativas a desarrollar en cada uno de ellos para atender a pacientes con diversos problemas de salud mental o malestares emocionales.
Problemas de carácter social: caso 1
Paciente que es padre de familia, tiene tres hijos y lleva 16 meses en el paro. Era una persona acostumbrada a mantener a su familia, su mujer nunca había trabajado. Al cambiar estos roles, él se siente inútil y esto le genera una gran tristeza. Ha entrado en bucle en cuanto a estos pensamientos.
Claves: evitar el sobrediagnóstico y el sobretratamiento
- La escucha activa es el recurso principal ante el abordaje de problemas que tienen un componente básicamente social
- Hay que indagar cómo está viviendo el paciente esta situación, en función de sus experiencias previas, la educación que ha recibido, los vínculos establecidos en su sistema familiar, el apoyo social, la espiritualidad y los propios mecanismos de afrontamiento, en lugar de centrarse en el síntoma.
- Una vez aflore el sufrimiento, hay que validarlo: dentro de los valores del paciente, no es una persona débil, no está enferma y no necesita un psiquiatria.
- La medicación, en caso de que la necesitase, sería para reducir la emocionalidad, y debemos recomendarle que se apoye en grupos y activos comunitarios y sociales para salir de esa maraña, así como facilitarle un acompañamiento.
- Es muy importante no juzgarle, y sobre todo no sobrediagnosticarlo ni sobretratarlo.
Afrontar las ideas autolíticas: caso 2
Mujer de 46 años, soltera, sin hijos, que trabaja en oficina. Tiene una relación distante con su hermana (adulta, independiente, con familia propia), nula con resto de la familia exceptuando a su madre, que es su único apoyo en el momento actual. No dispone de red social ni aficiones.
“Yo veo que mi vida no tiene ningún sentido, todos los días son iguales, no tengo ganas ni de levantarme de la cama… de casa al trabajo y del trabajo a casa, no tengo amigos ni me llevo con mi familia, no quedo con nadie… si esto no funciona yo me quito de en medio porque vivir así no tiene sentido”, asegura.
La búsqueda de soporte emocional y otros recursos
- De nuevo, hay que validar el sufrimiento y mostrar apoyo.
- Valorar gravedad: planificación, grado desesperanza, apoyo percibido.
- Contactar con una persona de confianza que nos ayude a garantizar seguridad: acompañamiento, acceso a métodos letales (fármacos, armas, conducción…).
- Si existe un riesgo real y próximo avisar a una persona confianza y/o a los servicios de urgencias y no dejar sola a la persona.
- Obtener compromiso de contacto en caso de empeoramiento y compromiso de acudir a próxima consulta.
- Aportar razones para vivir.
El trastorno mental grave: persona que experimenta esquizofrenia. Caso 3
Varón de 18 años, con antecedente de problemas de aprendizaje en infancia, valorado a los 7 años en atención temprana por probable alteración de lenguaje y audición. Le derivan a neuropediatría, donde indican RMN que rechazó la familia por miedo a sedación.
Su familia es de origen nigeriano. Nacido en España, integrado en el instituto y en un equipo de fútbol. Sin seguimiento ni tratamiento habitual. Sin hábitos tóxicos. Acude al SUAP solo.
Acude al centro de salud aduciendo que escucha ruidos elevados de su vecina y que se siente vigilado.
Soluciones eficaces y acompañamiento
- Mantener puerta abierta del centro de salud, explicarle los recursos disponibles y apoyo.
- Lenguaje presuposicional: "Cuando empieces a tomar el medicamento vas a notar mejoría".
- Involucrar a la familia desde el principio.
- Insistir en el seguimiento más estrecho del paciente desde AP en acuerdo con Psiquiatría.
- Continuidad de cuidados.
Paciente con síntomas de embriaguez: caso 4
Varón de 50 años que acude sin cita al centro de salud en evidente estado de embriaguez, solicita ser atendido para resolver unas cuestiones.
A continuación, relatamos un posible diálogo con el médico de familia:
―Hola doctor.
― Buenos días, viene usted sin cita y no podré dedicarle mucho tiempo.
―Yo quiero…
― Disculpe, ¿se encuentra bien? Noto que le cuesta mantener el equilibrio, que arrastra las palabras y no fija la mirada.
― Yo estoy muy bien, ¿y usted? Vengo…
― Veo que le cuesta estar de pie y le cuesta pronunciar, me temo que en estas circunstancias no podemos hablar.
― Doctor, necesito una información muy importante.
― Yo necesito que esté en un estado normal para entendernos y en estas condiciones no podemos.
― Pero yo necesito que me escuche, que me diga…
― En estas condiciones no podemos hacer consulta, mañana puedo hacerle un hueco a última hora, pero no puede venir así. CASO 3: PACIENTE INTOXICADO ● Señalar signos objetivos de in
Evitar las discusiones
- Ante una situación de este tipo, algunas soluciones son:
- Señalar signos objetivos de intoxicación.
- Abordar con el paciente la imposibilidad de mantener una consulta si se encuentra intoxicado.
- Dar oportunidad al paciente para que explique su situación.
- Explicar que en esas condiciones no es posible la comunicación eficaz.
- Evitar discutir: “Disco Rayado”.
Algunas reflexiones
Estos son sólo cuatro casos de los múltiples y diversos que los médicos y las médicas de familia pueden encontrarse en la consulta del centro de salud, pero, de ellos se desprende, que los objetivos principales en el abordaje de una persona con malestar emocional o problemas de salud mental son utilizar estrategias sencillas, evitar las etiquetas y centrarse en soluciones; favorecer el encuentro con el paciente (y/o la familia), potenciar sus propios recursos y autonomía; y aprovechar el vínculo del especialista en Medicina Familiar y Comunitaria para un seguimiento adecuado y coordinado con otros profesionales de Salud Mental y/o recursos sociosanitarios.