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Rosa Magallón: “Nuestro cuerpo de conocimiento es tan amplio que deberíamos tener un reconocimiento de créditos acorde con la formación que podemos aportar”

Rosa Magallón: “Nuestro cuerpo de conocimiento es tan amplio que deberíamos tener un reconocimiento de créditos acorde con la formación que podemos aportar”

El pasado 2 de abril, Rosa Magallón, médica de familia, docente e investigadora, se convirtió en la primera catedrática de Medicina en La Universidad de Zaragoza. 

Tiempo de lectura: 10 minutos
Fecha de publicación: 22 de abril de 2025

Desde la semFYC hemos querido reconocer su trayectoria profesional con una entrevista para que nos cuente su espectacular carrera asistencial, y para realizarla, hemos contado con otra insigne profesional de la medicina familiar, que no es otra que la actual presidenta de la Academia de Medicina de Familia de España (AMFE- semFYC) Verónica Casado. No en vano, Casado fue declarada en 2018 “médica de familia 5 estrellas” por WONCA mundial y, más recientemente, ha recibido el Premio semFYC a la Trayectoria Profesional en Medicina de Familia 2024.

Verónica Casado: lo primero que desea la AMFE es trasladarte su más efusiva enhorabuena por conseguir ser la primera mujer especialista en medicina familiar y comunitaria qué consigue ser catedrática en la Universidad Española y concretamente en la Facultad de Medicina Zaragoza. 

Para nosotras es un tremendo orgullo y satisfacción qué tras tu impresionante carrera consigas este logro que evidentemente es importante para ti, pero que lo es sobre todo para toda la medicina familiar y comunitaria de España, para la semFYC y para todas las mujeres especialistas en medicina familiar y comunitaria para las que claramente eres un gran referente. 

En primer lugar, me gustaría preguntarte ¿cómo te sientes en estos momentos?

Me siento totalmente satisfecha en estos momentos por haber obtenido esta cátedra, tras una dura acreditación por ANECA. Sin duda, ha requerido mucho esfuerzo personal, como lo ha sido sin duda el que han realizado otros médicos y médicas de familia que también han trabajado duro para entrar en el mundo académico de la universidad. Es un orgullo ser catedrática especialista en Medicina de Familia, y desde luego, un orgullo compartido con toda mi querida Atención Primaria.

¿Por qué crees qué tiene que haber especialistas en medicina familiar y comunitaria: catedráticos/as, titulares y profesoras/es permanentes laborales en nuestras facultades de Medicina?
Desde mi punto de vista, resulta bastante obvia y necesaria la presencia de especialistas de medicina familiar y comunitaria en las facultades de medicina. En España, hemos sufrido una enorme brecha entre lo que ha sido la especialización de posgrado vía MIR en Medicina de Familia, y la docencia que se hace de la atención primaria en el grado de medicina de nuestras facultades. Esta infrarepresentación ha supuesto que nuestros estudiantes tengan una formación basada en microespecialidades, no en una formación generalista, tal y como sería deseable en una formación de grado. El objetivo docente debería ser que el estudiante se convierta al cabo de los seis años de formación en un buen médico con formación general y holística y no estar seis años aprendiendo aspectos muy especializados de disciplinas, muchas de las cuales nunca pondrá en práctica. Una vez terminada la formación de grado, tenemos la vía MIR para especializarse y una de las especialidades es la Medicina de Familia y Comunitaria. 

Para eso, es absolutamente necesaria nuestra presencia con un buen número de créditos académicos, y para eso, es igualmente necesario incentivar, facilitar y motivar a los y las médicas de familia para que se acrediten y puedan acceder a estos puestos académicos. Tenemos todas las capacidades para ello. 

¿Qué aporta la MFyC a la Universidad?
Como he dicho antes, la medicina de familia aporta toda esta formación básica, general, holística, integral, con enfoque biopsicosocial y comunitario. Esta formación extrahospitalaria incluye igualmente la prevención y promoción de la salud y la integración de signos y síntomas de complejidad en los pacientes crónicos y pluripatológicos. Todos estos elementos son esenciales en la especialidad. Nuestro cuerpo de conocimiento es tan amplio que, sin duda, podemos aportar muchísimo, y deberíamos tener un reconocimiento de créditos acorde con esta necesidad de formación generalista de la que carecemos. 

"La medicina de familia aporta toda esta formación básica, general, holística, integral, con enfoque biopsicosocial y comunitario"


¿Qué dificultades has tenido que afrontar?
La conciliación de la vida profesional con la familiar no siempre es fácil. Si a eso le añades que las facultades de medicina y los centros de investigación están muy próximos a los hospitales, pero distan geográficamente de muchos centros de salud, como es mi caso, es una dificultad añadida. Además, la propia presión asistencial de la Atención Primaria no siempre pone fáciles las cosas, especialmente cuando no recibimos el apoyo a la dedicación docente e investigadora que deberíamos tener por parte de nuestros gestores. Pero también tengo claro que tenemos un cierto sentir de “yo no puedo” que no se da de manera tan general en otros ámbitos especializados. Yo por mi parte, siempre he sido muy obstinada y persistente, y aunque nadie me lo ha puesto fácil, aquí estoy. Y sin duda, animo a las jóvenes generaciones a empoderarse y luchar por ello. 

¿Es factible para una médica o un médico de familia hacer investigación?
¡Por supuesto que es factible, es más, añadiría que es obligatorio investigar! La investigación que se desarrolla en el ámbito de la Atención Primaria es factible, necesaria y costo-efectiva. Las evidencias que generamos son de fácil aplicabilidad al Sistema Nacional de Salud y esa es una de nuestras fortalezas. 

La investigación que se desarrolla en el ámbito de la Atención Primaria es factible, necesaria y costo-efectiva


Por supuesto, tenemos que reivindicar el tiempo para ello, y el valor que representa en el conjunto de toda la investigación en salud. En este sentido, las redes temáticas de investigación en Atención Primaria han contribuido a ese fortalecimiento. Pero sin duda, todos deberíamos de mantener esa inquietud investigadora en nuestra profesión. ¡Nos surgen preguntas de investigación cada día!

¿Es la acreditación por ANECA complicada?
Bajo mi perspectiva, francamente es complicada. Porque además, no tenemos esa formación que nos permitiría enfocar nuestra vida profesional a aquellos aspectos que son necesarios o evaluables para poder optar a una acreditación ANECA. En esto, AMFE está haciendo una gran labor para conseguirlo. 

De todas maneras, hay que recordar que afortunadamente ANECA ha suavizado el sistema de acreditación y ha permitido acceder a unos criterios menos rígidos y más subjetivos que refleja mejor la trayectoria docente, asistencial e investigadora de las profesionales, por lo que debemos continuar trabajando en estos tres pilares básicos de nuestro perfil si queremos optar a un puesto académico. 

¿Qué crees que aporta semFYC al desarrollo actual de la MFyC como disciplina académica, como especialidad médica y como profesión? 
Pienso que una sociedad científica como semFYC, que aglutina a un gran número de profesionales con perfiles tanto científicos como técnicos, aporta una calidad indiscutible a la hora de desarrollar y defender la especialidad de Medicina de Familia. Además, cuenta con una excelente oferta formativa y ofrece a sus socios un paraguas de representación institucional, tanto nacional como internacional, que ayudan a los profesionales en su labor asistencial, docente e investigadora diaria.

La semFYC aporta una calidad indiscutible a la hora de desarrollar y defender la especialidad de Medicina de Familia


¿Y la AMFE?
La Academia de Medicina Familiar de España es una institución que, en mi opinión, ha sido vital en los últimos años. Ha desempeñado un papel crucial, ayudando a detectar las diferencias en la formación de grado y mejorando la formación en medicina familiar en nuestras facultades. A través del Observatorio de Medicina Familiar y su colaboración con la Conferencia Nacional de Decanos de Facultades de Medicina de España, AMFE ha sido fundamental en apoyar y promover cambios necesarios. Cada vez es más evidente la necesidad social de modificar los planes de estudio para que la medicina familiar ocupe el lugar que le corresponde en la universidad.

¿Cómo ves el desarrollo actual de la MFyC como disciplina académica en nuestra Universidad?
Como ya he mencionado, hace ya décadas que existen Departamentos Universitarios de Medicina Familiar en Europa y en el mundo. Desafortunadamente, España no cuenta con ninguno. Nuestras facultades aún tienen necesidades importantes, poco desarrolladas en medicina de familia, al contrario que la formación especializada de posgrado, que avanza como un tren de alta velocidad; en cambio, el sistema de medicina familiar de grado avanza más lentamente, como un tren regional. Nos queda mucho camino por recorrer, pero soy optimista por naturaleza y vital. Voy a poner todo mi empeño, junto con la AMFE, la semFYC y los profesores de medicina familiar que estamos entrando en la universidad, para conseguir más presencia y asignaturas uniformes de al menos seis créditos. Queremos tener presencia transversal en el resto de las asignaturas y la representación en créditos que merecemos, para que los estudiantes de medicina reciban la formación necesaria para convertirse en buenos médicos.

¿Cuáles son las propuestas que hacemos desde AMFE para este desarrollo y cómo las ves?
La Junta de AMFE, de la que formo parte, está trabajando intensamente en varios frentes. Estamos unificando el nombre de las asignaturas relacionadas con la medicina familiar en España y creando una asignatura marco en la que puedan basarse los profesores y las facultades. Además, estamos organizando cursos de formación, gestionando el Observatorio de Medicina Familiar y realizando conferencias y grupos de trabajo con decanos, estudiantes y profesores.  Su labor es fundamental y espero que cada día seamos más académicos asociados a AMFE.

La Junta de AMFE, de la que formo parte, está trabajando para unificar el nombre de las asignaturas relacionadas con la medicina familiar en España y creando una asignatura marco en la que puedan basarse los profesores y las facultades

 

¿Cuál es tu función en la Junta Rectora de AMFE?
Mi función en la AMFE es ser la vocal de profesorado y la responsable de relaciones internacionales. Para el primer apartado de esta vocalía se ha creado sAMFE, el servicio de apoyo a los profesores que desean acreditarse por las agencia de calidad (ANECA u autonómicas). Se analiza el curriculum del candidato y se evidencian áreas de mejora si las hubiera, elaborando finalmente un informe para que el candidato proceda a solicitar la acreditación. En el segundo aspecto de la vocalía estamos actualizando la situación estructural de la MFyC en Europa y en el mundo. Partimos de que, en 2003, en la Conferencia de Zaragoza detectamos que ya había 71 universidades europeas que contaban con un Departamento de Medicina Familiar y Comunitaria. Nos proponemos reevaluar esta presencia 20 años más tarde en un consorcio europeo que lideramos. 

¿Qué les dirías a nuestras/os jóvenes médicas y médicos de familia que deseen hacer carrera universitaria?
Les diría que se empoderen, que la docencia forma parte de nuestra profesión, que hemos iniciado un camino para que ellos y ellas continúen reivindicando la necesidad de la medicina de familia tenga la posición en la universidad que merece. Seguro que están agradecidos de su experiencia personal, de lo que han aprendido de buenos tutores y profesores. Ayudar a los estudiantes a ser buenos médicos, a conocer y amar la medicina de familia, es una satisfacción muy similar a la que se experimenta cuando acompañas a un paciente a lo largo de su vida. 

Nuestros jóvenes médicos y médicas de familia están muy preparados y les animo a seguir la estela que hemos iniciado.