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"Es tiempo de una lectura corresponsable de los datos", por Remedios Martín, presidenta de la semFYC

En estos tiempos en los que los titulares solo inciden en números en negativo, y no hacen reflexión sobre el trasfondo de la elección MIR, los médicos de familia estamos contrariados.

Fecha de publicación: 14 de mayo de 2025

El escrutinio de las plazas MIR parece la lotería de Navidad, y todos están esperando a que termine para dar la gran noticia del número de plazas MIR vacantes. Y nadie incide en lo importante, que son más de 2.000 candidatas las que pueden optar a la especialidad de medicina de familia, que por otro lado es la que más plazas oferta, la más numerosa, con un total de 2.508 en este 2025, lo que resulta  12 veces por encima de la media del resto de especialidades.

Parece un circo de números, y los medios de comunicación se regocijan en ellos. Y lo que no se aprecia es que se trata de un tema de oferta y demanda, por otro lado, alejada de las necesidades reales del SNS.

Pues si estamos contrariados, y además orgullosos de ser médicos y médicas de familia. Lo que se trata de un problema laboral, estructural de nuestro sistema no puede ir hacia el desprestigio de una especialidad médica. Los recortes sufridos en el 2008, -de aquellos barros, estos lodos-, las previsiones de jubilaciones que desde hace décadas se avisa y que han sido desatendidas durante años, además de la necesidad de cambiar el modelo organizativo de la Atención Primaria que las administraciones no están abordando, todo ello hace que la situación laboral de los médicos de familia sea compleja, y más en algunos entornos como el rural o los barrios desfavorecidos. Y es la situación laboral, y no el conocimiento y las competencias científico-técnicas de la especialidad, las que generan esta situación.

La especialidad de medicina de familia, ni es la cenicienta, ni es el patito feo. Estos mensajes peyorativos son titulares que desprestigian la especialidad de más de 39.000 médicos y médicas de familia de nuestro SNS.

Por ello apelamos a la lectura corresponsable de los datos. Hay que incidir en que se trata de la especialidad más elegida, la más representada en todo el SNS. Es la especialidad de la que nos sentimos orgullosas y orgullosos, la que compartimos con nuestras residentes, la que enseñamos a las estudiantes.

Y es una especialidad atractiva, que ilusiona y engancha. Los estudiantes la valoran positivamente, se entusiasman en nuestras consultas y las puntúan como de la mejores de toda su carrera. Reconocen en ellas la esencia de la medicina, la verdadera relación de la medicina con los pacientes, con las personas.

Es la especialidad en la que se adquieren un mayor número de competencias clínicas, por lo que los residentes de familia al finalizar su periodo formativo son reclamados en muy diversos ámbitos de nuestra sanidad. Son profesionales muy competentes, polivalentes y cada vez con mayor formación científico-técnica.

La situación que estamos viviendo en los últimos años, en la que hay un número de plazas MIR que tienen dificultades para cubrirse, a pesar de que algunos políticos han insistido en aumentar aún más el número, se ha de analizar con calma. No va de números, va de condiciones laborales, y de entornos formativos. Es tiempo de buscar soluciones consensuadas entre todas, de planificar con visión real de futuro y no de ocurrencias.

La medicina de familia es una especialidad atractiva. Pero ante tanta oferta de especialidades, condiciones laborales francamente mejorables, una medicina menos deslumbrante pero que precisa de altas de dosis de generalismo y humanismo, se constata que no hay un ingente número de médicos que se atrevan a embarcar en ello.  Y, sin embargo, hay que felicitar y reconocer a los más de 2.000 nuevos y nuevas residentes, valientes y comprometidas que vamos a tener en esta elección,  darles la bienvenida y anunciarles que les espera una ilusionante y exigente formación.

Apelamos a la responsabilidad compartida del ministerio y de las administraciones para dar un giro a esta situación y entre todos hacer sostenible nuestro SNS.

 

Remedios Martin. MD, PhD. Médica de familia.

Presidenta de la semFYC