Glosa de despedida a mi querido compañero, a mi amigo Salvador
Quizás se esperara de mí que hiciera una glosa de despedida a mi querido compañero. Una glosa en la que explicara el inmenso dolor de perder a un colega muy querido y a un presidente inigualable, un trabajador incansable, defensor orgulloso y dialogante de la medicina pública, de la medicina familiar y comunitaria. Y es así. Salvador Tranche ha sido un abanderado de la nueva medicina de familia, sabedor de lo que esta especialidad puede ofrecer a la salud de las personas. Analizaba y diagnosticaba como pocos el sentir de muchos de nosotros respecto a la sanidad publica. Y eso es algo que nunca podremos dejar de agradecerle.
Pero la realidad es que no solo he perdido a ese compañero entrañable a quien echaré tanto de menos en las reuniones de la junta de la semFYC. La realidad es que he perdido a un amigo irremplazable a quien echaré de menos cada día de mi vida a partir de hoy. Salvador era uno de esos seres humanos que escasean y que tanto bien nos hacen a los que tenemos la suerte de tenerles cerca. Por su amabilidad, su fuerza, su tesón, su positividad y su enorme vitalidad. Siempre bien dispuesto a ayudar, a tender su mano. Y, lo que era aún más efectivo: a mostrar su sonrisa. Su eterna y sanadora sonrisa.
Salvador hacía honor a su nombre. Y lo hacía gracias a la entrega incondicional que profesaba por aquellas personas y valores que estimaba.
Vuela alto, amigo y que tu sonrisa nos acompañe siempre, estés donde estés. Siempre contigo.
María Fernández,
en nombre de la Junta Directiva de la semFYC