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Hemos leído: Obesidad, determinantes sociales de la salud y entornos “obesogénicos”

Hemos leído: Obesidad, determinantes sociales de la salud y entornos “obesogénicos”

Fecha de publicación: 21 de septiembre de 2018
En diciembre de 2017Public Health England publicó, cruzando datos del Food Hygiene Ratin Scheme de la Food Standards AgencyOffice for National Statistics y los índices de deprivación múltiple (Index of Multiple Deprivation) del Gobierno del Reino Unido, un interesante análisis relacionando en diversos territorios de Inglaterra la densidad de establecimientos de comida rápida y el índice de deprivación múltiple.

El índice de deprivación múltiple es la medida de deprivación relativa oficial del del gobierno inglés para pequeñas áreas, y sirve para establecer un ranking comparativo entre éstas, estratificando mediante deciles. No se establece un corte concreto para determinar un nivel bajo o alto de pobreza, ni su valor numérico permite comparar la magnitud de la diferencia entre dos áreas. Se utiliza por diversas organizaciones nacionales o locales para sus análisis, detectar objetivos para los servicios que proveen, o llevar a cabo intervenciones, como la distribución de recursos. Éste índice aglutina varios dominios que afectan a la población del territorio, ingresos, empleo, educación, salud, criminalidad, entorno físico y barreras para servicios y vivienda.

El análisis cruza los datos de deprivación locales con la densidad de establecimientos de “comida rápida”, entendida como comida con alta densidad energética que se prepara o está disponible con rapidez, incluyendo hamburguesas, tiendas de pollo, kebab, patatas fritas y pizza. El mapa de la publicación muestra el número de establecimientos por cada 100.000 habitantes, variando de 26 a 232.

La conclusión es que el índice de deprivación se relaciona directamente con la densidad de establecimientos de comida rápida. Este resultado coincide con otros estudios previos (referencias en el documento original). Además, en el documento se señala la asociación (respaldada por diversos estudios) entre la exposición a este tipo de establecimientos y la obesidad, así como entre la obesidad y la pobreza en Inglaterra. La asociación inversa entre obesidad infantil y nivel socioeconómico se ha encontrado en diversos países de Europa, entre ellos España, aunque no presenta un patrón homogéneo. No obstante, la relación entre obesidad y pobreza se ha reflejado incluso en prensa económica.

 

Gráfica: Relación entre la densidad de establecimientos de “comida rápida” y deprivación

 



 

Como profesionales de la salud y, más aún, en el ámbito de la Atención Primaria, es fundamental reconocer la obesidad como un problema de salud que no solamente debe abordarse desde la modificación de las conductas con enfoque individual, o incluso en ámbito escolar, sino mediante políticas que actúen sobre los determinantes sociales y los entornos. Las intervenciones realizadas desde el sistema sanitario para la obesidad infantojuveniltienen gran variabilidad en adherencia y participación.

Los resultados de algunos estudios invitan a incidir en políticas (legislación, diseño de las ciudades, etc) que modifiquen la disponibilidad de establecimientos y productos de potencial riesgo para la salud (tabaco, alcohol, comida rápida, etc). Es evidente que el problema de la obesidad va mucho más allá de la simple responsabilidad o motivación del individuo.

 

 

Pablo Pérez Solís