Juan Jesús García: “En el medio rural, la mayor parte de las actividades preventivas y de promoción de la salud dependen más de las políticas que de los sanitarios”.

El presidente del Comité de las VII Jornadas semFYC de Medicina Rural, que se celebrarán los días 27 y 28 de octubre en la localidad asturiana de Villaviciosa, nos cuenta los principales retos de la medicina rural. Pero también hace un repaso por lo más interesante con que se encontrarán quienes acudan a esta convocatoria a la que, bajo el lema Paisaje y paisanaje, están invitados médicos rurales y urbanos, y resto de profesionales que trabajan en el medio rural, desde personal de enfermería, a trabajadores sociales y farmacéuticos.



¿Qué va a ser lo más novedoso de las VII Jornadas semFYC de Medicina Rural?



Hay varias novedades, pero no todas se pueden contar en la entrevista. Una de ellas será el ambiente dentro de una Villa cuyas calles llenas de historia recorreremos para trasladarnos a las distintas sedes en las que se celebran las Jornadas. Por eso buscamos algo lejos de las ciudades, en la misma línea en que desarrollamos nuestro trabajo cotidiano. Tuvimos dudas, porque allí donde íbamos y exponíamos el proyecto, se mostraban muy receptivos. Fue difícil optar por una sede y tener que renunciar a otras. Finalmente, quedó Villaviciosa, capital manzanera de España, que ofrece un entorno privilegiado junto a la mar, con mucha historia a su espalda, con sus iglesias prerrománicas y una buena gastronomía.



¿Cómo está siendo la preparación de las jornadas?



Laboriosa. Desde que se celebraron en octubre del 2022 las anteriores Jornadas semFYC de medicina rural en Aracena, se constituyó un comité organizador y científico que ha ido trabajando con una labor invisible, con ayuda de colaboradores y apoyado por la SAMFyC y la semFYC.



¿Con qué se va a encontrar quien asista?



Pretendemos crear un espacio de encuentro, debate y comunicación de la medicina rural en España destinado a los residentes de nuestra especialidad, a los jóvenes médicos y a los séniors. Nos proponemos, siguiendo la línea de la declaración de Ávila (I Jornadas semFYC de Medicina Rural, Avila-2016) y del Manifiesto de Madrid del 2019, enriquecer la medicina rural en cuestiones de formación, atención continuada, atención comunitaria, investigación y trabajo en equipo con el resto de los profesionales sanitarios.



¿Qué retos tenéis ahora mismo en la medicina rural a nivel general?



La especialidad de medicina familiar y comunitaria en el medio rural en España tiene varias fortalezas y debilidades.



Entre las primeras, destacaríamos la atención integral y continuada; los médicos de familia en zonas rurales proporcionamos una atención general a toda la familia, lo que permite una relación cercana y duradera con los pacientes. La medicina familiar y comunitaria en áreas rurales enfatiza la prevención de enfermedades y la promoción de estilos de vida saludables. Al trabajar en un entorno rural, los médicos de familia tenemos un conocimiento profundo de las necesidades y características específicas de nuestra comunidad, lo que permite ofrecer un enfoque adaptado a nuestros pacientes. La presencia de médicos de familia en áreas rurales garantiza que las comunidades más alejadas tengan acceso a servicios básicos de salud.



En cuanto a las debilidades, destacaríamos los recursos limitados. Las zonas rurales pueden carecer de recursos adecuados, tanto en términos de personal médico como de instalaciones y equipos. Los médicos de familia en áreas rurales podemos tener un mayor aislamiento profesional, con menos oportunidades para interactuar y colaborar con colegas o participar en actividades de formación continuada, lo que puede generar más incertidumbre. El acceso a los servicios médicos hospitalarios puede estar limitado en las áreas rurales, lo que puede dificultar el diagnóstico y tratamiento de ciertas enfermedades. La escasez de médicos en áreas rurales puede llevar a una sobrecarga de trabajo para los médicos de familia, lo que puede afectar a su bienestar y calidad de vida.



La medicina familiar y comunitaria en el medio rural en España presenta tanto desafíos como oportunidades. A pesar de las debilidades mencionadas, los médicos de familia desempeñamos un papel crucial en el cuidado de la salud de las comunidades rurales.



No estamos errados si decimos que la práctica de la medicina de familia conserva mejor su esencia en el medio rural.







 



Y en cuanto a prevención y promoción de la salud. ¿Cuáles son los retos de la Rural?



La zona rural está en buena parte en la España vaciada. Eso significa que hay una media de edad media mayor, que muchos jóvenes han emigrado buscando trabajo en la ciudad y que la inversión en estas zonas es escasa y va en disminución. La prevención y la promoción nos obliga a tener presentes las circunstancias en que desarrollamos el trabajo; y vemos que la mayor parte de las actividades preventivas y de promoción de la salud dependen más de las políticas que de los sanitarios, y las políticas en este ámbito no llegan a materializarse por ser escasas o inadecuadas.



Sería interesante promover los consejos de salud y colaborar en los objetivos que se planifiquen dentro de una política que tenga en cuenta la realidad de cada lugar. Hay que evitar barreras, facilitar la movilidad, tener espacios de desarrollo comunitario adecuadas. No queremos parques infantiles donde no hay niños.



La comunitaria es parte esencial de la Rural, ¿lo es incluso más que en otros ámbitos?



Sí. Ya hacía referencia a ello en la pregunta anterior. Los vecinos se conocen y conocen a los ascendientes y descendientes, a las familias. Sitúan a las personas en una familia y en un lugar. Conocen las habilidades de cada uno y pueden servirse de ello. No hay abandonos de personas, saben unos de otros. No te encontrarás gente durmiendo en portales o desatendida.



¿En Asturias la rural se caracteriza por algo en concreto?



Como en muchas zonas rurales de España, existen determinantes geográficos y demográficos que condicionan una pérdida de accesibilidad a los servicios básicos de salud, marcados por la orografía, la viabilidad invernal, la dispersión y el envejecimiento. En Asturias, tenemos el mayor índice de envejecimiento de todas las Comunidades Autónomas, con 239 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16 años, seguido de Galicia 213 y Castilla León 211. La dispersión geográfica es otra realidad que nos encontramos en nuestro trabajo diario. Cuando cuentas que aquí puedes llevar multitud de núcleos pequeños de población, aldeas, quintanas, lugares con solo una casa, los de fuera se quedan sorprendidos. También la orografía y las comunicaciones escasas son otro problema. Se depende mucho del transporte privado, y eso es una dificultad añadida para las personas que ya han dejado de conducir o que nunca lo han hecho. Dependen de otros vecinos. Eso, en sí, no es malo porque hace que la comunidad se organice, pero toda dependencia puede generar un problema.



Además de a los médicos rurales, seguro que este tema puede interesar a los urbanos. ¿Por qué deberían acudir a esta cita también?



A las jornadas están invitados todos los profesionales que trabajan en el medio rural, incluyendo personal de enfermería, trabajadores sociales y farmacéuticos. También están invitados todos los residentes de medicina familiar y comunitaria, trabajen en un medio rural o en un medio urbano, ya que pueden conocer de primera mano el trabajo que se hace en este medio, con sus debilidades y fortalezas, extensivo a nuestros compañeros del medio urbano, por si valoran acercarse a la realidad de la medicina rural, que está en auge.



¿Qué temas se van a tratar a lo largo de estos días? De las cuatro mesas y los cuatro talleres, ¿cuáles son los imprescindibles? ¿Es posible elegir?



En las jornadas se desarrollarán cuatro mesas generales y nos plantearemos cuestiones como las necesidades de investigación en el medio rural, cómo mejorar la docencia en el medio rural, conocer los modelos de familia del medio rural, la salud comunitaria del medio rural, tratar de crear un marco de colaboración y cooperación con otras profesiones sanitarias, y servir de lanzadera para nuevos proyectos y actividades.



En los talleres haremos una puesta en común de forma práctica sobre urgencias cardio-metabólicas, urgencias de mordeduras y picaduras, urgencias psiquiátricas y atención a urgencias de politraumatismos, todo ello en el medio rural. Estos son temas de un alto impacto. Debido a la limitación del número de personas por taller, se ira eligiendo hasta que se agote el aforo.



Qué significa para vosotros que la Consejería de Salud del Gobierno del Principado de Asturias haya declarado las jornadas “acto de interés sanitario”?



El reconocimiento por parte de la Consejería de Salud, nos da un espaldarazo al comprobar que vamos por el buen camino y da también un mayor prestigio a las Jornadas; y una validez a la formación que se adquiera.