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La OMS y la salud de la mujer: una visión global y retos actuales
La salud de las mujeres y las niñas afronta innumerables desafíos por factores biológicos, de género y sociales. En este sentido, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres tienen una esperanza de vida globalmente superior a la de los hombres, con una media de 74,2 años frente a los 69,8 años de ellos. Sin embargo, las mujeres presentan una mayor morbilidad, especialmente en enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares y el cáncer, que siguen siendo las principales causas de muerte. Además, tienen un riesgo significativamente mayor de padecer depresión.
A lo largo de sus diferentes etapas de vida, las mujeres experimentan riesgos particulares que requieren una atención específica. Las adolescentes, por ejemplo, tienen una alta tasa de infección por VIH y una vulnerabilidad considerable al embarazo precoz, lo que incrementa los riesgos para su salud y la de sus hijos.
Asimismo, los traumatismos, las lesiones autoinfligidas y los trastornos depresivos son una de las principales causas de muerte y morbilidad en este grupo de edad. Por otro lado, las mujeres en edad reproductiva, especialmente aquellas en países de ingresos bajos, continúan enfrentando barreras para el acceso a la planificación familiar y los servicios de salud reproductiva, lo que contribuye a un alto número de muertes maternas, muchas de ellas prevenibles.
En la vejez, ellas se convierten en una parte desproporcionada de la población adulta mayor, con un 54% de las personas de 60 años o más siendo mujeres. En esta etapa, las enfermedades no transmisibles, como las cardiovasculares y el cáncer, son las principales causas de muerte; y, por otro lado, las mujeres mayores son más vulnerables a enfermedades crónicas y discapacidades, acentuadas por factores sociales y económicos como la desigualdad de género, el empleo no remunerado y la falta de acceso a servicios sanitarios adecuados.
La OMS destaca que la salud de la mujer es un reflejo de las desigualdades persistentes a escala mundial y subraya la necesidad de políticas públicas que aborden estos retos.