
Antoni Plana: "La integración de los avances tecnológicos en la formación continua, clave para la atención del ictus"
Los avances en el conocimiento sobre el ictus y los cambios en la organización de los sistemas de salud obligan a la mejora constante de las competencias de los profesionales, siendo la formación continuada de calidad una herramienta potente para lograr este objetivo de aprendizaje.
Se han producido enormes avances en el desarrollo de técnicas de diagnóstico y tratamiento que han redundado en una disminución de la mortalidad hospitalaria, disponiendo de opciones terapéuticas efectivas para pacientes que estaban previamente destinados al fallecimiento o a vivir con una discapacidad grave. Ahora tenemos tratamientos efectivos que pueden minimizar los déficits.
Además de poder disponer con un diagnóstico de las causas más preciso, contamos con tratamientos que disminuyen el riesgo de recidiva de ictus. Los avances en genómica y todas sus ramas están permitiendo describir un número creciente de genes que se asocian a determinadas categorías de ictus. Además, la inteligencia artificial abre un camino muy prometedor, permitiendo combinar un gran número de variables clínicas, biológicas y radiológicas para llegar a diagnósticos y tratamientos más precisos. Esta irrupción está revolucionando la Medicina. Nos encontramos en un momento de grandes oportunidades, pero también de grandes riesgos si no se pone a las personas y su protección en el centro del nuevo modelo tecnológico, con garantías éticas y jurídicas. Todas estas consideraciones ponen de manifiesto el importante problema de salud pública que constituye la enfermedad cerebrovascular y la necesidad de optimizar la asignación de recursos para garantizar una atención individualizada, integral, interdisciplinar y coordinada, con el objetivo de reducir su impacto en la vida de las personas.
Hay que añadir que los avances neuroquirúrgicos permiten realizar procedimientos mínimamente invasivos en casos seleccionados. El desarrollo de las técnicas endovasculares permite en la actualidad el tratamiento de aneurismas y malformaciones vasculares y de complicaciones de la HSA (hemorragia subaracnoidea aguda).
Y también es importante resaltar las limitaciones a las oportunidades. Pese a todos los avances referidos a estos tratamientos que, si bien resultan muy efectivos, también son complejos y costosos, con acceso aún limitado en muchas áreas.
Áreas de investigación prioritarias
Entre las áreas prioritarias están conseguir retos de mejora en la investigación y en la asistencia sanitaria del ictus, lo que conlleva una repercusión directa sobre la calidad de vida de las personas.
Posibles líneas de investigación:
- Potenciar Programas de Investigación en Epidemiología cardiovascular.
- Establecer líneas prioritarias de investigación en ictus en función de las tendencias y oportunidades actuales.
- Favorecer la utilización de los datos generados a partir de la práctica clínica para el desarrollo de proyectos de investigación.
- Promover la formación del personal sanitario del SNS para atender adecuadamente las necesidades de los pacientes con ictus.
- Fomentar la participación y el liderazgo académico y en investigación de la mujer.
- Investigación en nuevos biomarcadores y nuevas dianas terapéuticas más precoces, eficaces, y eficientes para la identificación del ictus y su recuperación.
- Investigación en técnicas y tratamientos para el tratamiento en fase aguda.
- Investigación y validación de fármacos para la cerebroprotección.
- Investigación de mecanismos para la mejora de la recuperación funcional de los pacientes y posibles marcadores de reparación.
- Investigación en prevención primaria y secundaria.
- Investigación en biomarcadores moleculares y de imagen, y medicina de precisión.
Antoni Plana, médico de familia y coordinador del grupo de trabajo de Neurología de la semFYC.