
Cruz Bartolomé Moreno: “Tener un tiempo agendado real para todas nuestras actividades es un reto tanto en el ámbito urbano como en el rural”
La especialista en Medicina Familiar y Comunitaria Cruz Bartolomé es la nueva vicepresidenta de la renovada Comisión Nacional de la Especialidad en Medicina Familiar y Comunitaria.
En esta entrevista, hablamos con esta integrante de la semFYC sobre los desafíos que enfrenta en su nuevo puesto en un organismo que, sobre todo, vela por la calidad de la formación para garantizar una correcta atención sanitaria.
Felicidades por tu nuevo cargo. ¿Cómo te sientes tras este nombramiento y por qué decidiste aceptar el puesto?
Tengo sentimientos encontrados. Por un lado, estoy feliz porque es un reto y un sueño estar en la Comisión Nacional de la Especialidad, pero a la vez me siento abrumada por la responsabilidad y el reto de mantener la calidad y el buen hacer de las comisiones anteriores.
¿De qué forma crees que puedes influir, desde este nuevo cargo, en el avance de la especialidad en España y el fortalecimiento de la Atención Primaria?
La ilusión de esta octava Comisión Nacional es poder trabajar para que la Medicina de Familia tenga el lugar relevante que le corresponde.
Podemos trabajar para conseguir la formación y la supervisión de los y las residentes y la mejora de sus condiciones. También, de la mano de los tutores y las tutoras, que son la pieza clave de nuestro sistema de formación, para que tengan el tiempo y el reconocimiento que les corresponde. Y, por último, con las Unidades Docentes, que son la extensión de esta Comisión Nacional, y tienen que estar dotadas de medios y recursos materiales y humanos suficientes para poder realizar su labor formativa.
En este sentido, ¿cuáles crees que son los retos más destacados a los que se enfrenta la Medicina Familiar y Comunitaria en nuestro país?
Somos, respecto a número y funciones, la más importante. Nuestra cartera de servicios abarca la parte asistencial a las personas de todas las edades tanto a demanda como en el domicilio, y tanto urgente como programada, la prevención y la promoción de la salud, la investigación y la docencia. Además, somos la más cercana y accesible para la población, somos Familiar y Comunitaria. Conseguir integrarlo todo y tener un tiempo agendado real para todas nuestras actividades es un reto tanto en el ámbito urbano como en el rural.
En relación con el POE de Medicina Familiar, ¿cómo opinas que esta nueva regulación puede impactar en la formación universitaria de los futuros médicos y médicas de familia?
El nuevo POE ha sentado las bases para un cambio de paradigma en la docencia a los y las residentes, centrado en las competencias a adquirir y en que se adquieran fundamentalmente en el ámbito de la Atención Primaria. Ahora nos toca desarrollarlo. Cuando se conozca, será un valor más en la formación de nuestros especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria.
¿De qué manera crees que los médicos y las médicas de familia pueden ganar prestigio y cómo se va a trabajar en ello desde la Comisión Nacional de la Especialidad?
Podemos trabajar en ello animando a formar parte del pregrado, por ejemplo.
La Medicina de Familia está entrando poco a poco en la universidad, gracias a un gran esfuerzo por parte de unos cuantos médicos y médicas de familia que han creído y han sentido la importancia de estar presentes en ella desde el inicio, cerca del alumnado, para que se nos conozca. Si se conoce la especialidad no puedes dejar de quererla.
Pero el prestigio depende de muchos más factores: el prestigio social que lo trabajan día a día, en cada consulta, todos los médicos y todas las médicas de familia, pero que también necesita una mejora de las condiciones laborales y de la retribución para que vayan acorde con la responsabilidad. También es necesario el reconocimiento de la labor docente de los tutores y de las tutoras, o de las diferentes figuras imprescindibles para una unidad docente como las jefas y los jefes de estudio y la presidenta o el presidente da la subcomisión de enfermería, que son cargos de jefatura y deberían estar reconocidos como tal a todos los niveles, además de las técnicas y los técnicos de la unidad docente y sin olvidar la labor primordial de la secretaría de la unidad docente.
¿Cómo crees que va a influir la Comisión Nacional en las decisiones que surjan en la mesa mixta de trabajo entre Medicina de Familia y Urgencias?
Se está trabajando de forma conjunta con la nueva especialidad de Urgencia. En este sentido, cabe destacar que Medicina de Familia es una especialidad muy estructurada y con una trayectoria docente de años de recorrido, es una de las más consolidadas.
Por último, ¿qué mensaje te gustaría enviar a los médicos y a las médicas de familia desde tu nuevo puesto?
El mismo que he transmitido siempre, la Medicina de Familia es la especialidad más completa, compleja y bonita, que te permite aprender con los y las pacientes día a día, ya que no hay dos días iguales y es un reto continuo.
Respecto a nuestra situación, es muy mejorable y tenemos carencias importantes, que tenemos que seguir trabajando para conseguir revertir, pero creo que se puede conseguir. Si todos nos lo creemos, lo podemos lograr.
Hace unos días, hablando con uno de mis residentes, le dije, al final de nuestra “tutoría” online: seamos realistas, pidamos lo imposible. O, como decía un gran médico de familia que jamás perdió la ilusión, «si estamos hechos para volar, no nos contentemos con seguir caminando». Creo que, si lo podemos soñar, lo podremos lograr y muchos más médicos y médicas de familia lo creemos o no estaríamos aquí.