Actualidad
Día de la Medicina de Familia: La semFYC agradece a los especialistas su papel durante la pandemia
Fecha de publicación: 19 de mayo de 2020
Como cada año el 19 de mayo, la totalidad del personal que conforma la especialidad de Medicina de Familia celebra el Día Mundial de la especialidad. En esta ocasión, lo hacen marcados por la gravísima situación en la que estamos inmersos, provocada por la COVID-19. A lo largo de estos meses, han visto cómo su día a día ha sido trastocado, cómo la realidad sanitaria les ha puesto entre las cuerdas y cómo muchos compañeros han padecido la enfermedad y algunos de ellos, han fallecido.
Pero durante esta terrible pandemia, la MFyC no ha dejado de cumplir con sus responsabilidades más allá de lo que se esperaba de ella. Se le ha dado continuidad asistencial a los pacientes con enfermedades crónicas, se han mantenido las consultas indemorables y se ha atendido a los pacientes afectadas por coronavirus y a sus familias. Y lo ha hecho sin recibir el reconocimiento que se merecía. La Medicina de Familia ha sido la especialidad invisible a pesar de las incontables horas de trabajo silencioso que sus profesionales han realizado para mantener la base de la curva. Mucho de ese trabajo, a base de millones de consultas realizadas a distancia.
La semFYC quiere aprovechar el Día de la Medicina de Familia para reconocer y agradecer el trabajo que cada uno de estos especialistas ha realizado:
Con este motivo han editado una serie de carteles de agradecimiento en los que se reconoce al personal de Medicina de Familia y Comunitaria como héroes y heroínas que han luchado y luchan contra el virus cada día.
Por otro lado, la sociedad médica entiende que la situación sanitaria ha puesto sobre la mesa la necesidad de personal y recursos que sean capaces de dar respuesta a las nuevas necesidades asistenciales; de una gestión consecuente en el que la ampliación de recursos no implique el cierre de los ya existentes, a los que posteriormente se traspasa la gestión de la pandemia; y de una previsión de cara a nuevos repuntes de la epidemia.
Pero durante esta terrible pandemia, la MFyC no ha dejado de cumplir con sus responsabilidades más allá de lo que se esperaba de ella. Se le ha dado continuidad asistencial a los pacientes con enfermedades crónicas, se han mantenido las consultas indemorables y se ha atendido a los pacientes afectadas por coronavirus y a sus familias. Y lo ha hecho sin recibir el reconocimiento que se merecía. La Medicina de Familia ha sido la especialidad invisible a pesar de las incontables horas de trabajo silencioso que sus profesionales han realizado para mantener la base de la curva. Mucho de ese trabajo, a base de millones de consultas realizadas a distancia.
La semFYC quiere aprovechar el Día de la Medicina de Familia para reconocer y agradecer el trabajo que cada uno de estos especialistas ha realizado:
- han trabajado para mantener a un gran número de pacientes con cuadro COVID-19, sin acceso a test, confinados en sus casas, cortando así las peligrosas líneas de contagio comunitario. La especialidad se encuentra en la base del #Quédateencasa
- han sido responsables de mantener aplanada parte de la otra curva, la de la incertidumbre de muchos pacientes de riesgo a los que, mediante seguimiento telefónico o domiciliario, recibían ese otro soporte frente al miedo.
- han estado y aún están presentes en dispositivos de urgencias, consultorios rurales, e incluso desplazados en los hospitales de campaña, algo que han llevado a cabo con total fidelidad al Sistema Nacional de Salud, aunque no creyeran en la viabilidad de tales dispositivos, en tanto han sido elementos que han desmembrado la propia red natural de atención de nuestro SNS.
Con este motivo han editado una serie de carteles de agradecimiento en los que se reconoce al personal de Medicina de Familia y Comunitaria como héroes y heroínas que han luchado y luchan contra el virus cada día.
Por otro lado, la sociedad médica entiende que la situación sanitaria ha puesto sobre la mesa la necesidad de personal y recursos que sean capaces de dar respuesta a las nuevas necesidades asistenciales; de una gestión consecuente en el que la ampliación de recursos no implique el cierre de los ya existentes, a los que posteriormente se traspasa la gestión de la pandemia; y de una previsión de cara a nuevos repuntes de la epidemia.