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La semFYC reclama equidad entre los cargos gestores de las organizaciones sanitarias
- El desigual reparto de las tareas de cuidado, la ausencia de modelos, o el modelo de liderazgo masculinos, posibles causas de la baja presencia de mujeres en las direcciones sanitarias
- “Actualmente existe mucha evidencia científica del sesgo de género en la atención sanitaria, el problema es que no se enseña en las universidades”, señala la médica de familia, María Teresa Ruíz
Se puede afirmar con rotundidad que la Medicina de Familia y Comunitaria es femenina: la especialidad es, en su mayoría, llevada a cabo por mujeres, y así lo confirma el número de mujeres socias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC). No obstante, pese a esta realidad, en los espacios de liderazgo y gestión de las organizaciones sigue existiendo una sobrerrepresentación de los hombres. Es por eso que, como sociedad científica, la semFYC ha reclamado la equidad en la gestión de las organizaciones sanitarias, y lo ha hecho en el marco de su XVIL Congreso anual, durante la ponencia de “Liderazgo femenino: mujeres que inspiran el cambio” que ha contado Mònica Ballester, María Teresa Ruíz y Mercè Planas, tres médicas de familia para explicar su experiencia.
Según el estudio sobre mujeres en puestos directivos de la Consultora Gran Thorton, “en España estamos un paso por delante. Entre 2004 y 2024, se ha pasado de un 14% a un 40%, situándonos por encima de Europa, que actualmente se encuentra en un 35%, y del global mundial, un 33%”, ha explicado Mònica Ballester. Si bien estos resultados son matizables, ya que, por ejemplo, en empresas cotizadas, en 2022 solo eran un 22% de mujeres directivas, y como consejeras, un 32%, cuando el objetivo de la Comisión de Valores para ese año era de alcanzar el 40% en ambas posiciones”. “Esta situación se repite en el sector salud. El 75% de las trabajadoras en los centros de salud son mujeres, pero solo el 16% son gerentes”, añade la especialista.
Ante este escenario, Ballester considera que las causas pueden ser varias entre las que destacan el reparto desigual entre hombres y mujeres en todo lo que es los cuidados, la ausencia de modelos, además de no tener un modelo de liderazgo propio, y no sentirse cómodas con el estereotipo del masculino agresivo o el sesgo de género con la meritocracia.
En este sentido, Mercè Planas ha sido muy clara: “es importante educar a nuestros hijos para todo. Tenemos que ser abiertas. Esto ahora está cambiando, pero antes no era así, lamentablemente”, y ha hecho un llamado a ser abiertas y a trabajar juntas para lograr que las cosas cambien.
// El papel de las y los médicos de familia con perspectiva de género
Igualmente, es innegable el reto que se presenta a diario ante los médicos y las médicas de familia, para que el abordaje de la salud y de lo social desde la perspectiva de género sea una realidad en el siglo XXI. La perspectiva de género obliga a reflexionar sobre los sesgos que condicionan la toma de decisiones y la generación de conocimientos, y cómo pueden estar sesgadas en función de las diferencias fisiopatológicas y los determinantes sociales entre mujeres y hombres.
La médica de familia María Teresa Ruíz ha subrayado “que el género impacta en la salud y la enfermedad de las personas como, por ejemplo, el infarto de miocardio”. Según la especialista, el estudio “Gender Innovations” de la Universidad de Stanford, realizado a partir de estudios de casos, demuestra como la incorporación de la perspectiva de género mejora la práctica profesional y a eficacia”. “Hombres y mujeres no son iguales en ni biología, ni en la exposición de riesgo, ni en los resultados, ni en los síntomas precoces de determinadas enfermedades, ni en la respuesta a los tratamientos, ni en los pronósticos”. “Actualmente existe mucha evidencia científica del sesgo de género en la atención sanitaria, el problema es que no se enseña en las universidades”, concluye Ruíz.