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Mª Ángeles Medina, vocal de la Asociación de Salud Digital y presidenta de SoVaMFiC: “Si la estrategia de SD se implementara realmente, los ciudadanos y los profesionales estarían más y mejor formados, informados y conectados”
Fecha de publicación: 28 de septiembre de 2022
Médica de familia y mujer inquieta, Mª Ángeles Medina lleva años especializándose en salud digital. Interesada en buscar sistemas para mejorar la forma de vida de las personas, hace ocho años co-fundó Healthy Blue Bits, startup de salud cuyo objetivo es la mejora de hábitos saludables. Poco después, en 2015, se convierte en vocal de la Asociación de Salud Digital, que celebró hace unos días la II Semana de la Salud Digital. También es co-fundadora de la ONG Toubabs Team y presidenta de la sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria, SoVaMFiC.
¿Cómo definirías la salud digital o e-Health?
Hay muchas definiciones, particularmente opino que la SD es la salud y la sanidad del presente y del futuro y que pronto ya no habrá que especificar lo de “SD”, ya que la salud o es digital o no lo es de manera integral. Sería demasiado fácil decir que la SD es igual a tecnología.
¿Fue la pandemia, tal como nos parece, lo que consiguió que eclosionara la salud digital (SD)?
En nuestra Asociación desde luego, la pandemia ha ocasionado un antes y un después. Si bien desde 2015 hemos ido teniendo cada vez más presencia en el sector, ha sido verdaderamente ahora cuando más profesionales y ciudadanos han puesto el foco de atención en la SD.
Entiendo que tras la pandemia ya no hay vuelta atrás. ¿Es así?
No, no la debería tener. Sin embargo, también se está dando que algunas barreras que cayeron gracias a esta situación de crisis, sorprendentemente se están levantando de nuevo.
¿Cuáles son sus principales beneficios o virtudes?
La equidad y la accesibilidad. Si la estrategia de SD se implementara realmente, los ciudadanos y los profesionales estarían más y mejor formados, informados y conectados. Además, sin duda gracias a las herramientas digitales, se garantizará la sostenibilidad del sistema sanitario. Pensemos en la inteligencia artificial como asistente para el diagnostico o el tratamiento. O la implantación de la prevención y la salud pública de precisión gracias a las ciencias ómicas, la ciencia de datos…, todo esto es posible ya.
¿Cuáles son los retos de los profesionales sanitarios frente a la SD?
La humildad, la curiosidad. No cerrarnos en silos de poder y conocimiento y avanzar hacia la medicina que el paciente y los tiempos imponen. Yo le llamo Atención Primaria Basada en Valor, donde en dicha fórmula va implícita la satisfacción del usuario y la eficiencia.
¿Están los profesionales sanitarios preparados para esta revolución?
Es más bien una e-volución. Y no, no creo que estemos preparados en general, partiendo ya desde el grado, donde no hay a penas contenidos académicos en SD. Pero somos médicas y médicos y habremos de adaptarnos a los tiempos actuales y nuestros gestores tienen la obligación de planificar el futuro Y mejor de abajo arriba que nos lo terminen por imponer y generar anticuerpos. El papel de la ASD, los colegios profesionales y de las sociedades científicas es precisamente impulsar y desarrollar estas competencias.
¿En qué punto estamos en SD y hacia dónde vamos?
Estamos en un momento en que la Administración, tras años de pilotitis, por fin se está tomando muy en serio las oportunidades que la SD brinda al ciudadano y a la sostenibilidad del sistema. Vamos hacia una medicina personalizada y de precisión y hacia una salud basada en valor, donde se aúna la ciencia médica, la tecnología y la humanización, contando con el paciente y en busca de resultados.
¿Qué sería lo deseable a medio plazo en lo que a SD se refiere (historias clínicas; historias inteligentes…)?
La interoperabilidad y la aplicación de algoritmos validados basados en el big data para garantizar la salud ubicua y de excelencia. También fomentar la investigación a gran escala, por ejemplo a través de la Carlos III.
¿Ayudará en un futuro la SD a prevenir la enfermedad antes de curarla?
Sin duda si. Hablamos de genoma, hablamos de medicina 5P. Es especialmente interesante para los médicos de familia y comunitaria la formación y la capacitación tecnológica en términos de prevención. A este concepto yo le llamo Salud Digital Comunitaria.
¿Uno de los retos fundamentales de la SD es la desigualdad de oportunidades ante la salud, es decir, la brecha digital?
Efectivamente, la SD no puede ser un determinante social de la salud de las personas. Para ello, la tecnología ha de adaptarse al individuo y a cada entorno y no a la inversa. Cada vez hay en el mercado más soluciones al alcance casi de cada usuario. Me preocupa más la brecha entre la sanidad para los ricos/pobres.
¿Qué lugar ocuparán las apps de salud en un futuro próximo?
Lo veo como asistentes a la salud individual, para el autocuidado y el empoderamiento. A nivel de interacción, es más probable que sean relegadas ante la inminente eclosión del 5G y el Metaverso.
¿Cómo definirías la salud digital o e-Health?
Hay muchas definiciones, particularmente opino que la SD es la salud y la sanidad del presente y del futuro y que pronto ya no habrá que especificar lo de “SD”, ya que la salud o es digital o no lo es de manera integral. Sería demasiado fácil decir que la SD es igual a tecnología.
¿Fue la pandemia, tal como nos parece, lo que consiguió que eclosionara la salud digital (SD)?
En nuestra Asociación desde luego, la pandemia ha ocasionado un antes y un después. Si bien desde 2015 hemos ido teniendo cada vez más presencia en el sector, ha sido verdaderamente ahora cuando más profesionales y ciudadanos han puesto el foco de atención en la SD.
Entiendo que tras la pandemia ya no hay vuelta atrás. ¿Es así?
No, no la debería tener. Sin embargo, también se está dando que algunas barreras que cayeron gracias a esta situación de crisis, sorprendentemente se están levantando de nuevo.
¿Cuáles son sus principales beneficios o virtudes?
La equidad y la accesibilidad. Si la estrategia de SD se implementara realmente, los ciudadanos y los profesionales estarían más y mejor formados, informados y conectados. Además, sin duda gracias a las herramientas digitales, se garantizará la sostenibilidad del sistema sanitario. Pensemos en la inteligencia artificial como asistente para el diagnostico o el tratamiento. O la implantación de la prevención y la salud pública de precisión gracias a las ciencias ómicas, la ciencia de datos…, todo esto es posible ya.
¿Cuáles son los retos de los profesionales sanitarios frente a la SD?
La humildad, la curiosidad. No cerrarnos en silos de poder y conocimiento y avanzar hacia la medicina que el paciente y los tiempos imponen. Yo le llamo Atención Primaria Basada en Valor, donde en dicha fórmula va implícita la satisfacción del usuario y la eficiencia.
¿Están los profesionales sanitarios preparados para esta revolución?
Es más bien una e-volución. Y no, no creo que estemos preparados en general, partiendo ya desde el grado, donde no hay a penas contenidos académicos en SD. Pero somos médicas y médicos y habremos de adaptarnos a los tiempos actuales y nuestros gestores tienen la obligación de planificar el futuro Y mejor de abajo arriba que nos lo terminen por imponer y generar anticuerpos. El papel de la ASD, los colegios profesionales y de las sociedades científicas es precisamente impulsar y desarrollar estas competencias.
¿En qué punto estamos en SD y hacia dónde vamos?
Estamos en un momento en que la Administración, tras años de pilotitis, por fin se está tomando muy en serio las oportunidades que la SD brinda al ciudadano y a la sostenibilidad del sistema. Vamos hacia una medicina personalizada y de precisión y hacia una salud basada en valor, donde se aúna la ciencia médica, la tecnología y la humanización, contando con el paciente y en busca de resultados.
¿Qué sería lo deseable a medio plazo en lo que a SD se refiere (historias clínicas; historias inteligentes…)?
La interoperabilidad y la aplicación de algoritmos validados basados en el big data para garantizar la salud ubicua y de excelencia. También fomentar la investigación a gran escala, por ejemplo a través de la Carlos III.
¿Ayudará en un futuro la SD a prevenir la enfermedad antes de curarla?
Sin duda si. Hablamos de genoma, hablamos de medicina 5P. Es especialmente interesante para los médicos de familia y comunitaria la formación y la capacitación tecnológica en términos de prevención. A este concepto yo le llamo Salud Digital Comunitaria.
¿Uno de los retos fundamentales de la SD es la desigualdad de oportunidades ante la salud, es decir, la brecha digital?
Efectivamente, la SD no puede ser un determinante social de la salud de las personas. Para ello, la tecnología ha de adaptarse al individuo y a cada entorno y no a la inversa. Cada vez hay en el mercado más soluciones al alcance casi de cada usuario. Me preocupa más la brecha entre la sanidad para los ricos/pobres.
¿Qué lugar ocuparán las apps de salud en un futuro próximo?
Lo veo como asistentes a la salud individual, para el autocuidado y el empoderamiento. A nivel de interacción, es más probable que sean relegadas ante la inminente eclosión del 5G y el Metaverso.