
¿Para qué servimos? Reflexiones sobre el conocimiento compartido en la atención sanitaria en el nuevo número de la Revista Comunidad
En el último número de la Revista Comunidad, los autores Daniel García Blanco y Beatriz Aragón Martín abordan una reflexión profunda sobre el papel que desempeñan los profesionales de la salud en la construcción de prácticas comunitarias que reconozcan y valoren diversos saberes y experiencias. El artículo titulado "¿Para qué servimos? Construcción comunitaria de conocimientos y prácticas para el cuidado de la salud”, ofrece un análisis crítico sobre las dinámicas de atención en la salud, cuestionando las perspectivas reduccionistas que predominan en el ámbito biomédico.
Daniel García Blanco, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, y Beatriz Aragón Martín, doctora en Antropología Social y también especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, exploran las tensiones existentes entre el conocimiento profesional, el conocimiento académico y el conocimiento vivido por las personas. A través de distintos ejemplos cotidianos, nos invitan a reflexionar sobre cómo la atención médica se ha centrado en las cifras y los indicadores, olvidando las historias de vida de las personas a las que se atiende. Este enfoque, conocido como "injusticia epistémica", invisibiliza el saber que cada individuo aporta desde su experiencia personal.
// Una mirada más abierta
García Blanco y Aragón Martín plantean la necesidad de construir un diálogo más inclusivo y respetuoso entre los distintos tipos de conocimiento: el académico, el profesional y el experiencial. En lugar de operar desde una visión única e institucionalizada, como ocurre en muchas consultas de Atención Primaria, se propone una mirada más abierta que reconozca los diferentes "mundos de sentido" que coexisten en las relaciones entre profesionales y pacientes. Estos mundos de sentido están formados por emociones, discursos y relaciones que, al ser comprendidos y respetados, permiten una atención más integral y empática.
El artículo también aborda cómo, al reconocer las diversas perspectivas, los y las profesionales de la salud pueden conectar mejor con las realidades de las personas a las que atienden, especialmente aquellos que pertenecen a sectores más vulnerables de la sociedad, como las personas migrantes o las comunidades en situación de precariedad. Estas prácticas de salud comunitaria buscan salir del marco normativo institucional para generar espacios de confianza y diálogo, donde se cuestionan las desigualdades y se busca una atención más justa y transformadora.
García Blanco y Aragón Martín señalan que este tipo de enfoques no solo mejora la atención en contextos específicos, sino que también ofrece lecciones valiosas para la salud pública en general, promoviendo una visión de la salud más colectiva e inclusiva. Al abrirnos a los diferentes saberes y experiencias, es posible diseñar prácticas de salud que no solo curen, sino que también transformen las estructuras sociales y comunitarias hacia un modelo más justo y equitativo.
Este artículo es un llamado a los profesionales de la salud y a las instituciones a revisar sus prácticas, cuestionar sus presupuestos y crear alianzas con las comunidades para generar un verdadero cambio en la atención sanitaria.
Para consultar el artículo completo y profundizar en estas reflexiones, puedes acceder a él en el número más reciente de la Revista Comunidad.